{Crítica} «Invasión»: Testimonios De Lo Ocurrido En Panamá El 20 De Diciembre De 1989


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Foto: Escena dramatizada de muertes en el barrio de El Chorrillo en el documental «Invasión».

El 20 de diciembre de 1989, Estados Unidos, bajo el mandato del entonces Presidente George H. W. Bush (padre), llevo a cabo la Operación Causa Justa (Just Cause), con la cual invadieron Panamá con el objetivo de capturar al dictador, «hombre fuerte de Panamá», el general Manuel Antonio Noriega (también conocido como el «M.A.N.», por las iniciales de sus nombres). La potencia del continente americano utilizó armamento y tecnología militar de última generación (muchos dicen que con el propósito de poner a prueba varias armas relativamente nuevas que querían utilizar posteriormente en la guerra del Golfo Pérsico), para inhabilitar a una desventajada Fuerzas de Defensas de Panamá. Los barrios de El Chorrillo, Panamá Viejo, El Aeropuerto de Paitilla, entre otros, fueron objetivos simultáneos que los «gringos» (anglicismo que proviene del término ‘green go‘, animando a los soldados que vestían uniformes verdes) atacaron como parte de su estrategia para evitar represalias de parte de las fuerzas armadas del país. En su momento, la invasión a Panamá fue considerada uno de los secretos más encubiertos de Estados Unidos, y el número de supuestas muertes, como la mentira más grande de aquel país que, durante la década de 1980, intervino más que en cualquier otra época histórica, en asuntos políticos y militares de distintas regiones latinoamericanas.

Lo cierto es que fueron miles y miles de personas, entre civiles, militares panameños, militares estadounidenses y hasta extranjeros, los que perecieron durante los enfrentamientos, y debido a la falta de cobertura mediática, que según el documental «The Panama Deception» (1992) de Barbara Trent, se debió a la manipulación de los medios nacionales y extranjeros por parte de Estados Unidos, no se ha establecido con claridad el número de muertos, y no se han conocido los testimonios procedentes de los diversos estratos sociales, grupos y sectores del país, que vivieron ese primer ataque en horas de la madrugada de aquel miércoles, de forma excepcionalmente diferente.

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Foto: El director Abner Benaim en el suelo, dentro de una bolsa blanca, durante una escena del documental «Invasión».

Este año, el director panameño Abner Benaim estrena su documental «Invasión», una coproducción entre Panamá y Argentina, que recoge aquellos testimonios de quienes vivieron de cerca los estragos de ese diciembre negro. Personas que perdieron sus hogares, que resultaron heridas o que perdieron a un ser querido. La elección de Benaim fue no utilizar material de archivo, sino realizar un documental compuesto en su totalidad de testimonios, además de mostrarnos el making off de algunas dramatizaciones que solo verán en los últimos minutos del documental. En una entrevista realizada para Revista K (Publicada en Panamá), Benaim se refirió a la omisión del material de archivo, diciendo que:

La gente en Panamá habla con ganas, habla sabroso, y me di cuenta que solo tenías que preguntar “¿y dónde estabas tú en la invasión?” […] y la gente se ponía a hablar por horas. Tenían muchísimas ganas de hablar. Usar el material de archivo me iba a restar un poco de la puerta de la imaginación. El relato se parece más al de un libro, porque cuando lo escuchas te lo imaginas, y la imaginación puede ser mucho más fuerte y compleja que una foto o un video. Yo quería evitar el tratar de sugerir que yo tengo la verdad de mi lado… (Revista K, Edición Septiembre 2014)

Antes de ver el documental, pensé que iba a ser muy difícil mantener el interés del espectador solo a través de testimonios y relatos de personas aleatorias, sin la utilización de un material de archivo (imágenes y/o fotos) que lo transportaran a esa época y provocaran en él esas sensaciones mezcladas que cualquiera puede sentir, ya que la mayoría vivió esos sucesos de forma directa o indirecta. Sin embargo, debo admitir que tal como dijo Benaim, el panameño tiene un estilo tan atractivo de contar historias (con mímicas, efectos especiales de sonido, etc) que captura la atención de cualquiera por la forma tan entretenida de llevar adelante el relato. El problema radica en que tal vez eso le sucede a un espectador panameño que vivió o conoce sobre la invasión, pero ¿es exportable este documental? ¿Podría un mexicano, un argentino o, incluso, un estadounidense sentir empatía por historias relatadas sin un apoyo visual impactante (salvo por las contadas imágenes dramatizadas al final, que de cierta forma sí impactan)? A mi parecer, creo que no. «Invasión» es un documental bien hecho, con una propuesta estética y un estilo interesante, pero que solo surte efecto en salas panameñas. Su capacidad de generar empatía con cualquier persona ajena al país, o incluso, con adolescentes y niños que no tienen idea de la invasión, es nula. En ese sentido, hacen falta imágenes más impactantes (no me refiero a sangre, cuerpos muertos, ni nada morboso), me refiero a aquello que puede despertar inquietud en el espectador, tristeza, miedo, nervio y alegrías. Benaim compara el relato de su documental con un libro, porque despierta la imaginación, pero se olvida de que precisamente para eso están los libros. En cambio, si voy al cine, busco esa interacción entre imagen y sonido, que despierten sensaciones, que me hablen las imágenes y no los personajes… La magia del cine es precisamente contar algo a través de imágenes montadas estrategicamente. Por ejemplo, la escena dramatizada de las personas muertas en las calles de El Chorrillo, no necesitó que nadie las narrara en voz en off, por el contrario, esa sola imagen acompañada de la música, causó igual inquietud en el espectador, que el relato de la señora que tuvo que tirarse de su balcón para salvarse de un incendio.

