***Advertencia: Datos Importantes De La Película Son Revelados***
Últimamente hemos podido ver la inclinación de las grandes productoras hollywoodenses por llevar al cine las adaptaciones basadas en cómics globalmente conocidos: Superman, Batman, Spider-Man, X-Men, Iron Man, los Vengadores, entre muchos otros que se han convertido en una gran franquicia. Todas ellas se basan en cómics que nacieron en el siglo XX, varios de ellos durante los años 50, 60 y 70. Sin embargo, en 2012, Mark Millar y Dave Gibbons de Icon Comics crearon las historietas «The Secret Service» en las que un súper espía recluta a su joven sobrino en el servicio secreto británico. Sin esperar a que los pasquines se convirtieran en algo mundialmente reconocido (al menos en Latinoamérica), 20th Century Fox no pudo resistirse en llevarlos al cine, y este año la adaptó a la película «Kingsman: The Secret Service», dirigida por Matthew Vaughn, a quien recordarán por películas superheroicas como «Kick-Ass» y «X-Men: First Class».
Protagonizada por el emergente joven talento, de origen galés, Taron Egerton, la película cuenta con el respaldo de un selecto grupo de actores renombrados que resaltan la calidad de lo que puede convertirse en una fructífera franquicia. Estamos hablando del ganador del Oscar Colin Firth («The King Speech»), el dos veces ganador del Oscar Michael Caine («The Dark Knight Rises»), el nominado al Oscar Samuel L. Jackson («Pulp Fiction»), Mark Strong («The Imitation Game») y Mark Hamill —mejor conocido como Luke Skywalker en la primera trilogía de «Star Wars»—, quien primero apareció como personaje del cómic, ya que en la trama de la historia original de Millar y Gibbons, unos terroristas secuestran a Hamill por su fama de actor y lo mantienen en contra de su voluntad en un cabaña en las montañas de Suiza.
En la película, Mark Hamill interpreta al profesor Arnold, a quien también un grupo de desconocidos terroristas tienen secuestrado en un cabaña a la que llega el espía identificado bajo el nombre de Lancelot (como los Caballeros de la Mesa Redonda del Rey Arturo), para rescatarlo, pero éste pierde la vida en el intento de rescate. Como es usual, cada vez que un espía miembro de la organización secreta Kingsman muere, debe ser reemplazado inmediatamente, por lo que todos los demás miembros proponen un candidato que debe pasar por distintas pruebas de entrenamiento hasta superar a sus compañeros y ganarse el puesto. Es así como entra Eggsy (Egerton), el hijo de otro espía que murió en batalla, y a quien Harry Hart (Firth) juró proteger, proponiéndolo como su pupilo para entrenar en la agencia.
La trama de la película se centra por un lado en el entrenamiento de Eggsy, las pruebas y los obstáculos que deberá superar para convertirse en el nuevo Lancelot; y por otro lado, en capturar al terrorista Valentine (Jackson) que amenaza con eliminar a gran parte de la población mundial mediante un experimento que incita a la violencia entre las personas hasta el punto de matarse entre ellos.
Al principio parece ser que la narración sigue la típica estructura del género de acción, con espías intocables, tipo James Bond, que ni se despeinan en combate. Casi que inmortales. Sin embargo, además de diálogos inyectados con ese divertido humor británico y fabulosas coreografías de enfrentamientos cuerpo a cuerpo, la historia da un giro inesperado en su punto medio, cuando el villano Valentine le dispara en la cabeza al espía Harry Hart, a quien considerábamos hasta ese momento como el personaje intocable. Sus realizadores estaban tan anuentes de que este giro iba a ser tan sorpresivo que incluso lo mencionan en la película cuando Valentine le dice a Hart antes de dispararle que «esta no es esa clase de película«. ¡Excelente toque!
«Kingsman: The Secret Service», a pesar de que puede ser de momentos comparada con James Bond, reclina su trama más en la acción y la comedia, que en el drama del espionaje en el que actualmente se han basado las últimas películas del agente 007, protagonizadas por Daniel Craig. Y no le queda mal, dado que eligieron a un buen personaje en Taron Egerton, quien tiene no solo la agilidad física para ser un nuevo héroe de acción, sino que también tiene el atractivo de un seductor James Bond y la chispa para el sarcasmo. Por su parte, Firth nos demostró una faceta distinta, que se aleja de sus usuales dramas y comedias románticas, para dejar ver un lado más rudo, aunque con estilo. Creo que el único que no me cuadró en la película fue el personaje de Samuel L. Jackson, el cual me pareció extremadamente payaso, sobreactuado e infantil (a pesar de que era un terrorista con planes muy violentos). Siento que su presencia, sus diálogos y su química de villano/héroe no resultó para nada. Yo hubiera elegido a otro personaje sin menos interpretación exagerada, y sin aludir tanto al estereotipo del hombre negro (con los pantalones y camisetas anchas y la chabacanería al hablar), y hubiera caracterizado a un villano igual de siniestro pero con mayor profundidad en su motivación por hacer el mal, y más oscuro en su comportamiento.
Aunque la película tiene escenas con violencia explícita, creo que las mismas vienen dadas con una estética de cómic que no las hacen tan chocantes al público, ni imposibles de ver, sino que la llevan al borde de la exageración (cual película de Tarantino) causando gracia: las cabezas explotando al ritmo de una música extradiegética (incluyendo la de Obama), la pelea grupal en la iglesia o el caos violento en las playas de Brasil, fueron solo algunas de esas escenas que al menos son más digeribles que lo que nos mostró Mel Gibson en «The Passion Of The Christ».
«Kingsman: The Secret Service» es dinámica, inteligente, divertida y llena de acción. Tiene su toque de intriga y picardía, mezclando lo refinado de los espías con lo tosco y vulgar de un chico de barrio, de lo cual emana la comedia. Solo falta el factor romance, que seguro introducirán en su secuela, en la cual deben conseguir un villano más digno que el que interpretó Jackson y mantener el factor sorpresa como lo hicieron en este primer filme, y le aseguro una buena trayectoria cinematográfica.
Trailer:
Escrito Por: Enrique Kirchman
2 comentarios en “{Crítica} «Kingsman: The Secret Service»: Sorprende Con Un Giro Inesperado”