***Advertencia: Datos Importantes De La Película Son Revelados***
Por ahí leí un titular (antes de ver la película) que decía que «Kingsman: The Golden Circle» se asemejaba más a una historia de espías tipo Austin Powers, que de James Bond… No leí el artículo, obviamente, porque no había visto la película aún, pero igual difería de lo que sugería su titular. Cuando se estrenó «Kingsman: The Secret Service» en 2014, la verdad me atrajo mucho varias cosas: la principal, que su protagonista era una cara nueva y fresca del género de acción que prometía una gran secuela y franquicia. Por lo demás, el tono sarcástico de la película fue genial, combinado con actores clase A como Colin Firth y Michael Caine. Mi única crítica negativa a la primera entrega fue el personaje interpretado por Samuel L. Jackson, que me resultó un tanto sobreactuado y ridículo. Mi sugerencia en aquella crítica fue que:
…solo falta el factor romance, que seguro introducirán en su secuela, en la cual deben conseguir un villano más digno que el que interpretó Jackson y mantener el factor sorpresa como lo hicieron en este primer filme, y le aseguro una buena trayectoria cinematográfica.
Sin embargo, el director Matthew Vaughn no pareció tener esta misma visión y de ahí es que esta secuela no llenó mis expectativas, de hecho, me pareció aburrida, carente de los niveles de intriga y acción que tuvo la primera, perdió el factor sorpresa, se tornó predecible, con diálogos tontos (casi que infantiles) y, sin lugar a dudas, una mala versión de lo que sería una película de Austin Powers.
Lo triste del caso es que «Kingsman: The Golden Circle» tiene un elenco mucho más atractivo que la primera, tal vez porque introdujo a personajes que, en sí, prometían mayor acción, comedia y ritmo escénico, como Halle Berry («X-Men»), Channing Tatum («21 Jump Street»), Pedro Pascal («Narcos») y Julianne Moore («Crazy Stupid Love»); pero no hizo buen uso de ninguno. Tatum y Berry fueron casi que personajes terciarios, sin mucho tiempo en escena, mientras que Moore hizo el mismo tipo de papel extremadamente satírico que hizo Jackson, como una especie de Dr. Evil. Por lo cual, volvieron a fallar consiguiendo a «un villano más digno» como sugerí en mi crítica de hace tres años. Taron Egerton como que evolucionó muy rápido en el papel, como un «caballero», y perdió lo que lo hacía original en la primera película, que era ese estilo de chico malo, osado y rebelde. El que más o menos se destacó fue Pascal, pero no pudo salvar las carencias del resto, además de que su papel de bueno/villano no estuvo bien sustentado. Ni hablar del ridículo cameo del cantante Elton John, que debo admitir que de momentos dio un poco de gracia, pero ¿cuál fue realmente su aporte a la trama? ¡Ninguno! Quisieron hacer lo mismo que hicieron con Mark Hamill («Star Wars») en la primera película, pero al menos Hamill tenía un personaje con propósito; Elton John fue solo un mal chiste.
Respecto a desarrollar una subtrama romántica, creo que el gran fallo fue haber seguido el chiste de la primera película de dejar a Eggsy con la princesa Tilde, que le prometió sexo si la salvaba. O sea, fue gracioso que le dieran seguimiento a esa historia, pero yo lo hubiera dejado como una relación infructuosa con un rompimiento en la intro de esta segunda película, y le hubiera buscado un nuevo interés romántico, tipo James Bond, que cambia sus chicas con cada entrega. El problema es que la trama principal estaba muy aburrida, con muchas escenas dialogadas y largas, para ser una película de acción. Todo el primer acto y la mitad del segundo fueron lentos, con pocos picos de acción dramática, lo que hacía reducir el dinamismo y, por ende, la atención del espectador. Si a eso le sumamos una subtrama romántica débil, con una chica a la que prácticamente no conocemos, por lo que no podemos percibir la química entre ambos personajes, entonces caemos en un relato sin nada interesante que contar.
De todo, creo que la mayor crítica a esta película fue haber restaurado el excelente punto de giro y factor sorpresa que había tenido la primera película, me refiero a la muerte de Harry Hart (Colin Firth). Su muerte sorpresiva a manos del villano interpretado por Jackson fue impactante y captó nuestro interés. Pero luego vienen con esta película a dar una explicación ridícula e innecesaria para revivirlo, lo cual le quitó toda la originalidad a la historia anterior. Porque de hecho, Harry Hart no aportó nada a la narrativa de esta película, lo que hizo fue ralentizar la trama con su amnesia, cuando pudieron haberse concentrado en desarrollar las características de los nuevos personajes introducidos y prescindir de su presencia.
Como se puede intuir por el final de la película, evidentemente habrá una tercera parte, en la que sí le darán más protagonismo a Channing Tatum y a Halle Berry, ahora que la incluyeron como una de las espías en acción de la organización. Solo falta elegir a un villano más siniestro, que puede mantener la comicidad y el sarcasmo, pero que sea menos infantil y caprichoso como hasta ahora los han caracterizado; porque de hecho, esta no es una película para niños. Ojalá y logren levantarse con la siguiente entrega, ya que me gustaría ver a Berry en otro gran papel de acción.
Trailer:
Escrito por: Enrique Kirchman
Un comentario en “{Crítica} «Kingsman: The Golden Circle»: No Logra Mantener Un Ritmo Narrativo Que Atrape”