
La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas y el jet set hollywoodense fueron el hazmerreír de la noche de ayer, en el último minuto, cuando se iban casi que gloriosos con una ceremonia bastante entretenida y muy bien llevada por su anfitrión Jimmy Kimmel. Sin embargo, antes del vergonzoso episodio, durante el espacio de In Memoriam, en el que recuerdan a los miembros de la industria que murieron durante el año con una serie de fotografías y videos alusivos a cada difunto, la Academia colocó la foto de la productora australiana Jan Chapman (The Babadook) —que está viva y activa en el cine—, al lado del nombre de su amiga, la diseñadora de vestuario Janet Patterson (Peter Pan), que sí murió en Octubre 2016. ¡Error Fatal! Literalmente. Chapman comentó a Variety: «Estaba devasta por el uso de mi imagen en lugar de la de mi amiga y gran colaboradora desde hace mucho tiempo, Janet Patterson«. Pero de esto nadie supo hasta hoy, que los medios publicaron la noticia. Lo que sí estalló en el acto fue la confusión del cierre de la ceremonia. Al parecer, cuando los icónicos Bonnie y Clyde —Faye Dunaway y Warren Beatty— presentaron con broche de oro el premio a Mejor Película, les habían dado el sobre incorrecto, que anunciaba a Emma Stone como Mejor Actriz por La La Land, cuando ella ya había recibido su premio minutos antes. Un dubitativo Beatty demoró en anunciar el ganador, al no entender lo que estaba pasando, pero Dunaway se apresuró y exclamó La La Land como la ganadora. Mientras el productor Jordan Horowitz daba su discurso de agradecimiento, rodeado de su emocionado equipo y elenco, se podía ver a miembros de la organización, reconocidos por sus auriculares, aparecer detrás de Horowitz revisando el «supuesto sobre ganador». La cara de Emma Stone y de los presentes se iba transformando. Horowitz finalizó su discurso diciendo: «Muchas gracias… y aparentemente no ganamos«. Inmediatamente invitó a Barry Jenkins y al equipo de Moonlight a la tarima, como los grandes ganadores de la Mejor Película.
Este episodio fue lamentable, porque justo ocurre con el último premio y el más importante; pero definitivamente fue una confusión de sobres y ahora a la Academia le tocará buscar el culpable tras bastidores, por la vergüenza y el mal rato que le hicieron pasar a los de La La Land. Seguro alguien se quedó sin trabajo hoy, porque Emma Stone declaró en una rueda de prensa que ella siempre tuvo su tarjeta ganadora con ella, lo que significa que habían duplicado su sobre. Lo cierto es que, a pesar de eso, me alegró que no fuera La La Land la ganadora. Mis apuestas estaban entre Moonlight, Lion y Hidden Figures, y la verdad es que aunque el musical de Damien Chazelle tiene un nivel de realización artístico impresionante y nos remite a la época dorada del género, como tal vez hace tiempo no lo veíamos, se queda sin fuerza en el poder de su mensaje y tiene algunas debilidades en su relato. Moonlight, por el contrario, combina perfectamente el arte, el mensaje y el relato, de una forma tan hermosamente expuesta que supera a la competencia. ¡Se lo merece! Yo, incluso, le hubiera dado Mejor Director a Barry Jenkins también (premio que se llevó Chazelle), pero al menos le reconocieron por Mejor Adaptación.
En cuanto a los premios de actuación, Casey Affleck y Viola Davis estaban seguros en sus respectivas nominaciones, y se lo tenían más que merecido. En el caso de mejor actor de reparto, mi elección estaba dividida entre Dev Patel, por Lion, y Mahershala Ali, por Moonlight, por lo que me alegró ver a Ali recibir el galardón. El que sí no estuve de acuerdo fue con el de Emma Stone como Mejor Actriz. Me encanta Stone, pero sinceramente creo que Isabelle Huppert la superaba con su personaje en Elle, incluso Meryl Streep por su comiquísimo papel en Florence Foster Jenkins.
Otro de los ganadores con los que no estuve de acuerdo fue el de Mejor Fotografía para La La Land; aquí el premio debió ir para Moonlight. En lo que sí La La Land tenía todas las de ganar fueron en Mejor Canción, Mejor Partitura Musical y Diseño de Producción. Esos premios eran seguros y más que merecidos. De hecho, creo que Hacksaw Ridge le robó el de Mejor Edición, porque sin duda ese fue uno de los elementos más destacados del musical, especialmente por los resúmenes de montaje que hacían y la dinámica del montaje en las coreografías.
El resto de los ganadores me parecieron justos y muy bien repartidos. Me gustó que ganara Manchester By The Sea como mejor guion original, ya que ese fue uno de los mayores atractivos de la película, en mi opinión. Y también aprecié el gesto de elegir Forushande (The Salesman) como Mejor Película Extranjera, del director iraní Asghar Farhadi, quien se lleva con este su segundo Oscar (el primero fue con A Separation, de 2011). Farhadi ya había dicho que no asistiría a la ceremonia debido a la prohibición que impuso el presidente Donald Trump, de vetar la entrada a Estados Unidos a ciudadanos de Irán, Siria, Sudán, Libia, Yemen, Irak y Somalia, que tiene como denominador común, la tradición islámica. Aunque a Farhadi se le había dicho que él sí podría entrar al país debido a los premios, el director decidió no asistir en respeto y solidaridad con su pueblo. Una enviada de Farhadi aceptó el premio y leyó una declaración en la que claramente se refería a Trump y su discriminación, a lo que el público reaccionó con aplausos.
Fuera de Farhadi, se puede decir que solo hubo una intervención más sobre política, de parte del actor mexicano Gael García Bernal, quien al presentar un premio, aprovechó para referirse al muro que Trump quiere construir en la frontera. El resto fueron burlas de Jimmy Kimmel, como cuando en su monólogo inicial hace una «burla honorífica» a Meryl Streep, cuando Trump se refirió a ella como una actriz «sobrevalorada». Kimmel destacó, con reacciones jocosas de Streep, que la ganadora de tres Oscar estaba recibiendo su vigésima nominación al máximo galardón del cine, y además nombró algunas de sus películas más emblemáticas, como Sophie’s Choice, Out Of Africa y Kramer vs. Kramer para ilustrar una carrera para nada sobrevalorada.
Definitivamente, Kimmel debe regresar el próximo año. Manejó la ceremonia a la altura. Desde su cómica introducción hecha por Justin Timberlake, quien animó el inicio cantando Can’t Stop The Feeling, hasta su falsa rivalidad durante toda la noche con el actor Matt Damon; el tweet que le envió a Donald Trump en vivo, cuando presentó una edición especial de los Oscar de los famosos Mean Tweets de su programa, los dulces que caían del techo, los turistas que llegaron sin saber que estaban entrando a un teatro lleno de celebridades, hasta el momento del cierre, cuando intervino con chistes para aliviar el mal trago de la confusión de Mejor Película, diciendo cosas como «esto es culpa de Steve Harvey» (el anfitrión que confundió la corona de Miss Universo) o «miren el lado positivo, al menos escucharon un discurso de agradecimiento de más«. ¡Kimmel es el mejor!
Escrito Por: Enrique Kirchman