El siglo XXI significó para el mundo un período de gran avance sociocultural, cuando en el año 2000 Holanda se convirtió en el primer país del globo en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. De ahí en adelante, sirvió como ejemplo para otros países europeos que le siguieron como Bélgica en 2003 y España en 2005. Luego se unió Canadá, por parte del continente americano, también en 2005, y ese mismo año también lo hizo Sudáfrica. Así siguió los pasos Noruega, Suecia, Portugal e Islandia. En 2010, orgullosamente, Argentina se convirtió en el primer país latinoamericano en aprobar esta ley. Después entró Dinamarca en 2012 y Francia y Uruguay en 2013. Cabe destacar que los estados de Massachusetts, Connecticut, Iowa, Vermont, New Hampshire, Nueva York, Maryland, Washington y Maine en Estados Unidos, también han aprobado la ley. En total, 14 países reconocen la unión matrimonial entre personas del mismo sexo. Parece ser que en una década y media se ha avanzado bastante en el tema. Lo que antes era una aberración, ahora se está aceptando como parte de la sociedad, tal cual como sucedió con la erradicación de la esclavitud y la discriminación a la raza negra, tal cual como sucedió cuando se integró a la mujer activamente en la sociedad y de la misma forma como está sucediendo ahora con países latinoamericanos, que están sobresaliendo por encima de aquellos que una vez fueron potencia y ahora están en crisis. El mundo parece estar cambiando.
Sin embargo, de esos países mencionados, no vemos que ninguno pertenece a oriente medio. ¿Qué pasa en ese sector del mundo? Bueno, si bien Israel no ha aprobado el matrimonio gay, sí se convirtió en el primer país del mundo en reconocer la unión matrimonial de personas del mismo sexo en el extranjero; en otras palabras, la pareja gay que se case en Holanda (o cualquiera de los otros países mencionados), podrá ser reconocida como tal en Israel. Además, reconocen la unión de parejas homosexuales, las protegen por ley, y le otorgan los mismos derechos que una pareja casada, sin aún reconocerse el matrimonio. Entre otras cosas, Israel (y Turquía) es uno de los países que más abiertamente reconoce, defiende y celebra la unión homosexual. Por decirlo de otra forma, es un país «gay friendly».
¿Qué sucede con el país fronterizo Palestina? Esto es precisamente lo que el director Michael Mayer expone en su película «Out In The Dark», protagonizada por Nicholas Jacob (como el palestino de nombre Nimer) y Michael Aloni (como el israelí de nombre Roy). Nimer es un chico palestino homosexual que aplicó para estudiar una carrera en Israel, que de cierta forma es una excusa para poder vivir libremente como homosexual sin el temor de ser apresado en Palestina. En Palestina, ser homosexual es ilegal. La sodomía es castigada con dos a nueve años de cárcel, si la persona es descubierta en pleno acto sexual. No conforme con eso, la religión oficial de Palestina es el islam, que condena igualmente la homosexualidad, por lo que las mismas familias niegan la existencia de estas inclinaciones o preferencias sexuales dentro de su núcleo. Con justa razón, Nimer debe esconder su homosexualidad de su familia, especialmente de su hermano, que pertenece a un grupo de rebeldes que lucha en contra de los israelí.
La historia de «Out In The Dark» se centra en Nimer y cómo éste llega a conocer de forma casual a Roy, un chico abogado, israelí, en un bar gay de Tel Aviv. Ambos se gustan y empiezan una relación. Nimer pasa días en el apartamento de Roy, quien luego lo lleva a conocer a sus padres. A este punto, el director inclusive nos muestra una situación muy natural y común cuando Roy presenta a Nimer a sus padres. Los padres expresan cierto recelo, porque aparentemente Roy recién acaba de contarles que era gay y ya les estaba presentando a una pareja, lo que para la madre resultó un poco pronto. O sea que, a pesar de las libertades en Israel, el director nos muestra que como en todo lugar, hay familias a las que todavía les cuesta trabajo aceptar esa situación.
El gran problema que enfrenta Nimer es que en Israel el gobierno está anuente que muchos homosexuales (principalmente hombres) emigran de Palestina hacia Tel Aviv para no ser perseguidos en su país. La gran mayoría está indocumentado o tiene permisos temporales, por lo que, una vez en Israel, estos palestinos se esconden para no ser deportados a Palestina, donde probablemente enfrentarán la cárcel, el repudio de sus familiares y, en el peor de los casos, la muerte. En la película muestran a uno de los amigos homosexuales de Nimer, de nombre Mustafá, que también es palestino pero vive en Israel, y que tiene contacto con un oficial de inteligencia de Israel, a quien le soplaba datos sobre los rebeldes palestinos. Es muy común que los palestinos acusen a los homosexuales de su país que emigran a Israel como espías y traidores (para que sean apresados y deportados). En el caso de la película, como el oficial de inteligencia no pudo sacarle más información al amigo de Nimer, lo deportó a Palestina donde fue capturado por el hermano de Nimer y asesinado. Ese mismo oficial hace contacto con Nimer y trata de incorporarlo como su informante, sabiendo que su hermano es uno de los rebeldes. Nimer se niega y el oficial amenaza con negarle su permiso para estudiar en Israel.
La situación se complica para Nimer cuando un día recibe un mensaje de texto de Roy que pedía que lo llamara, y al final le dice «Te quiero«. La hermana de Nimer, que es muy apegada a él, lee el mensaje cuando Nimer dejó su celular en las escaleras. Su hermana, a pesar que lo adora, se sintió más atormentada por su cultura, su religión, que decidió contarle todo a su madre y a su hermano mayor. Su madre lo acusa de desvergonzar a la familia y le pide a su hijo mayor que se lo lleve lejos y lo desaparezca, o sino le traería problemas si se entera la gente. Su hermano, aún cuando lo amenaza de muerte, lo lleva a un sitio desde donde puede escaparse hacia Israel ilegalmente y lo obliga a marcharse, luego le hace creer a sus compañeros rebeldes que ha matado a su hermano menor. Nimer, quien omite contarle todo lo que le sucedía a Roy, lo busca para pedirle ayuda; pero cuando Roy se da cuenta que Nimer ha escapado de Palestina e ingresado a Israel ilegalmente, donde es buscado por el oficial de inteligencia, Roy decide echarlo de su casa; sin embargo, en poco tiempo arriesga todo para ayudarlo, porque se ha enamorado. Roy logró embarcar a Nimer hacia Francia en un yate privado de un cliente que le debía un favor. Acordaron que él se iría en el yate y Roy viajaría en avión a Francia donde se reencontrarían y empezarían una nueva vida. Pero mientras Nimer escapaba, Roy fue apresado por el oficial de inteligencia que se dio cuenta que él protegía a Nimer. Nimer escapó, pero según el final de la película, nunca se reencontraría con Roy.
La película es definitivamente angustiante. Un drama poderoso que adentra al espectador en esa mentalidad arcaica, fiel a la religión y sus costumbres, que puede llegar a castigar a una persona por razones que se dan producto de la naturaleza y no de la voluntad humana. Política, sociedad, cultura y religión envuelven esta trama, acercándonos a una situación que sufren cientos de palestinos. Hombres y mujeres que emigran de su país por que no pueden amar libremente. Y lo que es peor, personas que se quedan a vivir una vida que no desean, por temor a ser apresados, torturados o asesinados.
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Escrito Por: Enrique Kirchman
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