Escrito Por: Enrique Kirchman

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Blake Lively es una de esas actrices con una trayectoria cinematográfica y televisiva bastante corta, de apenas unos 13 años. Aunque he visto varias de las películas en las que ha participado, como «The Town», «Green Lantern» y «Savages», su presencia nunca había resaltado más allá de su innegable belleza. Incluso en «The Shallows», donde tuvo casi el 90% del tiempo en pantalla, la película no le hizo justicia. Algunos dirán: ¿Cómo es posible que no la conozcas de «Gossip Girl»? Pero, es que nunca fui fanático de la serie.

Sin embargo, verla en el thriller cómico «A Simple Favor» ha sido otra historia, es como que ahora sí, formalmente, nos han presentado y he caído redondo como amor a primera vista. Desde aquella primera escena en que baja del auto con un paraguas y su vestimenta tipo Annie Hall, pero con un toque muchísimo más sensual, el espectador (indistintamente del género) queda hipnotizado no solo con su belleza, sino con cómo la lleva, cómo la proyecta y cómo la hace suya. Su personaje Emily Nelson es la versión femenina de su esposo en la vida real, Ryan Reynolds («Deadpool») en todas su películas. Es esa mezcla entre atractivo físico, astucia, sarcasmo, buen humor, pedantería y un lenguaje soez. Y por algún motivo, esa mezcla deriva en un inevitable erotismo.

La presencia de Lively es tan fuerte y dominante en la trama, tal cual su personaje, que durante el lapso en que desaparece de la diégesis para dar paso a que la protagonista interpretada por Anna Kendrick («Pitch Perfect») investigue su desaparición, se hace tedioso y aburrido. ¡Queremos que reaparezca pronto! Y no es que Kendrick lo haya hecho mal, de hecho la dupla fue genial junto con Lively. Eran como agua y aceite, pero se complementaron a la perfección. Sus escenas juntas podían extenderse, pero no aburrían, porque sus diálogos y reacciones eran tan naturales y dinámicos, que le aportaban un ritmo escénico interno que nos mantenía pendientes de cada palabra y cada gesto. Pero cuando Lively no estaba en la escena, por algún motivo la historia se ralentizaba.

La trama es algo compleja, tal vez hasta rebuscada, pero esa mezcla no tan común de suspenso y comedia dio buen resultado. Pocos logran salir victoriosos con este híbrido de géneros tan opuestos, porque lo cómico no mató nuestras ganas de saber cuál era el misterio que guardaba celosamente Emily. «A Simple Favor» es como si «Gone Girl» hubiese sido escrita por los hermanos Coen, bajo la dirección de Alfred Hitchcock, con una historia siniestra alivianada con personajes simpáticos, planos juguetones y una banda sonora excelente, con canciones francesas como ‘Poisson Rouge’, ‘Ca S’est Arrange’ y ‘La Madrague’, que crean ese contrapunto en la puesta en escena.

Su director Paul Feig, quien nos ha entregado anteriormente divertidas comedias como «Bridesmaids» y «The Heat», nuevamente le da el protagonismo a la mujer, de hecho, la película obtuvo la certificación ReFrame que se le otorga a las producciones cinematográficas que promueven la igualdad de género. En el caso de «A Simple Favor», no solo tiene protagonista y coprotagonista femeninas, sino que fue escrita y coproducida por mujeres —Jessica Sharzer («American Horror Story») y Jessie Henderson («The Heat») respectivamente—, por lo que esa influencia se hace notar en la historia. Uno de los elementos más obvios del girl power en la trama, viene dado en el decorado de la casa de Emily con la pintura de ella desnuda donde su vagina está en primer plano. El cuadro se mantuvo casi que como un personaje más en las escenas, imponente en el fondo de los planos, mientras los personajes de Lively y Kendrick abordaban temas femeninos, como sexo, parejas, entre otras cosas. Además, ambas mujeres, a su manera, fueron caracterizadas como personajes independientes y fuertes, donde la figura masculina era relegada a un segundo plano. A propósito de personajes masculinos, vale la pena mencionar que esta fue la segunda película de Henry Goldin, a quien recientemente vimos en la comedia romántica «Crazy Rich Asians», comprobando su gran talento como actor; un chico que indudablemente seguiremos viendo en pantalla.

En resumidas cuentas, «A Simple Favor» es supremamente graciosa y entretenida, a veces rayando en el absurdo, pero con algunos twist que realmente apreciaremos y perdonaremos por el híbrido de géneros de que se trata. ¡Se las recomiendo!

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