***Advertencia: Datos Importantes De La Película Son Revelados***
Parece que la saga de los Súperamigos de DC Comics no logra despegar con tantos altibajos que tiene. Venimos de un «Man Of Steel» (2013) muy bien realizado, para pasar a un «Batman v. Superman: Dawn Of Justice» (2016) que tuvo sus fallas en cuanto al guion, pero a mi parecer no estuvo tan mala como los críticos la condenaron. «Suicide Squad» (2016) sí dejó mucho que desear (salvo por la espectacular participación de Margot Robbie como Harley Quinn), pero luego «Wonder Woman» (2017) logró recuperar la confianza en la franquicia con una película que generó excelentes críticas y resultados positivos en taquilla; aunque a decir verdad yo tengo mis reservas en cuanto a la caracterización de la Mujer Maravilla. Aun así, esperábamos con muchas ansias ver «Justice League», porque teníamos la esperanza de que la unión de los icónicos superhéroes fuera a levantar la trama; más allá de que nos atraía la idea de ver a Jason Momoa como Aquaman y a Ezra Miller como The Flash. Sin embargo, esta ha sido la peor de todas las películas de este relanzamiento de DC, por muchas razones.
Estoy anuente de que la producción en general enfrentó muchísimos percances: que el director Zack Snyder haya dejado la producción a la mitad, producto de la muerte de su hija; que se haya camuflado el bigote de Henry Cavill en postproducción por previo contrato con «M:I 6: Mission Impossible», que le impedía cortárselo; y que la producción ordenara reducir la duración de la película, entre otras cosas. Pero creo que el fracaso de «Justice League» es un arrastre que viene desde antes… Veamos.
a) El orden de los factores SÍ altera el producto
DC tiene serios problemas con la estructura narrativa global con la que eligió contar el universo de estos superhéroes. Comparándolo con su competencia, Marvel hizo «Iron Man» (2008), «The Incredible Hulk» (2008), «Iron Man 2» (2010), «Thor» (2011) y «Captain America: The First Avenger» (2011) antes de hacer «The Avengers» (2012). Para el momento en que se hizo «The Avengers», ya el espectador se había compenetrado con el líder del grupo (Tony Stark/Iron Man) a través de dos películas y estaba súper atraído por su personalidad. Además, entendía las historias paralelas y de temporalidades distintas como la de Thor y Steve Rogers/Capitán América respectivamente. Luego nos añadieron a Black Widow y Hawkeye, a quienes fuimos conociendo poco a poco, con ayuda de las subtramas que se derivaban de su relación con los personajes que ya conocíamos. ¿Qué pasó con DC? En realidad solo conocíamos la historia de Superman por «Man Of Steel» antes de que apareciera Batman enojado en la siguiente película («Batman v. Superman: Dawn Of Justice»). Pero no sabemos en qué época se encuentra este Batman ni conocemos lo que le ha sucedido hasta su primer encuentro con Superman y mucho menos conocemos de Aquaman, Cyborg, The Flash ni de la Mujer Maravilla. Luego nos cuentan la historia de la Mujer Maravilla en su película individual, por lo que entendemos algo de lo que sucedió anteriormente, pero aún así, cuando llega «Justice League» seguimos sin entender quién es Aquaman, Cyborg y The Flash. Nos cuesta sentir empatía por estos personajes cuyo presente y pasado desconocemos.
En otras palabras, la saga ha sido mal estructurada. Snyder debió empezar haciendo las películas individuales de Batman, Superman y Wonder Woman, antes de reunirlos en «Batman v. Superman: Dawn Of Justice», y luego ir agregando las de Aquaman, Cyborg y The Flash, antes de llegar a «Justice League». Esa desorganización narrativa es la que no logra el enganche del público con tan reconocidos personajes, que aunque conocemos sus bases desde que eran dibujos animados, necesitamos conocer su historia actual en este universo que nos están vendiendo.
b) No hay química.
