***Alerta: Datos importantes de la película son revelados***
Finalmente, esta semana se estrenó la tan esperada secuela «The Hunger Games: Catching Fire» («Los Juegos Del Hambre: En Llamas») dirigida por Francis Lawrence («I Am Legend»), con las actuaciones de Jennifer Lawrence («Silver Linings Playbook»), Josh Hutcherson («The Kids Are All Right»), Liam Hemsworth («The Expendables 2»), Woody Harrelson («Now You See Me»), Donald Sutherland («The Italian Job»), Elizabeth Banks («Man On A Ledge»), Stanley Tucci («Devil Wears Prada»), Lenny Kravitz («Precious»), Phillip Seymour Hoffman («Capote»), Jena Malone («Sucker Punch») y Sam Claflin («Snow White And The Huntsman»). En esta ocasión, para los fanáticos de los libros y la primera película, Katniss y Peeta ya son los vencedores de los últimos Juegos del Hambre. El público siguió de cerca su historia, con la cual crearon un antes y después en los juegos, siendo dos (en vez de uno) los sobrevivientes. Se inventaron un amorío para capturar la atención, generar simpatía y empatía entre el público y los patrocinadores, por lo que los líderes del Capitolio no tuvieron otro remedio que aceptarlos a los dos como los victoriosos. Sin embargo, sin ellos darse cuenta, se convirtieron en modelos inspiradores para el resto de los distritos, y ahora su existencia amenaza al Capitolio con una posible revolución. Por tal motivo, el presidente Snow altera las normas de los próximos Juegos del Hambre, advirtiendo que participarán exclusivamente pasados campeones de los juegos sin importar edad ni sexo, e igualmente serán elegidos dos por distrito. Nuevamente Katniss y Peeta son elegidos, para competir con pasados campeones expertos en distintas áreas, con lo cual, la mejor de las opciones es buscar aliados entre los participantes.
La película inicia dedicándole gran parte del primer acto al paradigma de los protagonistas: su nueva vida en un mejor lugar donde viven los campeones del Distrito 12, con una vida económica mucho más estable que antes, cómodos y con sus familias. Peeta y Katniss viven vidas separadas, simulando de vez en cuando, estar enamorados para las cámaras. De ahí, pasan a mostrar las amenazas del presidente a Katniss, el tour que deben hacer los campeones por los distintos distritos para realzar la imagen del Capitolio y, sobre todo, la admiración que sienten las masas populares por ellos (tanto las pobres como las adineradas).
En mi opinión, ese primer acto fue un poco largo y tedioso, dedicándole también gran parte a la relación amorosa entre Katniss y Gale, y la nueva actitud de rebelde de éste. En consecuencia, las escenas de acción cuando están en la arena de competencia, ocurren a partir de la mitad de la película, y aún así, son pocos los momentos de lucha que se ven. Se perdieron muchos momentos en escenas que, a mi parecer, no aportaban mucho al resto de la historia. Escenas en que literalmente no pasaba nada. Mientras que en la primera película mostraban más combates y las formas en que cada competidor lograba eliminar a otro, en esta secuela la mayoría murió ‘off screen‘ (fuera de escena), solo nos enterábamos por el reconocible cañonazo que anuncia la muerte de alguien. Hubo momentos que el público agradeció: como la aparente duda sentimental de Katniss entre Gale y Peeta, cuando aquella muestra preocupación e interés por Peeta durante la competencia, y cuando inesperadamente se dan un apasionado beso. Otro momento en que el público, inclusive, reaccionó con aplausos, fue en la escena en que Katniss lanza una flecha hacia el cielo para destruir el campo de fuerza que rodea la arena, mediante el cual el Capitolio controlaba la suerte de los competidores.
Sin embargo, luego que el campo de fuerza se destruye, Katniss, quien resultó herida, es sacada de la arena por una nave liderada por Haymitch, Gale, Finnick y Plutarch. Durante la competencia, la mitad de los competidores habían acordado proteger a Katniss, bajo acuerdo previo con Haymitch y Plutarch, quienes planean una revolución. Sin embargo, a través de los diálogos finales entre Gale y Katniss es que nos enteramos que todo el Distrito 12 ha sido destruido como represalia a los actos de Katniss, y que tanto Peeta como Johanna (una de las aliadas) fueron capturados. Me parece que la película hubiera sido mucho más interesante si en vez de que el espectador se enterara por una conversación entre dos personajes, hubieran mostrado las escenas de lo que ocurrió tanto con Johanna y Peeta como con el Distrito 12. Esas escenas son las que agregan el drama a una historia que, a pesar de su target juvenil, toca aspectos bastante profundos sobre la división de clases sociales, los poderes políticos corruptos y el rol controlador de los medios de comunicación.
