Luego de haber visto tanta sangre, violencia, muertes inesperadas, erotismo en todas sus versiones y perversiones y muchas más escenas realmente insólitas y sorpresivas a lo largo de seis temporadas, debo decir que la temporada siete de «True Blood» fue una gran decepción, concluyendo con un final que no se adapta para nada con lo que hemos estado viendo todos estos años. La hada Sookie Stackhouse, los vampiros Bill Compton, Eric Northman y Pam De Beaufort, el cambia cuerpos Sam Merlotte y el medio brujo LaFayette, junto con la mayoría de los ciudadanos del pueblo de Bon Temps, se han enfrentado a un sin número de despiadados villanos y extrañas situaciones que desde el principio de la serie alteraron la paz del pueblo, e hicieron que cada episodio fuera adictivo. Sin embargo, desde la temporada seis, en la que Bill asume el rol de la reencarnación de Lilith, la trama fue decayendo y tornándose un poco tediosa y absurda (incluso para una historia cuyos protagonistas son vampiros y hadas), aunque el final nos dejó con ganas de saber qué sucedería en la temporada siete. Pero esta temporada final, que debió estar más llena de suspenso, tensión, misterio y (¿por qué no?) mucho más erotismo, se tornó en una gran cursilería como si se tratara del final de «Dawson’s Creek» o «Friends» (con vampiros). He aquí algunas de las tramas y subtramas que la convirtieron en una de las peores temporadas finales de una serie.

1. La Muerte de Tara.

Esta fue una de las líneas de acción más tediosas y cansonas de esta temporada. Primeramente, la muerte de Tara no se vio cuando sucedió, por lo tanto, el espectador no sintió ningún efecto, más que confusión, porque (al menos yo) no creía que Tara en verdad hubiera muerto. Todos esperábamos que fuera un error de la madre o alguna de esas extraña situaciones que solo ocurrían en Bon Temps. Así que, de salida, fue un error no haber mostrado cómo murió, para por lo menos causar ese efecto de empatía del espectador con la madre y con Sookie (aunque extrañamente en ese pueblo la gente muere y nadie parece afectarse tanto, salvo Arlene). Sin embargo, con el pasar de los episodios nos damos cuenta que efectivamente Tara murió, pero esto desencadena una búsqueda espiritual de su madre Lettie Mae, quien quedó frustrada porque justo se estaba reconciliando con Tara. Lettie Mae se empieza a drogar con sangre de vampiro para poder tener visiones su hija, quien aparentemente le estaba tratando de revelar algo importante desde el más allá. Yo me imaginé que le mostraría un «gran acontecimiento», pero al final resultó ser un ridículo tema familiar que no ameritaba ni la muerte de Tara (ya que esto hubiera podido ocurrir tal cual, con ella en vida, y tal vez hubiera surtido más efecto sentimental en el espectador) ni nueve episodios de búsquedas intensas de Lettie Mae. ¡Gran error!

2. La Hepatitis V.

Al principio parecía una buena idea para una trama, pero creo que la enfocaron y llevaron por el camino incorrecto. No explotaron el hecho de que la gente infectada estaba dispuesta a hacer lo que fuera por mantenerse viva, y de hecho se expuso la idea de un líder villano que dirigía a los infectados, pero que nunca salió (esto se da a entender en el primer episodio de la séptima temporada, cuando los infectados atacan la fiesta del bar y de repente se desaparecen cuando se escucha un gran silbido que los llaman para que se detengan. Nunca se vio quién los llamó.). A esto, sumémosle la infección de Eric y Bill, que también se convirtió en un tedio, porque ambos actores principales ahora se encontraban en una situación de debilidad, afectando así mismo la trama y tornándola aburrida, porque al principio no hacían mucho por salvarse, salvo Eric, que después encuentra un objetivo.

3. El Deseo De Muerte De Bill.

Esto sin duda fue lo peor de la temporada. Luego de haber atravesado por tantos problemas para poder estar junto a Sookie, al final Bill se rinde y desea la muerte para ofrecerle a ella mejor vida… ¡Cursi! Otro vampiro la hubiera transformado y hubieran vivido felices para siempre. Ese deseo de muerte de Bill fue un último punto de giro en la serie que desanimó más, porque aún cuando sabemos que Sookie fue bastante promiscua y bitch, mientras que Bill se mantuvo más fiel, era lógico que debían terminar juntos. O sea, a lo largo de la temporada, Sookie perdió a una gran cantidad de seres queridos, uno tras otro, convirtiéndola en uno de los personajes más sufridos de la televisión, creo que haberla obligado a asesinar a su gran amor al final fue el extremo de lo repetitivo y redundante… Ya no causaba dolor verla perder a alguien, la escena daba risa, porque a parte fue una muerte bastante «explosiva».

4. El Personaje De Sarah Newlin.

Fue uno de los personajes más irritantes de la serie, pero también le aportó buenos momentos por su fanatismo que producía una especie de forma natural de maldad, que ella veía convencida como algo bueno ante los ojos de Dios. Sin embargo, creo que le extendieron la vida demasiado. Sarah es una de esas villanas que el espectador hubiera querido ver sufrir hasta la muerte, pero en la trama, temporada tras temporada, le dieron cierto protagonismo insistente, que también llegó a hartar. ¿Cómo es posible que una mujer que ha hecho tanto mal a estos poderosos vampiros, sobreviviera tanto tiempo sin que nadie tomara acción contra ella? Al final, tal vez estuvo bien que sobreviviera como esclava de Eric y Pam, pero en mi opinión, Sarah no debió llegar hasta la séptima temporada. Su personaje estuvo muy estirado, y para ser un humano indefenso, siempre conseguía una forma escurridiza de salvarse. ¡No fue tan creíble!

5. El Final Felizmente Cursi.

Estoy de acuerdo con los finales felices, si todos hubieran sido como los de Eric y Pam, quienes siguieron con su negocio del bar Fangtasia y además con la bebida New Blood, que servía de tratamiento para quienes padecían Hepatitis V. En otras palabras, ellos fueron los verdaderos winners de la historia. Siguieron siendo ellos. Sin embargo, si nos remitimos a la cena familiar y de amigos que mostraron al final, con los hijos de Jason con la exnovia de Hoyt, y con todas las parejitas que quedaron al final, me pareció como sacado de otra serie dramática y romántica. Nada que ver con el universo diegético de «True Blood». En mi opinión, hizo falta un verdadero villano en esta temporada, que en realidad nos diera ese factor suspenso, que uniera a todos los personajes en una búsqueda y lucha, para que pudiera desencadenar un final victorioso (o no) que generara una reacción más fuerte en los televidentes. Pero esta temporada venía con unos niveles de acción tan bajos y pobres, como una línea recta de emociones, que al final se mantuvo igual, sin ningún pico sentimental ni emotivo.

Definitivamente que no llenó las expectativas de quienes seguimos la serie de cerca. Quedaron muchos sinsabores de la trama: ¿Cómo fue que Eric Northman sobrevivió a la luz del día cuando estaba desnudo en el Polo? Nunca contestaron esa incógnita. ¿Por qué Sookie dice que no puede matar a Bill con su luz de hada, y luego toma una estaca y se lanza a clavársela en el ataud? ¿Matarlo con la luz no era menos doloroso? ¿WTF con la innecesaria relación swinger de Jessica, Jason, Hoyt y Brigette? Al final, los guionistas cayeron en los clichés que habían eludido en otras temporadas, y parecieron desesperados en resolver una historia que hasta a ellos parecía ya hartarles… Y se notó.

Escrito Por: Enrique Kirchman