Basada en la serie de 1987, «21 Jump Street», la cual duró cinco temporadas y fue protagonizada por Johnny Depp, los directores Phil Lord y Christopher Miller, quienes han dirigido juntos otros éxitos como las películas animadas «Cloudy With A Chance Of Meatballs» y «The Lego Movie», iniciaron en 2012, junto a MGM y Columbia Pictures, la franquicia cinematográfica de estos «jóvenes» detectives que resultó ser bastante exitosa en taquilla, por lo que este año estrenaron la secuela «22 Jump Street», nuevamente con la participación de Jonah Hill («The Wolf Of Wall Street») y Channing Tatum («White House Down»).

Mientras que en la primera película, Schmidt (Hill) y Jenko (Tatum) investigaban un caso en una escuela secundaria, en esta secuela, ambos ingresan a la universidad, por orden del Capitán Dickson —interpretado por Ice Cube («Anaconda»)—, como policías encubiertos para investigar un caso de tráfico de una nueva droga que ha estado esparciéndose entre los jóvenes. Schmidt y Jenko tratarán de hacer amigos e ingresar en actividades comunes de los universitarios para poder encajar y ganarse la confianza de sus compañeros y, así, dar con los culpables. Sin embargo, esta ida a la universidad representa un reto para ambos policías, quienes han desarrollado una relación tan estrecha, produciendo celos en Schmidt, al ver que Jenko ha hecho nuevos amigos como Zook (Wyatt Russell) y Rooster (Jimmy Tatro).

Desde la primera película, ambos personajes de Schmidt y Jenko habían desarrollado una especie de bromance divertido y creíble, ya que la inteligencia de uno se complementaba con la agilidad física del otro, guardándose cada uno las espaldas. Sin embargo, en esta secuela, ese bromance fue llevado al borde del ridículo, con la única intención de generar risas, presentando a ambos personajes prácticamente como una pareja gay. Por un lado, Jenko cuando conoce a Zook en el campo de fútbol americano, el encuentro se da casi que como una comedia romántica en la que «chico conoce a chica». Desde ese momento, Jenko y su nuevo amigo Zook se hacen inseparables, provocando celos en Schmidt, quien los espía cual exnovia resentida, haciendo pataletas por no poder llamar la atención de su amigo y colega. La relación está tan afectada, que incluso hay una escena en la que hacen terapia de pareja, en la que el psiquiatra los trata directamente como una pareja gay. Ahora bien, no hay nada de malo en que representen a una pareja homosexual, lo malo y negativo es que utilicen dicha situación como motivo de burla, en una época en la que las relaciones homosexuales deben ser vistas como una relación socialmente aceptada. Lo peor es que la película, en su totalidad, hizo énfasis una y otra vez en estos aspectos, al repasar la relación de nuestros protagonistas, basando una supuesta película de acción, en prácticamente una comedia romántica, con chistes fáciles y, en algunas momentos, exageradamente ridículos.

Cabe aclarar que la película no es mala, de hecho tiene buenos momentos cómicos. De más está decir que los diálogos de Jonah Hill, como siempre, son comiquísimos, espontáneos y naturalmente dinámicos, agregándole un toque personal de su estilo de comedia, lo único que no me terminó de gustar fue el hecho de que enfatizaran tanto en el bromance como un modo barato y sin esfuerzo de generar risas, cuando tal vez no era tan necesario, al tener a dos grandes talentos com Hill y Tatum.

Algunos momentos memorables fueron, por ejemplo, los diálogos entre Schmidt y Mercedes —interpretada por Jillian Bell—, quien solía ridiculizarlo cada vez que podía. Ambos tuvieron una escena de acción en que peleaban, casi al final de la película, intercambiando golpes e insultos, además de algunos incómodos momentos de tensión sexual. Otros de los grandes aciertos de la película fueron las escenas de los créditos finales, en las cuales hacen bromas de la explotación de la franquicia al hacer infinidades de secuelas, como «23 Jump Street: Medical School», «24 Jump Street: Foreign Exchange», «25 Jump Street: Semester at Sea», y así sucesivamente hasta representar con escenas lo que sería una versión espacial llamada «2121 Jump Street». Incluso, se burlaron de los típicos cambios de protagonistas que algunas producciones realizan en sus secuelas, al reemplazar a Jonah Hill por Seth Rogen como el mismo personaje de Schmidt en una de las tantas secuelas, para luego traer en una posterior película a Jonah Hill de vuelta… Estas escenas finales fueron realmente cómicas (aunque extensas).

«22 Jump Street» ha recaudado $320 millones a nivel mundial y ya se ha aprobado una tercera película que será producida por Lord y Miller, aunque aún no han decidido si también la dirigirán. Hill y Tatum también regresarán para completar la trilogía.

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Escrito Por: Enrique Kirchman