El 27 de junio de 2010, Cynthia Murphy, quien trabajaba para una firma de contadores, y su esposo Richard, un padre hogareño que cuidaba a sus hijas Kate (11 años) y Lisa (9 años) mientras su esposa trabajaba, fueron arrestados por agentes del FBI, acusados de ser espías infiltrados de la antigua KGB, ahora llamada Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR por sus siglas en ruso). Sus verdaderos nombres eran Lydia y Vladimir Guryev, y habían llegado a Estados Unidos a mediados de la década de 1990 con el objetivo de mezclarse en la sociedad estadounidense y averiguar todo lo que pudieran sobre aspectos políticos y económicos. Eran lo que en la jerga de espionaje se conocía como «sleeper agents» o agentes inactivos, que no tienen una misión inmediata, pero sirven como activos estratégicos en caso de que sea necesario.
Mientras los Murphy eran arrestados en su casa en los suburbios de Nueva Jersey, el FBI realizaba el mismo operativo, llamado ‘Programa de Ilegales’, para arrestar a otras parejas de espías rusos (10 agentes en total) que vivían en Boston, Manhattan y Virginia. Entre esos se encontraba una atractiva espía, pelirroja, conocida como Anna Chapman, quien luego de ser deportada a Rusia, se convirtió en una sensación mediática.

Sin embargo, se piensa que los Murphy eran los cabecillas de esta red de espías, que enviaban mensajes codificados al Centro de Moscú o «C» (como se conoce a la agencia central de inteligencia) a través de imágenes publicadas en sitios web. Descubrirlos le llevó a Estados Unidos más de 10 años de contraespionaje, convirtiéndose en uno de los mayores descubrimientos de red de espionaje desde la Guerra Fría, época en la que se inició la infiltración de agentes de la KGB en Washington D.C.

La increíble y fabulosa historia de los Murphy, que parece sacada del serial de Ian Fleming, sirvió de inspiración para el drama televisivo «The Americans», creado por Joseph Weisberg y protagonizado por Keri Russell («Felicity») y Matthew Rhys («Brothers & Sisters»). La serie, que lleva cuatro temporadas —las tres primeras las pueden ver en Netflix—, lleva como premisa exactamente el descubrimiento que se dio en 2010: dos agentes de la inteligencia soviética se hacen pasar como una pareja de casados viviendo «el sueño americano» para espiar al Gobierno de Estados Unidos. Lo extraordinario de la serie es que los protagonistas, en teoría, son los «malos de la historia», y aún así se las arreglan para ganarse la empatía del espectador, que ruega en cada episodio que no los descubran.
«The Americans» nos muestra esa otra cara de la moneda. La devoción, los principios y fidelidad de los soviéticos por su patria, dispuestos a todo tipo de riesgo por erradicar la influencia masiva, banal y consumista del estilo de vida estadounidense. Russell y Rhys son Elizbeth y Philip Jennings, los americanos comunes, con dos hijos adolescentes (Paige y Henry), que usan como pantalla una agencia de viajes; pero cuyos nombres son en realidad Nadezhda y Mischa, los agentes de la KGB, maestros del disfraz, que no solo utilizan pistolas y cuchillos como armas, sino también su afinada perspicacia y el sexo, a través de los cuales logran engañar a distintas personas claves en instituciones gubernamentales.

Los vemos secuestrar, embaucar, asesinar, tanto a personas perversas como a inocentes, pero aún así llegamos a sentir compasión por ellos, porque no los vemos actuar por pura maldad, sino con fundamento, por un bien común y mayor que ellos, defendiendo sus creencias y criticando lo que ahora ha hecho de Estados Unidos una país sin credibilidad mundial, en muchos aspectos.
Defintivamente una serie que vale la penar ver, porque además de altas dosis de suspenso, también nos permite comparar el lado humano y frívolo de los personajes principales, su cotidianidad, su comportamiento en un matrimonio arreglado y forzado como parte de una misión, los riesgos en los que incurren, sus errores, sus dudas y debilidades. La serie lo tiene todo y nos invita a reflexionar con los datos históricos que inserta en cada episodio.
Keri Russell me deslumbró con su actuación. De verla inocente y romántica en «Felicity» a una chica ruda, inescrupulosa y fría en «The Americans», la verdad que el cambio es de 180° grados. Y lo más interesante de estos personajes, tanto de Russell como de Rhys, es que al sus personajes tener que disfrazarse, interpretan cada uno a una pluralidad de sujetos, con distintas características físicas y emocionales, que deja ver la versatilidad de ambos actores, que no fue hasta este año que se les reconoció con una nominación a los premios Emmy (que se entregan el próximo domingo 11 de septiembre de 2016).

Además, también incluye la participación de excelentes actores como Margo Martindale («August: Osage County»), quien ganó el Emmy 2015 por interpretar a la despiadada Caudia, Frank Langella («Frost/Nixon»), Noah Emmerich («Warrior») y Annet Mahendru («Escape From Tomorrow»). La quinta temporada se estrenará, probablemente en marzo de 2017. ¡Imperdible!
Trailer – Temporada 1:
Escrito Por: Enrique Kirchman