Como amante de las películas de suspenso, continúo en mi búsqueda de un thriller que sea lo suficientemente fascinante como lo fue «The Others» de Alejandro Amenábar, «The Sixth Sense» de M. Night Shyamalan o «What Lies Beneath» de Robert Zemeckis. En esta ocasión, decidí ver «Sinister» (2012), la cual desde hace un tiempo tenía aguantada para ver, pero no sabía si verla solo o acompañado. Dado que mis ‘compañeros’ de películas son un tanto especiales, decidí verla solo… Creo que fue buena decisión, porque mis amigos probablemente no la hubieran aguantado.

La película empieza como un suspenso criminológico, tipo «8mm» de Joel Schumacher (que fue protagonizada por Nicolas Cage). En esta ocasión se trata de un escritor cuyos libros se basan en verdaderos crímenes, como lo hizo Truman Capote en su tiempo, causando gran innovación literaria. Ellison Oswalt se volvió famoso con diversos libros de crímenes que habían quedado inconclusos, muchas veces, aportando nuevas pistas que sirvieron para que la policía cerrara el caso. Esta vez, un nuevo crimen llama su atención y Ellison se muda con su esposa Tracy, su hijo Trevor y su hija Tracy a una casa en el pueblo donde ocurrió el crimen. Lo que Ellison no le contó a su familia es que se mudaron a la casa donde había ocurrido el asesinato de una familia completa, excepto de una de las niñas que nunca fue encontrada.

Mientras organizan su nueva casa, Ellison sube al ático y se encuentra con una caja que contiene una cámara Súper 8 y varios rollos de fílmico con escritos que sugieren filmaciones de momentos familiares. Cuando Ellison los proyecta en la privacidad de su oficina, se encuentra con que las filmaciones habían sido hechas por una persona que espiaba a las familias y luego las asesinaba: una familia completa ahorcada en un árbol (en cuya casa se mudo Ellison con su familia), una familia quemada dentro de un auto, otra familia ahogada en una piscina, otra familia degollada en sus camas y, por último, encuentra una familia que fue asesinada con una cortadora de césped pasándoles por encima. Lo que ataba cada familia, cuyos crímenes habían quedado inconclusos y databan desde 1960 hasta la actualidad, es que en cada uno de ellos había desaparecido uno de los hijos. Por otro lado, Ellison observó que en cada cinta aparecía una tétrica figura casi fantasmal o demoníaca.

Con ayuda de un oficial del condado y un experto en ocultismo, Ellison comienza a atar cabos, pero empieza a tener alucinaciones (o al menos eso cree) que lo perturban de tal forma, tanto a él como a su familia, que decide abandonar la casa y volver a su antiguo hogar con toda su familia. Ellison decide abandonar el libro y no escribirlo, lo que no sabe es que sus investigaciones han llegado muy lejos y ya es muy tarde para olvidarlo todo.

Como cualquier película de terror, el sonido es realmente importante. Ese momento en que una repentina imagen terrorífica va acompañada de un fuerte sonido que nos hace brincar y gritar. Sin embargo, en «Sinister», además de estos momentos clichés, tenía la particularidad de utilizar unos sonidos anempáticos, especialmente cuando Ellison proyectaba los rollos fílmicos de los asesinatos, que eran realmente inquietantes. Eran sonidos mecánicos (no provenientes de instrumentos musicales) que causaban estrés en dichas escenas. Al escuchar estos sonidos abstractos y visualizar las horroríficas escenas de los asesinatos, crea en el espectador una sensación interna de miedo sin necesidad de que salga una imagen repentina que nos haga brincar. Ese efecto audiovisual nos produce un miedo interno, nos causa angustia, nos perturba y probablemente nos haga tener pesadillas.

La historia en sí, aunque parece interesante y nos lleva a plantearnos distintas incógnitas, al final no llega a ser convincente. Hay una mezcla de patologías humanas con referencias ocultistas y demoníacas que nos dejan el sin sabor de una historia mal contada. Es cierto que la película asusta y juega con nuestra mente, pero no cumple con una historia interesante que nos haga analizar más allá del final.

Por otro lado, muchos coincidirán conmigo en que las películas de terror en las que aparezcan niños muertos o fantasmas, son realmente aterradoras; sin embargo, en esta película, por algún motivo los niños no me despertaron tal temor. Creo que hubo una gran falla en el efecto visual del maquillaje que tenían e, inclusive, en el vestuario, que se vio demasiado falso. Casi que me dio la impresión de estar viendo una película clase B o hecha para la televisión.

Definitivamente perturbadora, pero con datos y detalles del guión un tanto inconclusos que hace de esta película una historia inverosímil. Protagonizada por Ethan Hawke («Training Day») y dirigida por Scott Derrickson («The Exorcism Of Emily Rose»); «Sinister» definitivamente no logró ser una de mis películas del género suspenso/terror favoritas.

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Escrito por: Enrique Kirchman