***Alerta: Datos importantes de la película son revelados***

Dicen que para el amor no hay edad. Así se trate de mujeres adultas con chicos adolescentes u hombres adultos con chicas veinteañeras (o la combinación que prefieran), no creo que sea nada condenable si las dos personas se aman y se respetan. Sin embargo, hay situaciones extremas con las que simplemente uno tiene que luchar para aceptarlas, por más mente abierta que pretendamos tener. Y eso fue exactamente lo que me sucedió con la película «Adore»; tuve que luchar internamente para aceptar una situación que no es para nada aberrante, pero que no deja de ser extraña e incómoda.

Dirigida por Anne Fontaine («Coco Avant Chanel»), y protagonizada por Naomi Watts («The Impossible»), Robin Wright («House Of Cards»), James Frecheville («Animal Kingdom») y Xavier Samuel («Anonymous»), este drama romántico se adentra en la vida de dos amigas de la infancia que se han vuelto inseparables, aún cuando cada una formó su propia familia. Lil vive con su hijo Ian, cuyo padre murió cuando era niño; mientras que Roz vive con su hijo Tom y con su esposo Harold, quien viaja constantemente por trabajo. Ian y Tom son tan grandes amigos como sus madres, pero la amistad tanto de ellos como de ellas se pondrá a prueba cuando Ian empieza a sentir algo por Roz (la madre de Tom) y tiene relaciones sexuales con ella. Cuando Tom los descubre, sin que ellos sepan, va en busca de Lil (la madre de Ian) para conquistarla y tener sexo con ella también en venganza. Sin darse cuenta, los cuatro inician una relación que los une cada vez más como amigos y como familia, pasando una línea muy delgada que puede desembocar en un apasionado y eterno amor o en el mayor error de sus vidas.

«Adore» atraviesa por ciertos tabúes de las relaciones amorosas y sexuales, que dan pie a una serie de etiquetas sociales basadas en estereotipos absurdos. Por ejemplo, ver a dos mujeres que mantienen una amistad de muchos años, que todo el tiempo están juntas, y que se preocupan una por la otra, inmediatamente levanta sospechas infundadas de que tal vez ambas mujeres sean lesbianas y están teniendo una relación amorosa. Lo mismo podría llegar a pensarse de los hijos, quienes siempre están juntos y a quienes no se les conoce ninguna chica, porque se la pasan con sus madres. Sin embargo, esas etiquetas están lejos de la realidad que estos cuatro personajes viven.

En cuanto a los tabúes, el mayor de ellos es el de una mujer de avanzada edad teniendo una relación sexual y amorosa con un adolescente. Estos tipos de relaciones —como la de Demi Moore con Ashton Kutcher— siempre han dado de qué hablar en la sociedad, y han sido menos aceptadas que ver a un hombre mayor con una adolescente. Pero en la trama de «Adore», el tabú se acrecienta cuando no solo se tratan de mujeres mayores, sino que cada una sale con el hijo de la otra. Es en ese punto que la situación se torna un poco incómoda para que nuestra «mente abierta» lo acepte como algo normal. Es cierto que una de ellas, Lil, es viuda y no tiene nada que perder; pero Roz estaba casada en el momento en que Ian la sedujo, de hecho ese fue indirectamente el motivo de su eventual divorcio.

Aunque todo parece ser color de rosa para ambas parejas, dos amigas que comparten más que una amistad (también comparten los hijos), la película también plantea la preocupación de toda mujer cuando se acerca cada vez más a su inevitable envejecimiento y que físicamente deje de ser atractiva para un chico que se encuentra en la plenitud de su vida. Este cuestionamiento mantiene la situación dentro de la normalidad, además de los continuos intentos de terminar ambas relaciones y dejar que los chicos hagan sus vidas con mujeres de su edad, que es lo que eventualmente sucede. Lil decide terminar su relación con Tom, cuando éste empieza a tener una relación con otra chica. Roz decide sacrificar su relación con Ian y hace lo mismo, a pesar de que Ian se rehusa a tal decisión, debido a lo perdidamente enamorado que está de Roz. Sin embargo, pasa el tiempo y tanto Ian como Tom hacen sus vidas, se casan y cada uno tiene una hija con su respectiva esposa.

Todo vuelve a resultar un tanto bizarro, cuando a pesar de todo el tiempo transcurrido, Ian descubre que Tom y su madre aún mantiene una relación amorosa a escondidas de todos, convirtiéndose en la amante de Tom. Esto devasta totalmente a Ian, quien se casó para olvidar a Roz, cuando ella decidió terminar la relación entre ellos para darle apoyo moral a Lil. En ese momento, Ian estalla en una discusión con Roz y le cuenta que acaba de ver a su madre teniendo relaciones con Tom. Ian le reprocha a Roz el que se hayan sacrificado por ellos, cuando ellos siguieron teniendo relaciones a escondidas. Ian gritaba enojado sin darse cuenta que tanto su esposa como la esposa de Tom estaban escuchando la discusión; luego no les quedó más remedio que contarles la verdad.

Ambas esposas abandonaron la casa con sus hijas, y pidieron nunca más volver a ver a ninguno de los cuatro. Ian y Tom vuelven a vivir con sus madres, y aunque enojados entre ellos, todo parece indicar que retomaron sus relaciones amorosas nuevamente, ahora que sus esposas están fuera de sus vidas. En otras palabras, lo que parecía una locura, un gran error, resultó ser realmente un amor verdadero. Aunque la sociedad lo vea como abominable, si desde un principio hubieran sido honestos con sus sentimientos, no hubieran tenido que pasar por el mal trago de herir a terceras personas, y mucho menos, de involucrar a sus pequeñas hijas en un asunto familiar tan confuso. Imagínense que la esposa de Ian tenga que explicarle a su hija el por qué se divorció de su padre… La explicación sería algo así: «tu padre me engañó con la abuela de tu amiguita«. Suena un poco raro.

Fetichista, morbosa, sexualmente excitante e incitadora de fantasías, es la forma en que se puede describir la historia de «Adore». ¿Qué chico no fantaseó con una mujer madura? ¿Qué chico no miró con lujuria a la madre de un amigo? Y aunque muchas madres no lo admitan, ¿qué mujer no fantaseó con el amigo de su hijo? Sin duda alguna, se lleva todos los aplausos la actuación de Robin Wright, quien no solo participó de los momentos más dramáticos, sino de los de mayor sensualidad en la película. Aunque sea una historia un tanto impactante, Fontaine expresa en «Adore» el sentimiento que muchos hombres comparten en broma durante sus juventud, y la frustración que muchas mujeres sienten durante su madurez. Vivir y dejar vivir… Ese tal vez es el modo de pensar, porque la vida es muy corta…

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Escrito Por: Enrique Kirchman