
La mansión Winchester, ubicada en la 525 sur del bulevar Winchester en San José, California, es una casa victoriana al estilo Reina Ana, que perteneció a Sarah Winchester, la viuda del magnate de los rifles William Wirt Winchester. Luego que su esposo murió en 1881 de tuberculosis, y de perder también a su hija, se dice que una médium le indicó a Sarah que debía mudarse de New Haven —donde residía al momento— al oeste del país, y construir una casa para ella y para los espíritus de aquellos que murieron a causa de un disparo de un rifle Winchester.

Sarah así lo hizo y se mudó a California. Había heredado una gran fortuna de su marido y el 50% de la empresa, por lo que tenía más que suficiente para emprender el proyecto de construcción. Sin embargo, lo curioso de la historia no es la creencia de Sarah de que efectivamente los espíritus acechaban la casa, sino la forma tan peculiar de la construcción en la que no habían planos de diseño ni siquiera un arquitecto involucrado. Todo se hizo bajo las directrices de ella, quien nunca dejó de construir «para los espíritus» hasta el día de su muerte, el 5 de septiembre de 1922.
Su historia es llevada al cine por los directores Michael y Peter Spierig (quienes dirigieron «Daybreakers» y «Predestination») en la película «Winchester: The House That Ghosts Built», protagonizada por la ganadora del Oscar, Helen Mirren («The Queen») y el actor Jason Clarke («Dawn Of The Planet Of The Apes»). Con un tono de suspenso y horror, los hermanos Spierig, quienes también guionaron la historia, se adentran en la psiquis de Sarah Winchester y los supuestos espíritus para quienes construyó la mansión que inicialmente tuvo siete niveles, con unas 161 habitaciones, que incluyen: 40 dormitorios, dos salones de baile, 47 chimeneas, dos sótanos y tres elevadores. Además, se dice que solo tenía un solo baño real y los demás eran falsos, para engañar a los fantasmas. Tal vez una de las grandes peculiaridades eran los 10 mil paneles de vidrio que tenía la casa, muchos de ellos confeccionados por la compañía Tiffany, y varias de estas vidrieras están hoy día en un cuarto de almacenamiento dentro de la casa, cuyo valor en 1922 era de $25 mil; actualmente asciende a millones. Otra rareza eran las puertas que no comunicaban a ningún lado y ventanas a través de las cuales se podía mirar a otra habitación, en lugar de mirar al exterior de la casa.

La película se estrena en Estados Unidos el 2 de febrero de 2018, pero para aquellos que van de visita a California en los próximos días, tal vez quieran pasar por la mansión que actualmente es un museo (ahora solo de cuatro niveles) considerado patrimonio histórico, donde se realizan tours diarios. En su sitio web Winchester Mystery House pueden ver toda la información de los tours, especialmente populares en esta época de Halloween, con recorridos hechos solo con luz de vela o flash light para intensificar el misterio.
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Escrito Por: Enrique Kirchman