«El Mar» (2000) es una película española, hablada en catalán, ambientada en la época de la Guerra Civil Española. El padre de Pau ha sido asesinado. Su amigo Ramallo le ha dicho que fue asesinado por el padre de un niño llamado Juliá, por lo que ahora el infante decide vengarse y asesinar al hijo del victimario de su padre. Pau, Manuel y Ramallo van en busca de Juliá y lo siguen hasta una apartada cueva donde lo enfrentan. Pau, cegado por su odio y sed de venganza asesina a Juliá y luego se suicida, lanzándose dentro de un agujero pedregoso. Ahora Ramallo y Manuel deben conservar el secreto junto a Francisca, otra pequeña niña que, enamorada de Ramallo, los siguió hasta el lugar de los hechos y observó el crimen. Años más tarde, Francisca se ha convertido en monja y asiste en un hospital que da tratamiento a personas con tuberculosis. Ahí se encuentra de nuevo con Ramallo y Manuel, quienes presentan síntomas de la enfermedad.
La historia es un tanto densa y bizarra. Mientras que Francisca dedica su vida a Dios y a salvar a los enfermos, Manuel tiene deseos homosexuales reprimidos y se autocastiga por su fanatismo por la religión. Mientras tanto, Ramallo creció para ser un delincuente contrabandista y gigoló, cuyo principal cliente es un manipulador contrabandista de avanzada edad.
«El Mar» es una película con escenas fuertes desde el punto de vista de la violencia y sexualidad. En su primera secuencia, hasta llegar al catalizador de la historia, observamos los primeros actos violentos del asesinato de Juliá en manos de Pau. Resulta impactante ver cómo las consecuencias de la Guerra Civil llevan a estos niños a perder su inocencia de la manera más forzada y violenta. La forma tan cruel y brutal en que Pau acaba con la vida del pequeño Juliá es sumamente impactante. Luego, segundos más tarde, lo vemos después de un sugerido suicidio, estrellado en las rocas de un agujero, todo ensangrentado. Definitivamente, no es una imagen común en las películas, por lo que resulta desconcertante.
La violencia continúa en el hospital, donde años después se encuentra Francisca, Manuel y Ramallo. Por un lado, vemos la abundante sangre de quienes sucumben ante la tuberculosis. Por otro lado, vemos los asesinatos cometidos por Ramallo, en su ambición por conseguir dinero y huir del hospital.
Sexualmente, la película cuenta con muchas escenas de desnudos masculinos. Las escenas más desconcertantes en este punto son los delirios y fantasías de los que sufre Manuel, que a manera de fetiche, se masturba pensando en Ramallo, de quien se ha enamorado, pero cuyo sentimiento ha reprimido. Esta escenas las encontrarán bastante aberrantes. La forma en que Manuel dispone la ropa de Ramallo para simbolizar que es él quien yace acostado en su cama y recostado en la pared listo para tener relaciones. Esto, acompañado de sus autocastigos, según él, necesarios para redimirse ante el Señor.
Sin embargo, no es hasta la escena final que en verdad quedamos atónitos por los actos de Ramallo y Manuel. Ramallo se siente traicionado por Manuel y lo busca en el hospital para reclamarle. No es ningún tonto y todo el tiempo supo que Manuel estaba enamorado de él, por lo que ahora pretende violarlo para que viva con su sentimiento de culpa y la verguenza toda su vida. El acto sexual de la violación es bastante explícito y, por si fuera poco, acaba con un acto criminal en manos de Manuel, quien entre el placer y la verguenza, opta por asesinar a su amigo, terminando la historia con el mismo acto de violencia con el que empezó.
Dirigida por Agustí Villaronga, «El Mar» cuenta con las actuaciones de Roger Casamajor (como Ramallo), Bruno Bergonzini (como Manuel) y Antonia Torrens (como Francisca). Destacan las actuaciones de Casamjor y Bergonzini, así como también las de David Lozano (pequeño Manuel), Nilo Mur (pequeño Ramallo), Sergi Moreno (Juliá) y Tony Miquel Vanrell (Pau); por la fuerza de sus personajes aunque duró pocos minutos en pantalla.
Este drama social promete desconcertarlos y hacerlos pasar por una experiencia audiovisual bastante extraña, impactante y densa; mas no deja de ser una buen experiencia. La película estuvo nominada a dos premios Goya, como Mejor Fotografía, por sus destacables dobles encuadres, el uso de la perspectiva y la composición de los planos generales; así como también estuvo nominada Antonia Torrens como Mejor Actriz.
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