Uno de los grandes aciertos de Marvel es que ha sabido jugar con la química entre su gran variedad de superhéroes que al día de hoy sigue creciendo. Esas mezclas de Thor y Hulk, Iron Man con Spider-Man, Black Widow y Hawkeye, etc. son las que le han dado perfecto resultado. Incluso cuando están todos juntos se puede percibir claramente que ninguno tiene la misma personalidad, todos tienen un distintivo que va más allá de sus poderes y atuendos, aportando algo especial a la escena que la hace dinámica: el ego de Tony Stark, lo políticamente correcto de Steve Rogers, la astucia de Black Widow, el temperamento de Hulk… Todos son como ingredientes que le añaden un matiz distinto al guion. ¿Qué pasa con DC? ¡No hay química entre sus personajes! Parecen estar siempre peleados entre ellos, con recelos y desconfianza, con un sentido del humor bastante lineal en todos (salvo The Flash), que aún no parecen compenetrarse. Batman y la Mujer Maravilla, desde los dibujos animados, siempre han sido como la cabeza planificadora y estratégica de la Liga de la Justicia, y acá parecen seguir esa línea, pero verlos a ambos en escena resulta aburrido. No hay chispa en su relación (y no me refiero a algo romántico), simplemente no parece haber camaradería, complicidad. Son como esos dos policías que pusieron a trabajar juntos en contra de su voluntad. The Flash parecía ser el que le agregaría algo de dinamismo al grupo y a la relación con Batman (tipo Tony Stark con la desobediencia de Spider-Man), pero cayó en el ridículo con una caracterización muy estúpida de Barry Allen, un personaje que en el universo DC es un inteligente científico de la policía, y acá lo presentan como un chico temeroso, cobarde, infantil y que no puede distinguir cuál es el este y el oeste… ¡Siendo científico!
Aquaman, que de todos es el que presenta una de las personalidades más interesantes por su rebeldía, tampoco logra compenetrarse con ninguno ni hacer match en la historia, porque simplemente no dedicaron tiempo de la trama para desarrollar subtramas que hicieran que se relacionaran los personajes fuera de su objetivo principal.
c) Villanos poco atractivos.
Hasta ahora, uno de los principales problemas de todas las películas de esta nueva saga de DC ha sido sus villanos: Doomsday en «Batman v. Superman: Dawn Of Justice», la bruja Enchantress en «Suicide Squad», el dios Ares en «Wonder Woman» y ahora Steppenwolf en «Justice League». En primer lugar, esos villanos computarizados como Doomsday y Steppenwolf son un gran bajón para la trama. ¿Dónde quedaron los villanos como el Joker, Bane, el general Zod o Lex Luthor? De hecho, Lex Luthor es interpretado por un increíble actor como Jesse Eisenberg y no han sabido sacarle provecho; ha quedado en un segundo plano. Queremos ver villanos de carne y hueso, con una motivación que vaya más allá que las simples ansias de poder como la de Ares o Steppenwolf, sino que se basen en un principio maquiavélico o extremo como lo hizo Zod, cuyas acciones tenían una razón. ¿Por qué poner a la Mujer Maravilla a pelear contra un dios, si hubiera resultado mucho más atractivo luchar contra los nazis? ¡No era necesario agregar a Ares en la ecuación (mucho menos interpretado por un actor que se veía bastante ridículo en la vestimenta de deidad de la guerra)! ¡Qué más aterrador que los nazis! Hasta ahora hemos visto solo monstruos y un dios sin motivación alguna como villanos. Y si encima de eso parecen personajes de un juego de Playstation, menos atractivos son.
d) ¿Es una película infantil o para un público más adulto?
