El pasado 25 de diciembre de 2013, la serie británica «Downton Abbey» transmitió su episodio final de la cuarta temporada, el cual prometían que traería muchas sorpresas y posibles escándalos. Sin embargo, luego de ver el episodio, me quedé con ganas de más. Definitivamente, el final de esta temporada no supera en nada las pasadas, que nos dejaron de alguna u otra forma en estado de shock. Este episodio nueve, transmitido como un especial de dos horas, fue bastante tranquilo y normal, como un episodio de inicio de temporada que no crea expectativa alguna en el espectador para querer ver la quinta temporada.
El episodio se resume en que toda la familia Crawley viaja a Londres para celebrar la presentación de Rose a la sociedad como debutante, en un evento que incluye la presencia de la familia real de Inglaterra. El gran escándalo que se promocionaba como narrativa de este episodio era que el estafador Sr. Sampson robaría una carta escrita por el Príncipe de Gales a su amante, la señorita Dudley Ward, con el propósito de chantajear a la familia real. Cuando Rose, quien se había hecho amiga de la señorita Ward durante una cena con el Príncipe, se da cuenta que la carta ha sido robada, inmediatamente sospecha de Sampson y pide a su tío Robert, a su tía Cora y a su prima Mary que la ayuden a recuperarla antes que se arme un escándalo. Al final, también con ayuda de Bates, la carta es arrebatada del poder de Sampson y no pasa a mayores. El Príncipe finalmente va a la fiesta privada de debutantes de Rose, sin ser invitado, y pide iniciar el baile con ella, dándole un gran estatus a la familia Crawley con su visita.
Entre otras cosas que sucedieron en el episodio, la señora Hughes descubre que el señor Bates sí estuvo en Picadilly, Londres, para la época en que el valet del señor Gillingham murió accidentalmente; lo que quiere decir que Bates pudo ser quien lo mató, en venganza por haber violado a su esposa Anna. La señora Hughes le confía a Lady Mary lo que acaba de descubrir. Lady Mary quiere encarar a Bates y denunciarlo, pero cuando él recupera la carta del Príncipe y evita el escándalo, ella se da cuenta que debe ser fiel a sus sirvientes, al igual que ellos lo son con su familia, puesto que al final, Bates solo hizo justicia.
Dentro de los aspectos más enternecedores del episodio, aunque bastante previsible, es que la Sra. Hughes parece que finalmente le coqueteó directamente a Carson en la playa, diciéndole que «puede agarrar su mano cada vez que quiera sentirse estable», además de sugerirle «vivir un poco». Ambos se toman de la mano y camina a orillas de la playa. Un momento tierno de estos dos apreciados personajes de la serie, lo que sugiere que en la quinta temporada tal vez veamos alguna unión romántica entre ellos.
Lo más entretenido del episodio fue, sin lugar a dudas, las constantes indirectas y enfrentamientos entre la madre de Robert —la Condesa Violet— y la madre de Cora —Martha Levinson. No hay duda de que, tanto la actriz Maggie Smith (Violet) como Shirley MacLaine (Martha Levinson) le agregan gran comicidad a la serie con sus discusiones. Mientras tanto, el rol de Paul Giamatti, interpretando al hermano de Cora, Harold Levinson, no fue tan extraordinario como se pensaba. A pesar de que Giamatti es un excelente actor, su personaje no realmente aprovechado en este episodio, ya que aunque tuvo bastante protagonismo, el personaje no ofreció grandes giros a la trama.
La quinta temporada de «Downton Abbey» está prevista para finales de 2014, aún sin una fecha específica de estreno. La serie fue nominada a los Golden Globes como Mejor Serie Dramática, cuya ceremonia de premiación se llevará a cabo el 12 de enero de 2014.
Escrito Por: Enrique Kirchman