Escrito Por: Enrique Kirchman
El próximo 27 de julio se estrenará la sexta entrega de la saga del intrépido espía Ethan Hunt —«Mission: Impossible – Fall Out»—, protagonizada por el también osado Tom Cruise, quien continua exigiéndose cada vez más en cuanto a las escenas de acción con cada secuela. Para esta última película, pidió que se utilizara la menor cantidad de efectos especiales y fondos chroma, por lo que la escena en que pilotea un helicóptero, según se ve en el trailer, es él en realidad sin trucos ni dobles ni personal asistiéndolo. Él está solo volando el helicóptero y haciendo todas las piruetas exigidas en el relato. Cruise tomó un curso breve de 2,000 horas de vuelo para aprender a pilotear el helicóptero y para las tomas se instalaron cámaras dentro para que no hubiera necesidad de que un equipo técnico volara junto con él. En el video inferior, vemos cómo se preparó y filmó la persecución en helicóptero.
Tom Cruise Pilotea Un Helicóptero En «Mission: Impossible – Fall Out»:
La intrepidez de Cruise empezó en 1996, cuando se estrenó la primera película de la saga dirigida por Brian de Palma («The Untouchables»). De aquí nace la famosa escena en que Ethan Hunt cuelga del techo, al ras del suelo. Durante la filmación de esta escena —que ha sido replicada satíricamente en otras películas como «Wrongfully Accused» con Leslie Nielsen— la cabeza de Tom Cruise se inclinaba y tocaba el piso, evitando que el personaje mantuviera un perfecto balance al colgar. Para nivelarse, Cruise tuvo la idea de colocarse monedas en los zapatos y así hacer contrapeso.


En «Mission: Impossible II» (2000), el director fue John Woo («Face/Off») y tampoco la tuvo tan fácil con Cruise. Estuvo dispuesto a hacer la escena en la que escala unas rocas y, aunque tuvo ayuda de cables y en algunas tomas lo reemplazó un doble, Woo no podía evitar estar nervioso en cada momento cuando Cruise se aventuraba. Pero más sorprendente aún fue la escena en que el villano interpretado por Dougray Scott («Hitman») lo ataca con un cuchillo que queda a centímetros del ojo de Cruise, quien exigió que se usara un cuchillo de verdad y que en realidad quedara a centímetros de su ojo sin usar trucos de cámara, como Woo pretendía. EL cuchillo se conectó a un cable que tenía la medida exacta para quedar a la distancia precisa del ojo.



Pasaron seis años para que estrenaran la tercera película, «Mission: Impossible III», esta vez dirigida por J. J. Abrams («Star Trek: Into Darkness» y «Star Wars: The Force Awakens»), quien hacía su debut como director de largometrajes. En esta ocasión, Cuise siguió haciendo la mayor parte de sus escenas de acción sin mayores peligros, salvo unas costillas que se quebró al dar un giro brusco en una escena.


El director de la película animada «The Incredibles» y de su secuela «The Incredibles 2», Brad Bird, se unió para liderar la producción de la cuarta entrega, «Mission: Impossible – Ghost Protocol», en la cual se unen además los personajes interpretados por Paula Patton («Deja Vu») y Jeremy Renner («The Avengers»). En esta ocasión, Cruise se supera al realizar él mismo la secuencia en la que su personaje escala el exterior de la torre Burj Khalifa en Dubái, la más alta del mundo con 829.8 metros de alto, y Cruise realizó la hazaña a 518 metros.



«Mission: Impossible – Rogue Nation» (2015) marcó otro hito en las proezas de Tom Cruise para lograr la escena perfecta. En esta producción, superó la escalada del Burj Khalifa al ir montado en el ala de un avión Airbus A400M, que llegó a elevarse hasta 1,524 metros. El director encargado (y nervioso) era Christopher McQuarrie («Jack Reacher»), quien también regresó para dirigir «Mission: Impossible – Fall Out» (el único en dirigir dos películas de la franquicia). McQuarrie estaba preocupado de que Cruise sufriera de pánico durante la filmación de las tomas en el avión, pero el actor le pidió que no dejara de filmar hasta que obtuviera la toma. Uno de los obstáculos que enfrentó el actor durante estas tomas, fue mantener los ojos abiertos mientras iba en el ala del avión, ya que la rapidez con que venía el viento hacía que los cerrara, además de las bruscas que se le metían en el ojo. Sin embargo, para lograrlo, un especialista en ojos creó unos lentes de contacto que cubren toda la bola del ojo, y evitan las molestias. Esta escena requirió de ocho tomas.

Definitivamente, que para Tom Cruise no hay límites, y el nombre de la saga no aplica… ¡Nada le es imposible!
Es una gran película. La vi hoy y es lo mejor del día.
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Sí… La vi el fin de semana… Estoy pendiente de escribir la crítica ahora. Me gustó mucho, pero tengo mis reservas respecto a ciertos detalles de guion. Luego lo verás en la crítica y me contarás?
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Si, yo la mía la acabo de publicar y creo que concordaremos en eso del guion.
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Ah ok… bueno la leeré después que escriba la mía (así no me dejo influenciar) y te comento!
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