***Advertencia: Datos Importantes De La Película Son Revelados***

Si vamos al cine y vemos en cartelera que están dando una película llamada «The Judge», tal vez nos imaginamos alguna de acción como la que protagonizó Sylvester Stallone en 1995 («Judge Dredd») o su remake con Karl Urban en 2012 («Dredd»), ambas igual de malas, por lo que optaremos por elegir otra sala. Sin embargo, debo advertirles que estarían cometiendo un gran error. «The Judge» («El Juez»), a mi parecer, lo único que tiene de malo, tal vez, es el título, porque nos hace intuir erróneamente una trama totalmente distinta, sugiriendo algo más frío y superficial, distinto a lo emocional de la historia que en realidad cuenta.

Un talentoso, exitoso y aparentemente inescrupuloso abogado llamado Hank Palmer debe volver a su pueblo natal al enterarse de la muerte de su madre, a quien tenía unos 20 años que no veía. Su regreso no solo significa toparse con un supuesto superado pasado, sino reencontrarse con su padre, el Juez Joseph Palmer, y aquellos sentimientos de rencor y resentimiento que ambos tienen guardados el uno hacia el otro por situaciones que sucedieron durante la juventud de Hank. Joseph siempre fue un tipo estricto con sus tres hijos, demandando lo mejor de ellos, pero Hank siempre fue el más rebelde, y en unos de sus descuidos provocó un accidente de auto en el que viajaba con su hermano mayor Glen, ocasionándole una herida permanente en su mano, condenándole a abandonar su prometedora carrera como lanzador de béisbol. Luego de que Glen ganaran varios trofeos, su padre Joseph nunca le perdonó a su hijo Hank este accidente, y lo envió a distintas correccionales, hasta que Hank se fue alejando, ingresó a la escuela de derecho, se superó y se graduó como el mejor de su clase, y nunca más volvió a su casa ni se reconcilió con su familia.

«The Judge» es una historia de perdón, de segundas oportunidades, de detenerse a mirar hacia atrás y observar todo lo que hemos descuidado y olvidado por viejos rencores y soberbia. Una película realmente conmovedora que recurre a la comedia y suspenso para alimentar el drama que la envuelve, para hacernos reír, mantenernos interesados con cada escena y al final emocionarnos con momentos de alto sentimentalismo y emotividad.

La comedia viene dada desde el personaje protagónico de Hank, interpretado por Robert Downey Jr. («Iron Man»), quien definitivamente es una versión más «con los pies sobre la tierra» de Tony Stark. La misma arrogancia, elocuencia y agudeza al hablar, pero dentro de un universo más mundano, hasta cierto punto. Su personaje Hank nos divierte con sus diálogos astutos, quejas e insultos, su franqueza al hablar tanto con su padre, sus hermanos y hasta con su hija. Es evidente la química que tiene Downey Jr. con el resto del elenco, no solo cuando Hank discute con su padre, sino también cuando lo vemos junto a su exnovia Samantha, interpretada por la talentosa Vera Farmiga («The Conjuring»), quien definitivamente le añade una frescura natural y cierta sensualidad a la trama.

El drama, por supuesto que viene de la relación de Hank con su padre, el Juez Joseph Palmer, interpretado por el legendario Robert Duvall («The Godfather»), quien entrega tal vez una de las mejores interpretaciones de toda la película. Me atrevería a decir, incluso, que merece ser considerado para una nominación al Oscar como mejor actor de reparto, porque no hay duda que su actuación fue impactante y extremadamente emotiva, más allá de que también le añadía sus momentos de comicidad, al replicar a los insultos y arrebatos de Hank. Su porte de padre y juez estricto, respetado y honorable, combinado con su soberbia y sus esfuerzos de ocultar sus verdaderos sentimientos, nos emocionan al final cuando vemos cómo poco a poco va presentando ese arco de transformación, hacia una persona más sensible y humilde. Sus encuentros con Hank puede ser al principio irritantes, pero luego, en más de una ocasión, seguro les conmoverán hasta las lágrimas. Los momentos dramáticos también se perciben en la relación de Hank con sus hermanos Glen —interpretado por Vincent D’Onofrio («Ed Wood»)— y Dale —interpretado por Jeremy Strong («Zero Dark Thirty»)—, el primero por el resentimiento que evidentemente había luego del accidente de auto que le impidió seguir su carrera de beibolista, y el segundo porque tenía un retraso, lo cual lo hacía más ingenuo y exigía más atención de todos en la familia.

Por último, el suspenso de la historia, y lo que la lleva adelante como principal línea de acción para develar las distintas líneas de relación entre los personajes, es el hecho de que el juez Joseph fuera acusado de homicidio doloso, por atropellar a un recién liberado exconvicto de nombre Mark Blackwell, a quien el juez había condenado 20 años atrás. El juez no recordaba haber atropellado mortalmente al hombre, debido a efectos secundarios producidos por un tratamiento de quimioterapia al que se sometía para tratar su cáncer en etapa cuatro, que le producía pérdida de la memoria. Para probarlo en juicio, Hank asume la defensa de su padre, a pesar de que este se oponía al principio, para evitar que vaya a la cárcel, lo cual de alguna forma les ayuda a revolver su pasado y acercarlos.

«The Judge» cuenta con un excelente guion, magistralmente dispuesto para encadenar situaciones del pasado y el presente sin tener que recurrir a los flashbacks, permitiendo que el espectador comprenda de a poco, los sucesos que definen las relaciones entre los personajes. El guion está muy bien apoyado por un elenco impecable, del que sobresale, como ya dije, la conmovedora actuación de Duvall, además de la de D’Onofrio y la fresca participación de Farmiga. Cabe recalcar que la pequeña Emma Tremblay («Elysium») quien interpretó el papel de la hija de Hank, también hizo un increíble papel, con una actuación bastante natural. La verdad que ha sido una de las mejores películas que he visto este año. Totalmente recomendada.

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Escrito Por: Enrique Kirchman