Desde que empecé a estudiar Cine y TV (hace 6 años), mi gusto por el cine fue variando. Antes, influenciado por el cine hollywoodense, le daba prioridad a las grandes producciones, al star system y los directores más comerciales. Actualmente, si bien no desplazo el cine de Hollywood, porque no se puede tapar el sol con un dedo y negar su éxito comercial y la creación de artísticas obras, sí he ido integrando cine de otras partes: europeo, asiático, latinoamericano, etc. Por este motivo, cuando veo una película fuera de Hollywood con un excelente guion (ya que es la parte a la que me dedico y que más aprecio), me llena de satisfacción el haber podido disfrutarla sin necesidad de buscar celebridades ni grandes efectos especiales en su realización. Ese sentimiento me inundó hoy cuando vi «7 Cajas», como parte de las películas exhibidas en la 2° edición del Festival Internacional de Cine de Panamá.
Víctor es un chico carretillero del Mercado 4 de Paraguay. Un día, su hermana le muestra un celular (que no era smartphone, sino de los comunes) que está vendiendo una amiga en 600 mil guaraníes, el chico se deslumbra y anhela tener uno, pero no tiene dinero para comprarlo. De pronto le llega su oportunidad. Tiene que transportar 7 cajas de contenido misterioso a una localidad específica y recibirá una recompensa de $100 dólares equivalentes a aproximadamente 700 mil guaraníes. Ahora sí podrá comprarse su celular. Lo que no sabe es que la necesidad y ambición de otro compañero carretillero, lo pondrán en peligro. El contenido de las 7 cajas es prueba de un crimen, por lo que el recorrido de Víctor por el Mercado 4 se convertirá en un verdadero infierno con toda clases de obstáculos: una banda de carretilleros delincuentes que lo persiguen, la policía, un incendio y un inesperado ladrón. Ahora, con ayuda (en contra de su voluntad) de su ‘amiga’ Liz, deberá transportar las cajas a su destino.
El guion de la película es sencillamente genial. Está muy bien planteado desde la caracterización de los personajes, los diálogos y las acciones. Hacen uso de muchos recursos del guionista para mantener el suspenso y un ritmo dinámico en el relato, con constantes barreras, complicaciones, reveses, que se van acentuando en cada punto de giro de la historia llevando al espectador al borde del asiento. La manera de manejar la trama principal, acompañada de una subtrama que brinda importantes elementos a la historia de Victor, está construida al detalle, produciendo en el espectador el suspenso durante la mayor parte de la película, pero con la recompensa de permitirle hilar la historia al final y comprenderla en su totalidad con toda la información dada durante todo el relato.
Mientras que el protagonista (Víctor) lleva toda la carga dramática de la historia, atravesándolo por situaciones difíciles y peligrosas, al filo de la desesperación; la coprotagonista (Liz), una joven carretillera, acompaña el drama de Victor con toques de humor que generan una química y un contraste brillante para la historia. Nos angustia la situación en la que se encuentra Victor, pero nos relajamos y nos sentimos más seguros cuando está junto a Liz, una chica más astuta, ágil y calculadora. Aunque no se puede restar mérito a la agilidad de Víctor. Los personajes de Tami y Leti son geniales. Entre diálogos astutos, situaciones graciosas, pero también dramáticas, nos cautivan y nos incitan a querer saber más de ellas y sus historias; hasta que finalmente las asociamos con la principal línea de acción.
La fotografía de Richard Careaga nos coloca en el Mercado 4. De momentos, podríamos ser nosotros los que controlamos la carretilla con esas tomas subjetivas en las que solo se ve la rueda. En ese momento, Careaga nos invita a ser parte de la película y colocarnos en la situación de Víctor y los cientos de carretilleros del Mercado de Paraguay. Movimientos rápidos, cámara en mano, son los más recurrentes en la película, que precisamente crean esa sensación de estar en la misma locación con el resto de los personajes.
«7 Cajas» se ambienta al 100% en el Mercado, mostrándonos, tal vez, la realidad de un sector que muchos en Paraguay y en el resto del mundo no conocen. La pobreza que se vive, el gran apego de cada joven a su carretilla como único medio se supervivencia, la delincuencia que los rodea y el sueño inocente de la gran mayoría. Nos muestra también el lado de la justicia. Su comportamiento, su trabajo diario, que a diferencia de otras películas que involucra a la policía, ésta no los ataca, sino que aborda sus características con sutileza, sin alabar su trabajo ni tampoco criticarlo.
Ganadora del premio de la audiencia en el Festival de Cine de Miami, una mención del jurado en el Festival Internacional de Cine de Palm Springs, un premio del jurado en el Festival de Cine de San Sebastián, una nominación en el Festival de Cine de Toronto y en los premios Goya de España, «7 Cajas», hablada en español y guaraní, se convirtió en un fenómeno cinematográfico del cine paraguayo y en un ejemplo a seguir por la industria de cine latinoamericano, de que se puede hacer buenas películas con un formato comercial, pero dentro del contexto social de nuestros países, resaltando su identidad cultural y nacional. Dirigida por Juan Carlos Maneglia y Tana Schembori, en lo que sería su Opera Prima en largometrajes. Protagonizada por Celso Franco (como Víctor) y Lali González (como Liz), quienes demostraron su talento actoral al punto de transformarse completamente en dos carretilleros, que si no los hubiera conocido personalmente hubiera creído que habían sido elegidos directamente del Mercado 4 para que actuaran.
Una película que vale la pena ver, porque seguro que tendrán frente a ustedes una joya del cine latinoamericano y una obra cinematográfica que marcó un antes y un después en el cine paraguayo. Puedes seguir la película en su cuenta de Twitter @7cajas y a sus actores Celso Franco @celsofrancof y Lali González @lalilalig.
Trailer:
Escrito por: Enrique Kirchman
Liiizz!!Te amooo!!!!!!!!! Excelente crítica para una excelente película.
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