A lo largo de la historia, las distintas sociedades en todas partes del mundo han condenado a todo aquel que se atreva a ir en contra de lo aceptado como normal en cada comunidad. Incluso en la antigua Grecia se consideraba ‘bárbaro’ a todo aquel que viviera fuera de la ‘polis’ (o la ciudad), como las amazonas o los centauros, que evidentemente eran diferentes a quienes sí se mantenían dentro de los parámetros. Cuando hablo de gente diferente que contradice lo aceptado como normal, no me refiero a delincuentes que atenten contra la seguridad de otras personas, sino a personas que simplemente se atreven a elegir un camino distinto al que sigue la mayoría en la sociedad: el niño que creció en una familia de economistas y decide estudiar pintura, la mujer que decide no tener hijos para dedicarse a levantar un negocio propio, el chico adinerado que vendió su empresa para vivir una vida sencilla en el campo, entre otros ejemplos de menor o mayor impacto. En fin, personas diferentes, con otras ideas, otros principios y otras filosofías de vida, capaces de analizar una misma situación desde distintos puntos de vista, con una mente abierta, lo que les permite tener otra visión, y esto a menudo es visto como algo raro por otros. Lo puede testificar la historia de la humanidad con personajes célebres como Leonardo Da Vinci, conocido por sus pinturas «La Gioconda» y «La Última Cena», pero quien sobresalió en astronomía, ingeniería, biología, mecánica, y prácticamente todas las posibles ramas a las que se puede dedicar un ser humano en su vida. Su interés por absolutamente todo, lo llevó a ser considerado muchas veces una amenaza para la sociedad de finales del siglo XV y principios del XVI. Diferente también fue Julio Verne, de quien se burló la sociedad del siglo XIX cuando en sus novelas «20,000 Leguas De Viaje Submarino» predijo el uso de submarinos y motores eléctricos, o cuando en «La Isla Misteriosa» predijo el uso de los ascensores o las naves espaciales en «De La Tierra A La Luna», todos elementos impensables en esa época. Así como Da Vinci y Verne, existieron muchos hombres que vivieron una vida distinta y marcaron la diferencia: Mandela, Ghandi, la Madre Teresa, la Princesa Diana, entre muchos otros, que impactaron la sociedad e incitaron el cambio. Estas personas en algún momento, todas, fueron una amenaza para un grupo poderoso de la sociedad, que le temía a lo que no comprendían y que ostentaban el poder sin necesidad de que alguien alterara el orden ni amenazara con hacer cambios. De eso se trata la película «Divergent».
Dirigida por Neil Burger, quien con tan solo seis largometrajes como director ha logrado interesantes películas como «The Illusionist» y «Limitless», y protagonizada por Shailene Woodley («The Descendants») con la participación adicional de Theo James («Underworld: Awakening»), Jai Courtney («A Good Day To Die Hard»), Ashley Judd («Double Jeopardy»), Kate Winslet («The Reader»), Miles Teller («Project X») y Zoë Kravitz («X-Men: First Class»), este thriller de ciencia ficción nos habla de una sociedad futurista localizada en la ciudad de Chicago (o lo que queda de ella) en donde se han organizado, separando a los miembros de la comunidad según aptitudes. Existen cinco facciones o grupos comunitarios: 1. Abnegación (para los desinteresados), 2. Amistad (para los pacíficos), 3. Candor (para los honestos), 4. Osados (para los valientes) y 5. Eruditos (para los inteligentes). La sociedad está gobernada por el grupo de Abnegación, por su incapacidad de ser corruptibles, sin embargo, la facción de los Eruditos, por ser la más inteligente, considera que la sociedad debe ser liderada por ellos. Bajo las órdenes de Jeanine (Winslet), los Eruditos en conjunto con algunos de los líderes de la facción de los Osados, idean una forma de inyectarle un suero a los miembros de los Osados con el que los pueden controlar a su antojo y hacer que se levante en armas para exterminar la casa de Abnegación, y así los Eruditos puedan liderar.
Tris (Woodley) y su hermano Caleb (interpretado por Ansel Elgort) son hijos de padres miembros de la facción de Abnegación, pero han llegado a la edad en que les toca elegir si quieren continuar en esa misma facción o quieren irse a otra. Una prueba mental les dictamina para qué facción son buenos, mas la decisión final es de ellos. Mientras que Caleb, para sorpresa de sus padres, elige entrar a la facción de Eruditos, los exámenes mentales de Tris revelaron que era buena para Abnegación, Eruditos o los Osados, lo cual era muy raro. Esto quiere decir que Tris es una divergente, porque es buena para cualquiera de las facciones, lo cual representa un riesgo para los demás que quieren mantener el poder. Tris debe elegir una facción y tratar de mantenerse oculta, porque si los Eruditos se dan cuenta que ella es divergente, la exterminarán. Así, Tris elige la facción de los Osados, rompiéndole el corazón a sus padres, porque eso significan que no verán más a sus hijos si están en otras facciones (ya que todas están físicamente separadas). Tris debe no solo pasar las difíciles pruebas físicas para ingresar a la facción de los valientes Osados, sino que deberá sobrevivir a las intimidaciones de uno de los líderes llamado Eric (Courtney) y al peligro de ser descubierta por ser divergente.
La película está basada en la novela homónima de Veronica Roth, que fue su ópera prima literaria, publicada en 2011. Aunque a simple vista parece ser otro intento de saga estilo «Twilight» o «The Hunger Games», esta película incluye una historia de amor mucho menos cliché y empalagosa que la de los vampiros y una trama igual de dramática que la de «The Hunger Games», pero con mayores enunciaciones sociopolíticas. Creo que esto es lo que me gusta de la literatura juvenil de ahora, que los autores, aunque crean evidentes novelas comerciales, al menos están dejando algo para reflexionar en la juventud: la separación de clases, los estereotipos, la riqueza mal repartida, la discriminación, la injusticia, la corrupción, y muchos otros aspectos que definen la decadencia de nuestra sociedad actual.
«Divergent» empieza algo explicativa y lenta, para introducirnos en el paradigma de la sociedad en la que habitan los personajes, pero luego va adquiriendo fuerza, se comienzan a entremezclar los géneros románticos, con el dramático y el suspenso, y nos dejan realmente interesados en la trama. Shailene Woodley ha demostrado ser una actriz versátil. Ya pasó su prueba actoral con dramas familiares como «The Descendants», donde compartió pantalla con George Clooney e hizo un excelente trabajo como adolescente rebelde, mientras que ahora se lanza a la acción con un personaje que demanda más preparación física, y logra atraparnos. Es agresiva, ágil y hasta tiene sentido del humor en su personaje de Tris, lo cual hace clic con su coprotagonista Theo James, a quien al principio le tenemos desconfianza, sin llegar a ser del todo predecible su romance.
Destacan principalmente las actuaciones de Jai Courtney y Kate Winslet como los antagonistas de la historia. Ambos son despiadados y crueles desde extremos distintos: Eric (Courtney) desde el aspecto físico, por la forma en que intimida y tortura a los iniciados de la facción de los Osados, y Jeanine (Winslet) desde el aspecto mental, por idear el plan de acabar con toda la facción de Abnegación mediante un suero que le da el poder de controlar la mente de los demás. Realmente que fueron excelentes personajes antagónicos.
La saga está compuesta de cuatro películas. Su secuela «Insurgent» se estrenará el 20 de marzo de 2015, luego «Allegiant: Part 1» se estrenará el 18 de marzo de 2016 y, por último, «Allegiant: Part 2», el 27 de marzo de 2017.
Trailer – «Divergent»:
Escrito Por: Enrique Kirchman