Poco antes de la llegada del siglo XXI, y con él, la revolución cibernética, los medios de comunicación fueron adquiriendo mayor fuerza e influencia por la facilidad de penetración en la mente de la población: la radio, la televisión, la prensa escrita (diarios, revista, tabloides) y el internet en todas sus formas, principalmente, hicieron más accesible la información. Esto, por supuesto, cambió el modo de comunicar, alteró los procedimientos y conocimientos de las viejas escuelas de comunicación, trivializó el contenido, teniendo como resultado y principal objetivo, la manipulación descarada del público a través del uso de la violencia simbólica —que no es otra cosa que diversos mecanismos de comunicación para desviar la mirada del público de lo que en realidad debe ser noticia—.

En 2012, el productor y escritor Aaron Sorkin —ganador del Oscar por «The Social Network» (2010) en la categoría de mejor adaptación y nominado en la misma categoría, al año siguiente, por «Moneyball» (2011)— creó la serie «The Newsroom», la cual aborda, entre dramáticas noticias de la vida real e inteligentes diálogos sarcásticos, los do’s and don’ts del mundo de las noticias. Protagonizada por Jeff Daniels («Good Night, And Good Luck») y Emily Mortimer («Hugo»), con las actuaciones adicionales de un excelente ensamble de actores como John Gallagher Jr. («Pieces Of April»), Dev Patel («Slumdog Millionaire»), Thomas Sadoski («As The World Turns»), Olivia Munn («Magic Mike»), Alison Pill («Midnight In Paris»), Sam Waterston («Law & Order») y Jane Fonda («The Butler»); la serie trata del célebre presentador de noticias Will McAvoy (Daniels), quien se ve obligado a trabajar, de la noche a la mañana, con un nuevo equipo de noticias que incluye a su exnovia McKenzie McHale (Mortimer) como la nueva productora ejecutiva del noticiero Night News, al cual le dan un giro de 180° grados, en cuanto al contenido que presentan. Mientras que con su anterior productor ejecutivo Don (Sadoski) el programa tenía contenidos que no eran precisamente considerados noticias, y que el personaje Leona Lansing (Fonda), dueña de la cadena de televisión, define como «historias de interés humano: obesidad, cáncer de mama, ancianas teniendo bebés, iPhones«; con McHale y el apoyo de Charlie Skinner (Waterston), el noticiero dio un vuelco a investigaciones más profundas y de interés económico y sociopolítico.

El primer episodio inicia con una gran crítica a Estados Unidos. Will está sentado en un panel universitario junto con representantes de los partidos demócrata y republicano, y una estudiante les pide que digan en pocas palabras ¿por qué Estados Unidos es el mejor país del mundo? Mientras la representante del partido demócrata responde que por «la diversidad y la oportunidad» y el republicano responde que «por la libertad y la libertad, y que se mantenga así«; Will contesta con una broma, pero el mediador le insiste repetidas veces que dé una respuesta seria. Will finalmente contesta con enojo y de forma verbalmente violenta:

No es el mejor país del mundo, profesor. Esa es mi respuesta… ¿Le vas a decir a los estudiantes que Estados Unidos es tan radiantemente genial que somos los únicos en el mundo con libertad? Canadá tiene libertad, Japón tiene libertad, Reino Unidos, Francia, Italia, Alemania, España, Australia… ¡Bélgica tiene libertad! Hay 207 estados soberanos en el mundo, y unos 180 de ellos tiene libertad. Y, sí, tú, chica de la hermandad, en caso de que accidentalmente tropieces con una cabina de votos un día, hay algunas cosas que deberías saber. Una de ellas es que no hay absolutamente ninguna evidencia que respalde la afirmación de que somos el mejor país del mundo. Somos los séptimos en alfabetización, los #27 en matemáticas, #22 en ciencias, #49 en esperanza de vida, #178 en mortalidad infantil, terceros en ingresos medios de ciudadanos, cuartos en fuerza laboral y cuartos en exportaciones. Lideramos el mundo solo en tres categorías: número de ciudadanos encarcelados per cápita, número de adultos que creen que los ángeles son reales, y en gasto en defensa, en el que gastamos más que los siguientes 26 países juntos, 25 de los cuales son aliados. Nada de esto es culpa de una universitaria de 20 años, no obstante, sin duda eres miembro de uno de los peores periodos de los periodos de generaciones de todos los periodos. Así que cuando me preguntas qué nos hace el mejor país del mundo, no tengo la más puta idea de lo que estás hablando.

Con este monólogo de Will McAvoy, no solo nos damos cuenta de que a nivel audiovisual estamos frente a una serie de televisión prometedora, sino también, que se trata de una serie que utiliza datos reales, que utiliza la noticia actual y nos la vuelve a transmitir como tal vez se debería de hacer en la vida real. «The Newsroom» toca temas actuales como la candidatura de Sarah Palin para vicepresidente de la campaña presidencial de John McCain, la legalidad del matrimonio de personas del mismo sexo y sus controversiales reacciones, la muerte de Osama Bin Laden y hasta las protestas en Egipto, entre muchas otras historias de actualidad. Lo que hace Sorkin y su grupo de directores es mostrarnos ¿Qué es en realidad noticia? ¿Cómo se transmite esa noticia al espectador? ¿Qué consideraciones debemos tener presente antes de revelar cierta información?¿Quiénes controlan el contenido informativo? Y, ¿por qué a los directivos de las cadenas de televisión les conviene que las noticias sigan manteniendo contenidos carentes de profundidad e interés social?

