Escrito Por: Enrique Kirchman
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Fui a ver «Hereditary» atraído por el género del suspenso y el terror (de mis favoritos) y, por supuesto, que por el talento indiscutible de Toni Collette, a quien muchos recordarán por «The Sixth Sense» y «Little Miss Sunshine», por mencionar algunas de sus películas más exitosas. Sin embargo, me topé con un relato mucho más fuerte e impactante, una historia más psicológica de lo que pensaba, de horror y suspenso, sin duda, pero con una carga dramática tan profunda que nos estremece, nos hace colocarnos en la posición de los personajes y reflexionar acerca de ese dolor enloquecedor que cada uno padece a su manera.
«Hereditary» fue traducida al español bajo el título de «El Legado Del Diablo», lo cual ya nos predispone antes de entrar a la sala de cine, pero este título no cobra relevancia hasta más o menos llegado el segundo punto de giro de la historia (al final del segundo acto), por lo que la primera mitad de la película puede hacernos pensar que entramos a ver un drama trágico familiar. Y es que algo de eso hay en este filme que representa el debut del director Ari Aster. Hay una exploración de cómo una familia maneja la muerte repentina de un ser querido desde distintos puntos de vista: la reacción desgarradora de una madre que pierde a su hija de 13 años en un horrendo accidente de tránsito, el trauma psicológico del hermano que se siente culpable del accidente y la impotencia de un padre de evitar que su familia se desmorone completamente.
Si suprimimos los elementos sobrenaturales de la historia, la película es igualmente perturbadora, y el núcleo del terror radica en la institución familiar, en aquellos momentos que como padres, esposos, hijos y hermanos no estaremos nunca preparados. ¿Cómo lidiar con una hija con discapacidad mental o con un hijo al que intentaste abortar porque no te sentías preparada para ser madre? ¿Cómo encarar la muerte de tu madre con la que no tenías una buena relación? ¿Cómo superar la muerte de un hijo? ¿En qué momento hacemos las paces y aceptamos su muerte? Todas estas situaciones, lastimosamente muy comunes en muchas familias, son normalmente aterradoras para cualquier persona, y eso es lo que nos incomoda en la primera mitad de «Hereditary», porque nos imaginamos atravesando esa situación. Esa escena en que el personaje de Toni Collette llora desconsolada, gritando, por la muerte de su hija, no solo es dolorosa, también incómoda, angustiante y estresante. ¡Queremos que se calle! Tal vez porque sabemos que esa también sería nuestra reacción en una situación similar que no nos queremos imaginar.
El drama familiar se mezcla con lo fantástico y demoníaco, en lo que al final se convirtió en un ritual algo absurdo y desconcertante, pero realmente desconcertante, en un relato cuya estética y narrativa parecen una mezcla entre «The Exorcist», «Psycho» y «The Conjuring». Traigo a colación estas películas precisamente porque al igual que «Hereditary», el espectador se incomoda psicológicamente, es como un terror interno. No hay necesariamente una reacción de brincos por la combinación de imágenes aterradoras que aparecen acompañadas de sonidos repentinos, como suele suceder en muchas películas de terror. En esta obra, el terror parece cultivarse desde el inicio cuando nos muestran una nota luctuosa y luego va incrementando la dosis con la tragedia familiar de la pequeña Charlie, para finalizar con la adoración a uno de los reyes del infierno.
Definitivamente no la recomiendo a todo el mundo, porque tiene escenas muy fuertes: la forma en que decapitan a Charlie en el accidente, cuando su hermano Peter golpea su rostro repetidas veces contra el escritorio del colegio, cuando su madre Annie está poseída y se degolla con un alambre o cuando su esposo se enciende en llamas… Son escenas enfermizas y retorcidas que nos perturban, a eso agreguémosle las tomas sugestivas del demonio escondido en la oscuridad de la habitación, que aunque no se manifiesta en la toma, está ahí en el fondo casi que imperceptible.
De momentos, tal vez, la historia se torna tan insólita que raya en lo ridículo, con momentos que hasta pueden resultar satíricos, como la escena de Annie volando decapitada hacia la casita del árbol o la aparición de las personas desnudas al final entre los cuerpos decapitados haciendo reverencia al nuevo rey del infierno. Pero no deja de impresionarnos y desestabilizar nuestro estado anímico por un momento. Creo que «Hereditary» será otra de esas películas de terror de culto, que ha sobresalido en el género como muy pocas lo han logrado en la actualidad, y cuenta con extraordinarias actuaciones, entre las que destaco obviamente a Collette y sobre todo a Alex Wolff («Jumanji: Welcome To The Jungle»), un chico a quien le auguro una exitosa carrera cinematográfica.
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2 comentarios en “{Crítica} «Hereditary»: Perturbadora, Extraña Y Retorcida”