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En otras palabras, Benaim hizo una propuesta que tal vez no era tan cinematográfica, sino más bien televisiva. Una película que pasa por informe periodístico, más que por una hazaña documentalista. Esto no quiere decir que el relato estuvo mal llevado. Desde el guion y el montaje, mantuvo una estructura narrativa de introducción, nudo y desenlace clara e identificable, basada en las primeras horas de la invasión, los sucesos que siguieron los próximos días (como el saqueo, etc.), hasta culminar con el refugio de Noriega en la Nunciatura y su posterior entrega a los estadounidenses; todo esto en base a los testimonios de quienes vivieron cada faceta de la invasión de distintas formas. Tal vez, otro de los fallos del documental es la falta de un personaje que lleve adelante la historia como protagonista. Alguien con el que el público se identifique desde el principio y puede seguir a través de sus ojos (o sus oídos en este caso particular) el recorrido hasta la resolución del documental. Por el contrario, «Invasión» tiene múltiples personajes, algunos más recurrentes que otros, que aportan buenas historias (me impactó mucho la señora que era miembro del Batallón de la Dignidad, por ejemplo), pero que van quedando atrás con el avance del documental, sin causar ese efecto permanente en el espectador de interesarse y empatizar con uno de ellos. No hay un estudio de un personaje que deje ver un arco de transformación, porque no le dan tiempo. Cuenta su historia y sigue con otra, siendo prácticamente el director quien conduzca el relato.

Finalmente, algo muy positivo que deja este documental, al menos en el público panameño, es la idea de desempolvar esos sucesos, que apenas cumplirán 25 años este diciembre, y transmitirle esos testimonios, esa historia, a futuras generaciones. Así como aún en las escuelas se habla de la Independencia de Panamá de España y de la Separación de Panamá de Colombia y del 9 de enero de 1964, entre otros muchos momentos cruciales de nuestra historia, ya es hora que la invasión del 20 de diciembre de 1989, y la figura de Manuel Antonio Noriega aparezcan en nuestros libros escolares, que se reescriba nuestra historia con un update, porque es inconcebible que exista un panameño que no sepa qué sucedió en una fecha tan cercana y que marcó, sin lugar a dudas, un momento decisivo de nuestra historia, modificando para siempre nuestro futuro.

«Invasión» cuenta con la participación de reconocidas personalidades de Panamá y del mundo como el cantautor Rubén Blades y el exboxeador Roberto ‘Mano de Piedra’ Durán, además de que también cuenta con un audio al final de la película que fue grabado por Manuel Antonio Noriega desde la cárcel.

Rating: 07

Trailer: 

Escrito Por: Enrique Kirchman

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9 comentarios en “{Crítica} «Invasión»: Testimonios De Lo Ocurrido En Panamá El 20 De Diciembre De 1989

  1. A mi me encanto, aunque estoy de cuerdo, no creo que sea para todos, creo que es para el panameño. Hay tantas partes buenas, el trabajo de edición o como se llame, me encanto, creo que supo poner buenas cosas.

    Lo mejor para mi, el piedrero, el colombiano y los chorrilleros que contaban sus hazañas mientras saqueaban. Lo que me dio mas empatía fue la señora del batallón y las familias afectadas. Lo que mas me sorprendió fue el relato de los que estaban con Noriega en la nunciatura, esa parte me gusto saberla.

    El final fue muy bueno, eso que hizo con los cuerpos en el Panamá nuevo y como se perdían entre los carros, simbolizando el olvido en medio del progreso, no pudo ser mejor.

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  2. No me gusto para nada. Este documental si bien maneja la técnica. el contenido es muy pobre. El comenta que realizo mas de 200 entrevista, no obstante trabaja solamente con las entrevistas que van de acuerdo con su pensamiento politico y para hacerle la venia a al Holywood gringo. Es la forma cvomo el vio la invasion, donde existian dos bandos los de Benain que estaban sobre las tanquetas y los que fueron aplastados por las tanquetas. Un Documental que se convierte en una tira cómica. Benain pinta al pueblo panameño, que por cierto nunca fueron testigo en su mayoría de la Invasión, el los presenta como ladrones, drogadictos y se saca de las mangas un incidente de una silla presidencial y sienta a un señor que no fuma a presentarse como un fumador de marihuana. No toma en cuenta noi el patriotismo ni el dolor ni la humillación-
    FALLA CONTIGO Benain

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    1. Me parece muy atinada tu crítica Aixa… La verdad que es otra forma de análisis y estoy de acuerdo en que hizo del documental, lo más comercial posible para atraer a la clase popular a las salas, que al final son los que se ríen de esas escenas que a un público más culto le da vergüenza cómo nos representaron. Muy de acuerdo contigo!

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  3. No soy panameño, sino argentino y debo decir que en mi opinión este film ha sido para mi un grato hallazgo. No fue necesario traer imágenes documentales, sino que solamente con recreaciones y valiosos relatos – a veces muy opuestos – el director «resucitó» un casi olvidado episodio de atropello al que suelen recurrir algunas potencias en virtud de una supuesta «liberación»,
    Y ello no supone simpatía alguna de mi parte por el señor Noriega (mas bien lo contrario). Creo si, firmemente en el respeto a la autodeterminación de los pueblos.

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