El personaje de Leona Lansing discute en los primeros episodios con Charlie Skinner por la nueva dirección que ha tomado el noticiero de Will. Sus historias has desenmascarado a un grupo poderoso de la sociedad estadounidense con el que Leona mantiene negocios, por lo tanto, insiste en que Will se limite a cubrir historias menos controversiales y más superficiales. Este tipo de situación la vemos en muchos países. En Panamá, el actual Presidente de la República, Ricardo Martinelli, es dueño de uno de los diarios nacionales (El Panamá América), por lo que su grupo de periodistas y editores nunca publica ningún tipo de contenido que sea negativo para el gobierno, por el contrario, solo habla de sus buenas obras. Aquí es donde entra lo de la violencia simbólica, de la cual habló el autor Pierre Bourdieu en su libro «Sobre La Televisión», lo cual es aplicable a cualquier medio. Dedicarle segmentos de información a noticias como lo rápido que se vendieron los iPhone 5S o las ventajas de comer chocolate, son lo que se definiría como ‘Crónicas de Sucesos‘ en violencia simbólica. Estas notas triviales lo que hacen es alejarnos de la noticia real, nos distraen de los verdaderos problemas que están sucediendo y que el público no se está enterando. Es lo mismo que Leona pretende hacer al pedir que Will hable de la obesidad o de ancianas embarazadas, o lo mismo que hace el diario Panamá América, al hablar de los beneficios del nuevo subterráneo de la ciudad, omitiendo los innumerables casos de corrupción en los que se ven implicados varios miembros del gobierno, incluido el Presidente. De esta forma se dan otros tipos de mecanismos de violencia simbólica como ‘Ocultar Mostrando‘, que es solo mostrar una parte de la noticia, y omitir la otra, para darle el sentido que el medio estime que es más efectivo; la ‘Circulación Circular‘, que es cuando todos los medios hablan de exactamente lo mismo hasta el cansancio, entre otros. Este tipo situaciones son las que expone inteligentemente «The Newsroom», y que nos llevarán, sin duda, a la reflexión.

La serie es, a todas luces, una autocrítica estadounidense. Obviamente, para entender algunos aspectos de la trama, es preciso estar un poco anuentes de la situación sociopolítica de Estados Unidos e, incluso, del mundo, porque en eso se basan las subtramas que apoyan el drama general de la serie, y sin ese conocimiento podría dificultarse la comprensión y el guiño que nos hacen. Siendo un programa sobre noticieros, evidentemente hay muchos diálogos, y por tal motivo, está lleno de diálogos inteligentes, dinámicos, espontáneos, naturales y realistas, que dejan relucir la impresionante química que existe entre todos y cada uno de sus personajes. No solo nos harán reír a carcajadas sus ocasionales conversaciones sin sentido, sino que también nos mantendrán bajo estrés por querer saber cómo acabará el episodio y si podrán conseguir su objetivo. Mucho diálogo acompañado de mucha acción dramática que en ningún momento cae en lo aburrido.

Como cualquier otra fórmula televisiva, la serie no se mantiene simplemente bajo el género dramático, sino que da espacio para el género romántico que siempre es muy apreciado en los espectadores. El aspecto romántico pasa desde los protagonistas Will y McKenzie con su perenne tensión sexual, como otras atracciones que surgen en el transcurso de la serie entre personajes como Jim y Maggie. A propósito de los personajes, las actuaciones de todos son excepcionales. Will es como el Dr. House de los noticieros: amargado, con serios problemas psicológicos, represiones, rencores, etc, la mayoría debido a aquella tensión con su ex; además es muy inteligente, caprichoso e impredecible, casi que una copia fiel del personaje de Hugh Laurie en «House M.D.» Lo cierto es que este ha sido tal vez uno de los mejores personajes que ha interpretado Jeff Daniels. Ni hablar de McKenzie y sus jocosas líneas de histeria, nerviosismo y culpabilidad; las vergüenzas que pasa Jim cada vez que trata de acercarse a Maggie, y las respuestas insólitas que ella tiene para todo. Un personaje que en particular me ha gustado mucho, no solo por su belleza, sino también por su jocosidad, es el de Sloan, la economista sexy con carácter, personalidad y una atractiva habilidad para hablar japonés fluido.

Un aspecto curioso de la serie es la continua referencia que hacen del cine. Por ejemplo, cuando Charlie dijo «Llevo 2 horas y media aquí sentado y no sé por qué. Es como ser parte del elenco de una película de Fellini«, o cuando Will dijo que necesitaba al equipo de «Inception» para que borraran de su mente las imágenes de McKenzie engañándolo con su exnovio. Además, en distintos episodios han nombrado al director Akira Kurosawa, a Kubrick, la película «Rocky II», «Good Will Hunting», «Madame Butterfly», «Gypsy», al comediante Groucho Marx, «The Wizard Of Oz», entre otros.

La serie ha sido nominada a dos Golden Globes como Mejor Drama y Mejor Actor para Jeff Daniels en 2013, quien ganó el Emmy en dicha categoría el mismo año. Actualmente tiene dos temporadas completas (la primera de 10 episodios y la segunda de 9 episodios) y regresará en su tercera temporada este año, probablemente que en el mes de julio.

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Escrito Por: Enrique Kirchman