Una de las características más destacadas de las películas de acción, aparte de las constantes explosiones, disparos y peleas coreografiadas, es el carácter inmutable de sus protagonistas. Obviamente, el protagonista siempre es el héroe de la historia: Indiana Jones en «Raiders Of The Lost Ark», James Bond en «Diamonds Are Forever», John McClane en «Die Hard» o Ethan Hunt en «Mission: Impossible», por mencionar solo algunos de los más famosos. Si nos remitimos a cualquiera de ellos podremos observar que sus personajes al final de cada película son lo mismo que eran al inicio: hombres rudos, osados, ágiles, astutos, violentos, sin ningún tipo de drama muy profundo en sus vidas, más que la razón por la cual se encuentran en una situación de alto riesgo, que probablemente pueden resolver sin mayor temor ni problema.
Debo de admitir que con el pasar del tiempo, algunos personajes de acción han evolucionado, y los guionistas se han preocupado por darle más profundidad a sus biografías. Tal es el caso de James Bond en las tres últimas películas («Casino Royale», «Quantum Of Solace» y «Skyfall») protagonizadas por Daniel Craig, en las que hemos visto al agente 007 enfrentarse a problemas más dramáticos: desde la traición y muerte de su amada Viper (Eva Green), hasta la lamentable muerte de su jefa M (Judi Dench). Sin embargo, esta es la excepción a la regla, ya que la mayoría siguen siendo personajes huecos sin ningún atractivo mayor que sus músculos o habilidades en combate. Una prueba de esto es «Non-Stop», la nueva película de Jaume Collet-Serra, director de «Unknown» y «Orphan», en la cual actúa Liam Neeson («Taken»), Julianne Moore («Carrie»), Michelle Dockery («Downton Abbey») y Lupita Nyong’o («12 Years A Slave»).
La película gira alrededor de Bill Marks (Neeson), un policía que viaja encubierto en los aviones para asistir en caso de secuestros o cualquier otro motivo de seguridad durante el vuelo. En el guion, a Bill le quisieron dar un pasado turbio que incluye un serio problema de alcohol, producto de problemas personales que incluyen la muerte de su esposa y su hija hace varios años. Este tipo de biografías del personaje lo exponen como un ser que no tiene nada que perder, por lo que es difícil de amedrentar por sus atacantes, ya que no hay forma de amenazarlo con nada, porque perdió a su familia. Esto nos prepara para ver a un héroe feroz e intrépido, y efectivamente así lo es Bill Marks.
Inmediatamente después de que despega el avión, Bill recibe un mensaje en su línea privada de celular (por la cual se comunica con otro policía encubierto en el avión) de una persona misteriosa que le dice que si no le depositan $150 millones en su cuenta, cada 20 minutos alguien en el avión morirá. Ahora, Bill, con ayuda de la aeromoza Nancy (Dockery) y una pasajera llamada Jen (Moore) deberá encontrar quién es el terrorista que manda los mensajes en el avión y que amenaza con matar a los pasajeros, pero se verá entre la espada y la pared, cuando los pasajeros se empiezan a inquietar e incluso a sospechar que tal vez Bill es el terrorista.
La película, sin duda, mantiene al espectador al filo del asiento, tratando de encontrar, junto al protagonista, quién es el asesino y por qué lo hace. De alguna forma se las arreglan para hacernos dudar entre los distintos sospechosos, e incluso, a preguntarnos si no hay otras personas involucradas. Lo cierto es que, mientras la trama tiene apreciables niveles de suspenso, al final, la motivación de los antagonistas para secuestrar el avión fue un poco rebuscada y exagerada. Los secuestradores querían estrellar el avión para protestar en contra de la guerra en medio oriente que Estados Unidos ha estado tan empecinado de seguir, y por la cual habían muerto en vano muchos de sus compañeros soldados. Me parece que ese no fue un móvil lo suficientemente creíble para cometer tremendo acto criminal. Eran dos supuestos nacionalistas, que se contradecían con acciones que perjudicaban a sus propios ciudadanos, así que no habían suficientes bases psicológicas para que estos exmilitares atentaran contra su propio país para protestar por una guerra que ellos consideran innecesaria (que es totalmente cierto), y que ha matado a cientos de soldados a la fecha. Vale la pena verla, aunque no esperen que salga un héroe memorable como Jones, Bond, McClane o Hunt.
Trailer :
Escrito Por: Enrique Kirchman