Honestamente, el público que se siente atraído por estas películas de DC es aquel que como yo vivió los años 80 viendo los dibujos animados de «Super Friends», las películas de Superman protagonizadas por Christopher Reeve o las de Batman dirigidas por Tim Burton. Obviamente, Warner Bros. va a querer captar a ese público joven que compra también el merchandising que representa cada una de estas películas (los muñecos, los juegos de video, la sorpresa de la cajita de McDonald’s, etc.), pero sus películas hasta ahora han dado mensajes mixtos en cuanto al público al que están dirigidas. Mientras que «Man Of Steel», «Batman v. Superman: Dawn Of Justice» y «Suicide Squad» tenían un tono más dramático y violento para adultos, «Wonder Woman» y «Justice League» parecieron tener un propósito más enfocado a capturar la atención de un público joven e infantil. ¿Cómo se nota? En la caracterización de sus personajes, hasta cierto punto innecesariamente jocosas (y con un humor bastante inocente) y con diálogos redundantes, que parecen sacados de la cómica de los años 70 cuando cada superhéroe decía lo que iba a hacer antes de hacerlo. En otras palabras, los supuestos momentos de humor no eran graciosos (salvo contadas excepciones, como cuando The Flash hace alusión a la película «Pet Semetary» al revivir a Superman o cuando está corriendo y Superman le sigue con la mirada), sino que caían en lo tonto, como si fueran escrito para niños.
No es que esté mal que la película sea para niños, el problema es cuando se nota una indecisión en el target de espectador. Presentan momentos de largas conversaciones, que aburrirían a un niño (y a un adulto) y las combinan con escenas de chistes obvios y tontos que solo apreciaría un infante. Sin dejar de lado la excesiva violencia. Entonces lo que ocasiona es que la película no sea atractiva ni para niños ni para adultos, salvo cuando presentan las escenas de acción, que suelen entretener.
En resumidas cuentas, «Justice League» no llega ni siquiera a superar a «Batman v. Superman: Dawn Of Justice». Se queda en una trama mal estructurada, con algunas escenas aleatorias que parecen no seguir el principio de causa y efecto con el que se escribe un guion. Incluso, hay escenas de más que no ayudan a construir ningún aspecto del relato. Pareciera que se enfocaron en destacarse con efectos especiales (que tampoco es que sean innovadores), perdiendo el enfoque de una buena trama. Tiene sus buenos momentos, claro que los tiene, con una u otra situación que causa gracia (como las ya mencionadas de The Flash), además de algunos guiños, como cuando Alfred le dice a Bruce Wayne que añoraba las épocas en que todo era más fácil, cuando habían «pingüinos que explotaban«, refiriéndose evidentemente a la película «Batman Returns» de Tim Burton en la que El Pingüino fue interpretado por Danny DeVito —lo cual hasta ahora coloca al Batman de Ben Affleck en un universo en el que ya se enfrentó al Pingüino—. También nos llama la atención el flashback cuando las amazonas y los atlantes se enfrentaron a Steppenwolf junto con otros superhéroes, entre los que se podía ver a Green Lantern, Shazam e incluso, a lo lejos, a Hawkman. Y otras de las cosas que también dan ganas de seguir viendo la saga, a pesar de sus defectos, es el hecho de que ya están fundando el Salón de la Justicia, de que integrarán a otros miembros, y además, Lex Luthor está pensando armar su propia liga de villanos, lo cual pareciera que le dará protagonismo en la secuela que aún no tiene fecha de estreno.
Las películas que creo que sí pueden funcionar, con el mismo éxito de «Wonder Woman», son las de «Aquaman» (2018) y «Flashpoint» (2020), cuyos personajes tienen mucho potencial, siempre que le sepan dar la caracterización necesaria para ganarse la empatía del público. Algo que se puede lograr, ya que ambos actores (Miller y Momoa) tienen el carisma para hacerlo.
«Justice League» cuenta con las actuaciones de Henry Cavill («Immortals»), Ben Affleck («Argo»), Gal Gadot («Furious 7»), Jason Momoa («Game Of Thrones»), Ezra Miller («The Perks Of Being A Wallflower»), Jeremy Irons («The Man In The Iron Mask»), Amy Adams («Arrival»), Diane Lane («Unfaithful») y Ray Fisher como Cyborg.
Trailer:
Escrito Por: Enrique Kirchman
3 comentarios en “{Crítica} «Justice League»: Donde ‘Marvel’ Ha Triunfado, ‘DC’ No Levanta Cabeza”