En cuanto al contenido de la trama, «The Hunger Games: Catching Fire» resulta en una atinada historia dentro del contexto sociocultural y político de la actualidad mundial. En el presente (y lo podemos apreciar claramente en Panamá), la política está utilizando más que nunca los medios de comunicación en todos sus formatos para manipular las masas. Los noticieros, las publicidades, los reality shows, los talk shows, etc; todos están plagados de ideologías políticas marcadas y directas (otras más indirectas y enmascaradas) para sembrar un pensamiento definido en las masas.
En el caso de «The Hunger Games», el personaje de Katniss es deificado a raíz de un siniestro juego en el cual la gente se ve obligada a participar por el Capitolio, con la única consigna de matar o morir. Luego que sale campeona, su imagen es resaltada en los medios, no solo como victoriosa en los Juegos del Hambre, sino también en aspectos personales e íntimos, como su falso amorío con Peeta. Se convirtió en una celebridad a raíz de un morboso reality show (nada lejos de los realities que vemos actualmente en televisión). La diferencia con la realidad es que, en el caso de Katniss, ella representa una esperanza para un pueblo oprimido. Los medios han prostituido su imagen en busca de ratings, porque saben que es la sensación del momento; sin embargo, ese sensacionalismo ha sido un arma de doble filo tanto para la televisión como para el Capitolio, porque lo que ellos vieron como producto en Katniss, la masa popular lo vio como una luz al final del túnel para finalmente atreverse a revelarse contra el imperialismo que los oprime.
Sin duda alguna, esta trilogía de libros (futura a convertirse en una tetralogía de películas, ya que el último libro será divido en dos películas: «The Hunger Games: Mockingjay Part 1», que estrena el 21 de noviembre de 2014 y «The Hunger Games: Mockingjay Part 2», que estrena el 20 de noviembre de 2015) escritos por Suzanne Collins contiene muchos mensajes codificados a través de una película con una estética futurista y pop, que atrae a las masas juveniles, para hacerlos reflexionar sobre la realidad actual. Tal vez, los Juegos del Hambre de nuestra realidad no son específicamente en una arena de competencia donde la consigna sea matar o morir, pero sin duda alguna estamos jugando el mismo juego siniestro todos los días a escala mundial, donde la división de clases se hace cada vez más notoria, donde un puñado selecto de la élite de cada país controla la nación y donde los medios de comunicación nos invaden visualmente con imágenes aparentemente inocentes, pero cargadas de ideologías que terminamos adoptando.
«The Hunger Games: Catching Fire», en definitiva, tiene algunos momentos de acción interesantes, aunque bastante predecibles. No decepciona, pero definitivamente no supera la primera película. En cuanto a las actuaciones, no cabe duda que Woody Harrelson en su papel de Haymitch y Elizabeth Banks como Effie se roban las escenas con personajes muy bien caracterizados desde el físico hasta su psicología. Otro personaje cuya actitud fue muy apreciada, fue el de Jena Malone como Johanna, quien le agregó algo de chispa y dinamismo a la trama.
Trailer:
Escrito Por: Enrique Kirchman
sigo pensando que el argumento da para mas, me parece que tendré que leerme los libros…
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Totalmente de acuerdo… Con las dos películas me he quedado como esperando algo más… Siento que se quedan cortos en la forma de contar la historia… tal vez, como dices, haya que leerse los libros para ver si el mal viene desde la literatura.
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He leído los libros y me parecen muy buenos. La diferencia es que son narrados en primera persona por Katniss. Creo que ha sido muy leal al libro la película y tuvo actuaciones muy buenas. Jena Malone destacó e incluso hizo más interesante de lo que ya era a Johanna
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Gracias por tu comentario, Sebatián! Tendremos que esperar las últimas dos películas, para ver cómo es el cierre de la historia (ya que yo no he leído los libros). Saludos!!!
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