Escrito Por: Enrique Kirchman
***Advertencia: Datos Importantes De La Película Son Revelados***
La franquicia de «The Conjuring» (2013) vino a reactivar las películas de suspenso y terror que desde hace rato venían trastabillando en Hollywood con tramas absurdas y personajes poco efectivos a la hora de generar temor. Basándose en las historias reales de Lorraine y Ed Warren (interpretados por Vera Farmiga y Patrick Wilson), la trama de exorcismos y demonios agarró fuerza y cautivó a los espectadores. Aunque en 2014, recayó con una pésima entrega de la precuela «Annabelle», cuyo personaje daba para una historia mucho más profunda y aterradora, en 2016 y 2017 nos volvió a sorprender positivamente con las secuelas «The Conjuring 2» y «Annabelle: Creation», respectivamente.
Fue en «The Conjuring 2» que apareció por primera vez el diabólico personaje de la monja, con la cual la franquicia anunciaba sus intenciones de hacer otra precuela, que narrativamente daba para convertirse en una de las historias más macabras. Así surgió este año «The Nun», la segunda película dirigida por Corin Hardy («The Hallow»), protagonizada por Taissa Farmiga («The Bling Ring») —la hija de la protagonista de «The Conjuring»—, acompañada del mexicano Demián Bichir («The Hateful Eight») y el belga Jonas Bloquet («Elle»). Sin embargo, lo que pudo ser un excelente thriller, quedó como otra película de terror más del montón.
Uno de los principales errores fue su tono narrativo. Mientras que en «The Conjuring» y «The Conjuring 2» se mantiene esa sensación de misterio, incertidumbre y temor, en esta nueva precuela le añaden un toque humorístico, a través del personaje del franchute Maurice (Bloquet), que desde el inicio se muestra simpático, seductor y heroico. Sus comentarios graciosos, que apuntan a relajar un poco al espectador en las escenas de mayor tensión, se mantienen hasta el final y se hacen inverosímiles cuando aparecen incluso en momentos donde hay enfrentamientos con entes demoníacos. Ese humor nos distrae, sirve de atenuante del terror e imposibilita que el espectador se deje envolver por ese universo diegético inquietante.
Por otro lado, a diferencia de las pasadas películas, cuyas fuerzas antagónicas recaían en un demonio que poseía a un ser humano, en «The Nun» la historia se torna un poco más apocalíptica; hay una lucha directa con un ser demoníaco que hay que mantener en el inframundo usando la sangre de Jesucristo que está contenida en un huevo de cristal escondido en un lugar secreto de la abadía. O sea, mientras que Lorraine y Ed Warren tenían como objetivo expulsar al demonio del cuerpo poseído en «The Conjuring», la novicia Irene pretende enviar al demonio de regreso al infierno en «The Nun». Todas estas apariciones de monjas muertas que cobran vida, los pasadizos secretos, los chistes sin sentido y las luchas cuerpo a cuerpo con demonios, hacen que la película se asemeje a una versión más tétrica de «The Mummy» o «Tomb Raider», y nos hace pensar de entrada que «esto que estoy viendo jamás sucedería«, al contrario de la trama de «The Conjuring» en la que el factor enganche era precisamente que el espectador se dejaba envolver por la idea de que lo que veía en pantalla le sucedió a alguien en la realidad.
¡Ojo! «The Nun» mantiene el suspenso de momentos. Tiene escenas impactantes, como cuando las monjas empiezan a rezar en la abadía y son azotadas por una fuerza invisible o cuando el padre Burke se topa con un grupo de monjas sin rostro que lo acechan en uno de los tenebrosos pasillos. Sin embargo, el recurso de la monja que se aparece, de repente, detrás de los personajes y el de los personajes yendo detrás de una misteriosa aparición fueron usados de forma repetitiva con el mismo desenlace, y luego de un rato se torna narrativamente cansón y predecible, anulando en el espectador cualquier probabilidad de reaccionar con susto genuino, a no ser por la repentina aparición de una imagen terrorífica acompañada del estruendo de la música extradiegética.
En cuanto a las actuaciones, Taissa Farmiga mantiene el mismo nivel excepcional que su madre en la actuación, una chica que se presta para papeles dramáticos y que sabe llevarlos a su máxima expresión. En este caso, tal vez por lo fantasioso de la historia, no llega a entregar el máximo de su interpretación, pero tampoco decepciona. Jonas Bloquet no lo hizo para nada mal, pero le jugó en contra el tono humorístico con el que caracterizaron su personaje. En cuanto a Demián Bichir, realmente me pareció un personaje bastante terciario que no aportó absolutamente nada ni al personaje principal (la novicia Irene) ni a la trama. Lastimosamente, desaprovecharon un excelente personaje antagónico encarnado en la monja para crear otro éxito del terror.
Trailer:
Hollywood y su falta de ideas o su querer ir a lo seguro?
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Así mismo es!
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Me dieron susto algunas escenas, lo cual me mantuvo tensa en varias partes de la peli. Las películas de terror deben dar ese feeling real de que puede pasar siento yo, y en verdad querer hundir a un demonio con la sangre de cristo fue como: ¿De verdad?
Lo otro y que fue de verdas chistoso, como un apocalipsis zombie, fue que no se muere un demonio/bruja con un rezo/oración, pero sí de un escopetazo… ¿En serio?
Siento que sí hubo escenas de susto, pero fue eso únicamente. Me quedé con ganas de ver una trama más acuerpada, como Emily Rose tal vez.
Por otro lado, empiezo a creer que ahora hay varias películas llenan de chistes y no importa su género, refiriéndome a las escenas de Franchie.
Saludos
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jajajajaja… Lo del escopetazo me dio mucha risa! Y tienes toda la razón!!! Hay momentos que asustan, porque sea como sea, la idea de una monja demoníaca no deja de ser aterradora, pero le agregaron eso de «apocalipsis zombie» que le mató lo siniestro. Saludos y gracias por dejar tu comentario!
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Nuevamente una decepción que tendremos que ver.
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