Foto: Jared Leto (izq) como Rayon y Matthew McConaughey como Ron Woodroof en «Dallas Buyers Club».
***Alerta: Datos importantes de la película son revelados***
En 1986, el electricista, vaquero, mujeriego y homofóbico Ron Woodroof, oriundo de Texas, fue diagnosticado VIH positivo. Woodroof, quien al principio se negó al diagnóstico por pensar ignorantemente que el virus solo lo padecían los homosexuales, investigó sobre las formas de contagio y los distintos tratamientos para controlar la enfermedad y alargar el período de vida, ya que a él solo le daban 30 días máximo, debido a que, por consumir tantas drogas, ya padecía del SIDA. Woodroof encontró información de medicamentos que se aplicaban en otros países como Alemania, Francia e Israel, pero que, a pesar de funcionar en los pacientes con SIDA, no habían sido aprobados por la FDA (Food and Drug Administration) en Estados Unidos, donde apenas estaban empezando a hacer pruebas con AZT. Woodroof no se dio por vencido, y en lugar de echarse a morir, buscó la forma de obtener dichos medicamentos y suministrárselos a quienes padecieran de la mortal enfermedad a través de lo que el mismo llamó el Dallas Buyers Club. Un club a través del cual las personas pagaban una membresía de $400 dólares y recibían todas las medicinas que necesitaran para su tratamiento. Woodroof se convirtió en una amenaza para la FDA y para las farmacéuticas.
Foto: El verdadero Ron Woodroof.
Este fragmento de la vida de Ron Woodroof, desde que descubrió que tenía SIDA, su lucha por sobrevivir, hasta su muerte seis años después de su diagnóstico, es lo que el director Jean-Marc Vallée (quien dirigió «C.R.A.Z.Y.» y «The Young Victoria») nos relata en su más reciente filme «Dallas Buyers Club», el cual fue protagonizado por Matthew McConaughey («The Paperboy») como Ron Woodroof, con las actuaciones adicionales de Jared Leto («Requiem For A Dream») y Jennifer Garner («The Invention Of Lying»).
La historia de Woodroof no solo repasa la ignorancia que existía en la década de los 80’s con respecto a esta enfermedad: como por ejemplo, el creer que solo la padecían homosexuales o drogadictos, el creer que se contagiaba por tocar al enfermo, entre otras cosas; sino también nos muestra las conflictos socioculturales que atravesaron cientos de enfermos de SIDA. Por un lado está la discriminación, que fue lo que le sucedió al mismo Ron, cuando sus amigos lo apartaron y lo tildaron de homosexual. También se puede ver el mismo comportamiento homofóbico de Ron para con Rayon (Leto), al principio de la historia, hasta que finalmente cambia su forma de pensar cuando el mismo experimenta el ser discriminado.
El principal aspecto social que trata esta película, y que fue la razón por la cual la historia de Ron Woodroof hizo tanto eco internacional, es el punto de vista de la FDA, de los hospitales y de las empresas productoras de fármacos. O sea, no estamos hablando de ver qué medicamento es más efectivo para curar una tos, o qué champú es el más conveniente para curar la caspa… ¡No! Estamos hablando de un medicamento que le puede brindar calidad de vida a una persona que está sentenciada a muerte por esta enfermedad. Sin embargo, lastimosamente, hay quienes siguen dándole prioridad al dinero, y en vez de aprobar medicamentos cuya efectividad ya se ha comprobado en otros países, prefieren iniciar pruebas (cuando hay cientos de enfermos crónicos) durante un año, para entonces ver si funciona o no; solo para que una empresa en particular aproveche el negocio que conlleva estar enfermo de SIDA. ¡Da asco solo pensar que existan personas así!
«Dallas Buyers Club» es sin duda impresionante. Tiene imágenes fuertes desde el punto de vista de la decadencia producida por la enfermedad, lo cual se deja ver a través de las increíblemente maravillosas actuaciones de Matthew McConaughey y Jared Leto. Por un lado, McConaughey, quien tuvo que bajar 30 libras para hacer este personaje, no solo nos incomoda con su evidente bajo peso, sino que nos cautiva con su astucia, su insolencia, su rudeza, y a la misma vez, su gentileza. Su personaje sufre altibajos que requieren de una excelente preparación, recorriendo un arco de transformación completo del personaje, cuya experiencia pocos actores pueden experimentar. Por otro lado, Leto, a pesar de ser un actor de reparto, nos deslumbra y nos cautiva como el travestido Rayon. Su personaje tiene esa picardía que hace chispas cuando está en escena junto a McConaughey. Es esta unión de ambos actores la que le da ese sentido divertido a la historia, pero ambos se enfrentan a escenas bastante dramáticas y deprimentes, cuyas imágenes quedarán grabadas en nuestras memorias.
Esta película fue nominada a seis premios Oscar 2014: Mejor Película, Mejor Actor (para Matthew McConaughey), Mejor Actor de Reparto (para Jared Leto), Mejor Guion, Mejor Maquillaje y Mejor Edición. No hay duda que McConaughey, quien ganó el Golden Globe como Mejor Actor Drama por esta película, también se llevará el Oscar en la misma categoría en la que compite con Leonardo DiCaprio por «The Wolf Of Wall Street» (película en la cual también actuó McConaughey). Lastimosamente, DiCaprio tendrá que presenciar nuevamente cómo otro actor le arrebata la estatuilla, aunque esta vez, es con justa razón artística. Jared Leto, por su parte, también será sin duda el ganador de Oscar en su categoría, ya que este papel es uno de los mejores de su carrera.
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Escrito Por: Enrique Kirchman