
Quién iba a pensar que luego de verla interpretar a la problemática y algo promiscua Jen Lindley en el súper drama juvenil «Dawson’s Creek», Michelle Williams se iba a convertir en una de las revelaciones actorales de su generación, interpretando personajes de gran complejidad psicológica que la han colocado en lo más alto del escalafón de actrices en Hollywood, con cuatro nominaciones al Oscar en su currículum, con tan solo 37 años de edad. Ha tenido la oportunidad de compartir pantalla con excelentes talentos, desde su exmarido Heath Ledger, hasta Ryan Gosling, Leonardo DiCaprio y Eddie Redmayne; además de haber tenido la fortuna de ser dirigida por maestros del cine como Ang Lee, Martin Scorsese y, recientemente, por Ridley Scott.
Se puede decir que es precisamente con Scott, en el drama biográfico «All The Money In The World» —que narra el momento en que el nieto del magnate petrolero, Jean Paul Getty, fue secuestrado por la mafia calabresa— que Williams reafirma una vez más su versatilidad y calidad artística, dotando esta vez al personaje de Gail Harris (la nuera Jean Paul Getty) de toda la fuerza dramática que sirve de piedra angular para llevar adelante la trama de la película y mantener al espectador interesado. Su presencia escénica, su porte, la habilidad en cambiar su acento y camuflar a la actriz en la reencarnación de este personaje es realmente admirable. Me recuerda a una joven Meryl Streep en «Kramer vs. Kramer» o «Sophie’s Choice», interpretando a mujeres con carácter, decididas, valientes y desafiantes.
En «All The Money In The World», el personaje de Williams se para firme contra su tacaño exsuegro, luchando hasta el final por rescatar a su hijo de la mafia, manteniendo su dignidad en alto, rechazando cualquier ayuda económica para ella, con tal de que salvaran a su hijo. Era como una especie de Erin Brokovich desafiando a los más poderosos —su suegro, la mafia y los medios de comunicación— sin caer en la típica imagen cliché de mujer victimizada. Y esta construcción de su personaje es lo que despierta el interés del espectador; además de nuestra incredulidad y shock al ver el comportamiento avaricioso de Jean Paul Getty, interpretado estupendamente por Christopher Plummer (luego de que Kevin Spacey, quien había interpretado el papel inicialmente, fuera removido de la película y reemplazado por Plummer al ser uno de los tantos acusados por acoso sexual en Hollywood). Aunque con pocas escenas compartidas, Williams y Plummer son los que le dan forma a esta mezcla de drama familiar con un estilo gánster, con personajes construidos minuciosamente, desde la humildad e inicial inocencia de la nuera que se percibe por su desconocimiento en materia de obras de arte, hasta la actitud indignante del suegro que no escatimaba en pagar millones en obras de artes o construyendo una mansión en California con detalles arquitectónicos excéntricos de la antigua Roma, y que accedió pagar el rescate del nieto solo cuando se dio cuenta que podía incluirlo en su deducción de impuestos.
«All The Money In The World» solo logra una nominación al Oscar (y muy merecida) para Christopher Plummer, quien de hecho se convirtió en la persona más vieja (88 años) en ser nominada a un premio de la Academia. En mi opinión, también pudo ser reconocida en la categoría de Mejor Director para Ridley Scott, y seguro tiene todos los elementos para haber sido considerada como Mejor Película del año. Pero lo más sorprendente es que a pesar de su magistral actuación, Michelle Williams tampoco fue nominada a Mejor Actriz.
Su trayectoria habla por sí sola.
Desde que finalizó la serie «Dawson’s Creek», en la que Williams aportó la mayor parte del drama —su personaje muere de una condición cardíaca al final de la serie—, su ascenso ha sido bastante efervescente. En 2005, su papel de Alma, una mujer que prefirió mirar para el otro lado y vivir la mentira de su matrimonio, ignorando la relación homosexual de su esposo (interpretado por Heath Ledger) en «Brokeback Mountain», la hizo merecedora a su primera nominación al Oscar como Mejor Actriz de Reparto, aunque perdió ante Rachel Weisz por «The Constant Gardener». Ese mismo año, los premios británicos BAFTA la nominaban acertadamente al premio de Artista en Ascenso, y Williams le ha sabido hacer honor a ese nominación desde entonces . En 2011, vuelve a ser nominada, esta vez como Mejor Actriz, por el drama romántico «Blue Valentine», pero Natalie Portman la superó con su excepcional interpretación de una bailarina obsesionada en «Black Swan».
Al año siguiente, su nombre vuelve a aparecer entre las nominadas a Mejor Actriz, esta vez por su parecido casi fotocopiado de la legendaria Marilyn Monroe en «My Week With Marilyn», que exploraba un episodio concreto de la vida de la actriz, cuando tuvo una relación muy íntima con el escritor Colin Clark, quien en esa época era asistente del actor Sir Laurence Olivier, quien tuvo una relación laboral algo turbia con Monroe mientras filmaban la película «The Prince & The Showgirl». La encarnación de Williams fue supremamente cautivadora que logra revivir los recuerdos de una de las mujeres más famosas y controversiales de Hollywood, como lo fue Marilyn Monroe, pero también nos aflige y nos hace empatizar con ella y sus problemas.
Con el pasar de los años, Williams siguió tomando otros papeles más versátiles, como cuando interpretó a Glinda, la bruja blanca, en «Oz The Great And Powerful», hasta que en 2016, la poderosa escena que comparte con Casey Affleck casi al final de «Manchester By The Sea», la hace acreedora de su cuarta nominación al Oscar, pero nuevamente es opacada, esta vez por la desgarradora actuación de Viola Davis en «Fences». En 2017, entre sus obras destacadas, estuvo también su papel como la esposa de P.T. Barnum en el musical «The Greatest Showman», y este año promete tener una buena participación en películas de gran expectativa como el thriller «Rio», en el que se reúne con Jake Gyllenhaal («End Of Watch»), y la película del universo de superhéroes de Marvel, «Venom», donde actuará junto con Tom Hardy («The Dark Knight Rises»). Pero creo que tal vez su triunfo en los Oscar y su gran consagración como actriz llegue cuando veamos su trabajo en la biopic «Janis» (aun sin fecha de estreno), en la que Michelle Williams lleva la carga protagónica al interpretar a la cantante Janis Joplin. ¡Marquen mis palabras! ¡Ese año gana!
Trailer – «All The Money In The World»
Escrito Por: Enrique Kirchman