Stephen Hawking es actualmente uno de los científicos célebres del siglo XXI. Es un genio de la talla de Albert Einstein, cuyo nombre resonó más entre los ignorantes de la astrofísica y cosmología gracias a sus constantes menciones y breve aparición en la serie de comedia «The Big Bang Theory», siendo uno de los ídolos del personaje Sheldon Cooper interpretado por Jim Parsons. Por lo tanto, cuando escuchamos que su vida sería llevada a la pantalla grande, muchos sentimos curiosidad por ver cómo un genio de la ciencia logró llegar a donde está, a pesar de padecer la enfermedad motoneuronal conocida como esclerosis lateral amiotrófica, que lo dejó en silla de ruedas.
La película «The Theory Of Everything» («La Teoría Del Todo») dirigida por James Marsh (ganador del Oscar por mejor documental con «Man On Wire»), explora la vida de Hawking en la época cercana a su ingreso en la Universidad de Cambridge, justo cuando empieza a mostrar los primeros síntomas de su enfermedad y encontró el amor. Este bio pic empieza con matices románticos mostrándonos la picardía de Hawking y cómo conquistó a la que luego se convierte en su esposa, Jane. Pero poco a poco, la trama empieza a alejarse del romance para entrar en su lado más dramático, cuando la situación de Hawking empeora y Jane toma la decisión de convertir a su marido en un tipo de «proyecto de vida».
Aunque la película alude a la vida de Hawking, él no es el protagonista ni quien lleva la carga dramática del relato; Jane es quien en realidad tiene un objetivo en la historia y la que enfrenta el conflicto, sacrificando más que el mismo Hawking. ¿Cómo nos damos cuenta de esto? Cuando Hawking descubre el deterioro físico al que se enfrentaba con su enfermedad, y que solo le daban dos años de vida como máximo, decide rendirse prácticamente y ahuyentar a Jane, con mucho dolor, por su imposibilidad de ofrecerle una vida digna. ¿Quién lucha por la relación, darle ánimos y sacarlo adelante? ¡Jane! Precisamente en la escena que le dice «Si no te levantas a jugar conmigo [croquet] ya, no volveré nunca más«. Acto seguido, Hawking se levanta y sale a jugar con ella, aunque él ya presentaba grandes problemas para estar de pie. En ese momento, Jane se da cuenta de la gravedad de su enfermedad, pero también del profundo amor que ambos se tenían. Ese instante es el detonante de la historia, que se extiende hasta que confiesan estar enamorados uno del otro y se casan. ¿Por qué? Porque en ese preciso momento surge la pregunta: ¿Podrá Jane superar los infortunios de la enfermedad de su esposo y encontrar la felicidad? Desde entonces solo vemos impedimentos de ser feliz: la gravedad de la enfermedad de Hawking, sumado a las responsabilidades que empiezan a surgirle como madre (porque tuvieron tres hijos juntos: Lucy, Timothy y Robert) y la tentación cuando conoce y se enamora de Jonathan, pudiendo abandonar a su esposo y ser feliz. Jane nunca se rinde, nunca lo abandona hasta cerciorarse que su esposo haya logrado ser exitoso en la ciencia y que a pesar de su condición, pueda encontrar un punto de tranquilidad y alivio cercano a la felicidad. Jane supera la predicción de los dos años de vida de Hawking (la prueba está en que sigue vivo al día de hoy), le dio todo para sobresalir en su carrera y cuando ella ya no fue necesaria (Hawking se enamora de Elaine Mason), pudo ella seguir adelante con su propia felicidad, al unirse a Jonathan y descansar del sacrificio que hizo por casi 25 años.
Foto: Los verdaderos Jane y Stephen Hawking, casados desde 1965 hasta 1991 cuando se divorciaron. Aún son muy buenos amigos.
La actriz Felicity Jones («The Invisible Woman») es Jane, Eddie Redmayne («My Week With Marilyn») es Stephen Hawking y ambos son la gran atracción de «The Theory Of Everything». A pesar de que la historia nos muestra momentos muy dramáticos de la vida de ambos, con algunas escenas que nos hacen sonreír también, en general el guion está basado en la cotidianidad de la pareja en distintas épocas de su relación, por lo que en algunas ocasiones nos puede resultar un tanto plana la historia. Sin embargo, Jones y Redmayne entregan unas impresionantes actuaciones, aunque distintas entre sí. Mientras que Jones tiene que mostrar esa normalidad de madre y esposa frustrada a un grado dramaticamente convincente, mostrando felicidad, ternura, tristeza, enojo y desesperación; Redmayne nos deslumbra con una caracterización que nos hace olvidarnos del actor para creernos que en realidad estamos viendo a Hawking. La forma en que caminaba al inicio de su enfermedad, cómo gradualmente va adoptando la postura real del astrofísico y su capacidad de transmitir emociones con la mirada, es impresionante. Redmayne tuvo que trabajar por varios meses con un profesor de danza para aprender a controlar los músculos de su cuerpo, y el trabajo realmente se percibe en su expresión física. Sin duda, la mejor actuación de su corta carrera, por lo que definitivamente ambos tiene muy merecida su nominación al Oscar, y Redmayne tiene grandes posibilidades de salir victorioso.
La víctima debería tener el derecho de terminar con su vida, si así lo desea. Pero creo que sería un gran error. No importa que tan mala la vida parezca ser, siempre hay algo que puedes hacer y ser exitoso en ello. Mientras haya vida, hay esperanza. – Stephen Hawking
Esta frase resumen no solo lo inspiradora que puede llegar a ser la película, sino la enseñanza y filosofía de vida que puede uno extraer de Stephen Hawking, un hombre que a pesar de todos los contras logró ser el mejor en su área y cautivar al mundo con sus ideas científicas y un pensamiento muy humano.
Trailer:
Escrito Por: Enrique Kirchman
Extraño mucho ver The Big Bang Theory, ahora hay una serie geek parecida llamada Silicon Valley una propuesta actual, con un reparto excelente y muy divertida. La recomiendo.
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Gracias por tu comentario Alicia, y por leer Pantallas! Saludos!!!
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