***Advertencia: Datos Importantes De La Película Son Revelados***
El director M. Night Shyamalan es uno de esos directores incomprendidos a los que amas o detestas rotundamente, sin grises. La mayoría de los espectadores solo alaba su tercera película, The Sixth Sense (1999), que definitivamente resignificó el género del thriller y lo catapultó como director, al recibir dos nominaciones al Oscar como Mejor Director y Guionista. Sin embargo, defiendo varias de sus siguientes producciones, tales como Unbreakable, Signs y The Village, a pesar de que también hay unas indefendibles, como After Earth que, bueno, ahí no hay nada que hacer. Lo cierto es que Shyamalan le dio un tratamiento distinto al suspenso, explorando lo sobrenatural o sobrehumano, con giros indiscutiblemente originales que nos han dejado boquiabiertos.
Su última película, Split —protagonizada por una prometedora Anya Taylor-Joy (The Witch) y con el personaje antagónico interpretado por el deslumbrante James McAvoy (X-Men: Apocalypse)—, no se queda atrás en lo que a tramas descabelladas y giros inesperados se refiere. Como es usual, Shyamalan va más allá de lo que cualquier otro realizador se atrevería a explorar, sin rayar en lo ridículo. Hacer una película de una persona con personalidades múltiples, de por sí, debe ser interesante. Recuerdo la excelente serie United States Of Tara (que duró solo tres injustas temporadas), creada por Diablo Cody, en la que Toni Collette interpretaba a una madre con personalidades múltiples, y cuya familia debía convivir con sus repentinos cambios. También, la película Identity, en la que Amanda Peet y John Cusack formaban parte del imaginario de un asesino en serie con personalidades múltiples. Todas estas fueron historias interesantes, aunque de distinto género, que exploraron el tema sin mayores riesgos, y gustaron. Sin embargo, a Shyamalan no le bastó un secuestrador con personalidades múltiples… Había que crear uno con 23 personalidades y agregarle algo más, algo sobrehumano, desafiando la ciencia y el poder de la mente. Aún así, con ayuda de la doctora Karen Fletcher (interpretada por Betty Buckley) nos adentramos en ese universo diegético y nos lo creemos. Al final estamos convencidos de que Kevin (McAvoy) tiene tal dominio de la mente, que puede desarrollar poderes. Si esta película la hubiésemos visto en canal nacional, dirigida por Wes Craven y protagonizada por Steven Segal, seguramente estaría en nuestra lista «Mierdas que no hay que ver», pero el relato está tan bien pensando, con un villano tan bien caracterizado (y actuado) que es imposible que salga mal.
Shyamalan recurre a ese estilo hitchcockiano que lo caracteriza, con los códigos clásicos pero siempre efectivos del suspenso: tales como mirar a través del cerrojo, las tomas a través del retrovisor o las sombras que se mueven por las ranuras de la puerta; a parte de utilizar medios planos que no revelan los rostros inmediatamente, generando expectativa, para luego contrastar con primeros planos que colocan al espectador cara a cara con los personajes. Todo esto acentuado con una banda sonora que genera más ansiedad e incomodidad.
Por su parte, James McAvoy es la estrella, el complemento perfecto de la cámara y la música. Sus 23 personalidades hacen innecesaria la presencia de más personajes en escena, ya que la película básicamente se centró en las tres adolescentes secuestradas, la doctora Fletcher y las personalidades de Kevin. Sus personalidades eran tan distintas y bien caracterizadas, con detalles en gesticulaciones, tono de voz, acento, vestuario, manerismos, etc., que nos daban la impresión de que veíamos a distintos personajes independientes. McAvoy nos lleva al límite de su actuación, cuando al final de la película cambia de personalidad una tras otra, en un plano secuencia, adoptando cada una de sus particularidades, en lo que a nivel actoral debió haber sido un reto placentero.
Lo más curioso de Split es que en cierta forma nos remite, a través de las múltiples personalidades, a distintos villanos de otras películas del género. Cuando vemos a la personalidad de Patricia, nos recuerda a Norman Bates (Anthony Perkins) en Psycho, incluso algunos de sus manerismos afeminados nos recuerdan al asesino en serie interpretado por Kevin Spacey en Se7en. El plano de la Bestia tratando de abrir los barrotes, para comerse a Casey (Taylor-Joy), nos recuerdan la famosa escena de Jack Nicholson gritando «Here’s Johnny» en The Shining, y al verlo con la boca llena de sangre, también nos remite a Hannibal Lecter, en The Silence Of The Lambs, cuando le muerde la nariz a un policía, en prisión.
Intencional o no, Shyamalan logra con esta película un híbrido del suspenso y el thriller, retomando aquellos códigos fílmicos y estilísticos que tanto apreciamos de sus inicios, y haciendo honor con sus caracterizaciones a personajes patológicamente icónicos del cine. Lo que me deja dudas es si, al final, con el cameo de Bruce Willis interpretando una vez más a David Dunn, su personaje de Unbreakable; Shyamalan tendrá la idea «Disney» de unir a sus personajes a través de sus películas. O, lo que sería aún más arriesgado, si pretende unirlos en una tercera entrega como una moderna liga de seres extraordinarios… Tiene sentido, ya que hay algo de Dorian Gray en David Dunn, y algo de Dr. Jekyll y Mr. Hyde en la personalidad bestial de Kevin… ¡Lo mejor es que nos deje con la curiosidad!
Trailer:
Escrito Por: Enrique Kirchman
Loooo de «shining» looooo pense…. y sii lo se Dunn parece sera en plan el cazando a la «Bestia» yaaa quieri ver a Mcavoy y willis dirigidos por shyamalan. Mcavoy es tooodo en esa pelii y la doctora es lo masssss!!!
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Leí en algún blog que la idea de nombrar a Mr. Glass y sacar a Williams era satisfacer a la cantidad de fans que le pidieron hacer una secuela de Unbreakable. Dependiendo de como le fuera con esta entonces se plantearía hacer una mezcla o 3era parte.
Definitivamente esta es una de las buenas de M. Night Shyamalan.
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