David Clark es un vendedor de drogas (especialmente marihuana) que sufre un atraco por tres vándalos fuera del edificio donde reside. Los ladrones no solo se llevan toda la droga, sino también miles de dólares en efectivo. Ahora, David le debe $42 mil dólares a su proveedor Brad Gurdlinger, quien lo manda a buscar con sus matones para proponerle un negocio que le condonará la deuda y ganará, además, $100 mil dólares. Brad le encarga a David viajar a México y pasar a buscar «un pequeño» cargamento de marihuana para un tal Pablo Chacón. David no sabe cómo logrará introducir marihuana en Estados Unidos a través de la frontera, hasta que se le ocurre el plan de buscarse una falsa familia y así pasar desapercibido por la policía. Para eso, necesitará de una esposa, por lo que convoca a su vecina Rose, una bailarina exótica con quien nunca ha tenido buena relación. Rose al principio se niega a ayudarlo, pero al verse desalojada de su apartamento por falta de dinero, ella accede. David también convoca a su vecino mojigato y huérfano Kenny y a una adolescente vandalista de nombre Casey como sus hijos: los cuatro se hacen llamar la familia Miller.

Entre peleas y discusiones, los cuatro se aventuran a México para buscar el cargamento de marihuana, pero no tardarán en darse cuenta de dos cosas: 1. que lo que supuestamente era un pequeño cargamento, resultó ser un GRAN cargamento de marihuana. 2. Que en realidad David había sido enviado por su proveedor para robarle esa marihuana al verdadero Pablo Chacón. Desde entonces, se toparán con infinidad de situaciones que requieren de la unión de los cuatro y limar sus asperezas para poder llegar a Estados Unidos con vida y cobrar su dinero. No les daré mayores detalles que estos para que puedan disfrutar de la película tanto como yo.

Dirigida por Rawson Marshall Thurber, la comedia «We’re The Millers» cuenta con las actuaciones de Jason Sudeikis («Horrible Bosses») como David, Jennifer Aniston («Marley & Me») como Rose, Will Poulter («Wild Bill») como Kenny, Emma Roberts («Valentine’s Day») como Casey y Ed Helms («The Hangover») como Brad. Definitivamente, el elenco no pudo ser mejor escogido. Este ensamble de actores, cada uno con características psicológicas bastante marcadas, aportan gran dinamismo, diversión y ritmo interno al relato que lo aleja de ser en ningún momento aburrido.  Sudeikis hizo un excelente trabajo como protagonista de la historia, con diálogos astutos, sarcásticos y realmente cómicos. La química generada entre los cuatro Millers es sencillamente genial y se nota en escena. Aniston, una vez más, comprobó que se puede alejar de las comedias románticas para hacer papeles estrictamente cómicos, con personajes más reveladores, más atrevidos y menos inocentes. Sin lugar a dudas, el gran comodín de esta historia fue el personaje de Will Poulter, con sus características de chico virgen y tonto, que será la causa de la mayor cantidad de carcajadas.

La película no solo cuenta con un guion interesante desde el punto de vista de la comedia, sino que cuenta con excelentes diálogos, los cuales resaltan el dinamismo actoral entre sus personajes principales; casi pareciera que les hubieran dado luz verde para improvisar. Los comentarios no se ven forzados, sino que van acorde a cada personaje.

Una de las cosas que me llamó mucho la atención de la película, fue las constantes referencias que se hicieron a otras películas y series de televisión. Algunas fueron mencionadas directamente por el título y otras se deducen por las situaciones. El personaje de Sudeikis hizo referencia a los chicos que le robaron la marihuana diciendo «me robó el elenco entero de «Annie» («Anita La Huerfanita», 1982)»; cuando quiso convencer a Rose de que se hiciera pasar por su esposa le dijo que la estaba rentando como pasó en «Pretty Woman» (1990); discutiendo con el resto de su falsa familia dijo que no se emocionaran que ellos no eran de la serie «The Brady Bunch» (1969); cuando querían deshacerse de una familia que los invitó a acampar, Rose sugirió que les cortaran la garganta mientras dormían y David dijo que él no era «Scarface» (1983); cuando iban llegando al local en México donde recogerían la marihuana, vio a un méxicano y dijo «creo que el actuó en «La Bamba» (1987)» y cuando Kenny le sugirió que utilizara un disfraz para viajar a México, David dijo sarcásticamente que se disfrazaría de Bane de «The Dark Knight Rises» (2012) e imitó la icónica voz del personaje interpretado por Tom Hardy. Además, en otras ocasiones también hicieron alusión a la película familiar «Free Willy» (1993) y «Spider-Man» (2002).

Otro aspecto que me gustó fue el guiño que nos hace el director a través del personaje de Sudeikis en una escena en que Rose hace un baile erótico para corroborarle al narcotraficante Pablo Chacón de que los cuatro no eran familia y que ella era una bailarina exótica. En esa escena, Rose se desnuda hasta quedar en su ropa interior y convenientemente encuentra un tubo y una ducha para aumentar el erotismo del baile en lo que era un hangar de almacenamiento. En ese momento cuando Rose está bajo la ducha en el clímax de su baile, la cámara enfoca a Sudeikis, quien mira directo a cámara y hace un gesto de «es una comedia, está permitido este tipo de escenas convenientes»; casi como si hubiera una cabina telefónica en el medio de la nada tras un ataque de pájaros asesinos.

En fin, «We’re The Millers» es una excelente comedia que no pueden dejar de ver. Está muy bien realizada, con situaciones que van in crescendo, y que mantienen la atención y la diversión en todo momento. Está en un mismo nivel con «Horrible Bosses» y «The Hangover» (la primera película), con muchos factores sorpresa y, como toda película hollywoodense, con su final feliz y tentativo a una segunda parte. Recuerden que no es una película para menores de 18 años, ya que se utiliza lenguaje soez, muchas escenas donde muestran drogas, vandalismo, nudismo y conversaciones sexuales. Pero para adultos, ¡Recomendada 100%!

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Escrito Por: Enrique Kirchman