«Élite»: La Juventud En Éxtasis


Escrito Por: Enrique Kirchman

***Advertencia: Datos Importantes De La Serie Son Revelados***

Las producciones españolas parecen estar tomando cada vez más importancia en la programación de Netflix. Luego del éxito de series como «La Casa De Papel» (que en lo personal no me enganchó narrativamente) y «Las Chicas Del Cable», entre otras que son y no son originales de Netflix, ha aumentado la fanaticada del espectador global por la creatividad audiovisual española. Y, bueno, España siempre ha tenido buena televisión y buen cine, así que no era de extrañarse. En esta ocasión, la serie que está dando de qué hablar, sobre todo entre los jóvenes, es «Élite», cuya línea de acción aborda la experiencia de tres chicos marginados que reciben una beca para estudiar en una escuela para chicos privilegiados, luego de que su escuela se derrumbara debido a una falla arquitectónica.

El relato se apoya en un gran flashback, con ocasionales escenas del presente que se ubican en un interrogatorio policial. La escena inicial es la que dispara inmediatamente el misterio que dominará toda la primera temporada, revelando que algo terrible ha ocurrido, un asesinato, pero el suspenso de la trama se mantiene, no a través del ¿qué sucedió?, sino del ¿cómo sucedió? y, sobre todo, ¿quién fue?. En realidad, a nivel de estructura de guion, las escenas intermitentes del presente con los interrogatorios no aportan mayor cosa. Si las suprimimos, nos percataremos que la historia del flashback es la que en realidad nos impacta y mantiene adictos a querer ver cada episodio, uno tras otro, sin parar. En otras palabras, yo hubiese optado por solo utilizar la escena inicial del presente cuando interrogan a Samuel (el protagonista) para sembrar la semilla del suspenso en el espectador, y de ahí no hubiese vuelto hasta el final de la temporada cuando cronológicamente la trama se empata con el presente diegético, ya que en el intermedio, lo que los personajes decían a la policía no representaba nada más relevante que lo que se contaba en el pasado.

Tal vez ese recurso de contar la historia en dos tiempos (aunque la del presente es mínima) es porque, en cierta forma, «Élite» es como la versión española de la serie estadounidense «13 Reasons Why», con la diferencia de que en esta última fue un suicidio lo que detonó la trama desde el inicio y que en esta historia sí se hizo uso del pasado y el presente para hacer revelaciones importantes de la historia; de resto, los personajes, las subtramas y el mensaje audiovisual es bastante similar.

En ambas series, las coprotagonistas —Marina en «Élite» y Hannah en «13 Reasons Why»— eran chicas con problemas emocionales, que aparentaban bondad al inicio, pero poco a poco fueron mostrando sus verdaderos colores descartando su aparente personalidad santurrona en comparación con sus victimarios. Por otro lado, el protagonista —Samuel en «Élite» y Clay en «13 Reasons Why»— es caracterizado como un mojigato, inexperto, tímido y naïve, que parece ser siempre el último en enterarse de todo y, en ambos casos, trata de hacer lo correcto y justo por las víctimas.

Foto: Itzan Escamilla y María Pedraza interpretan a Samuel y Marina.

Por otro lado, ambas series hacen un aporte importante a temas serios a los que deben prestar especial atención los adolescentes, sus padres y los colegios. En el caso de «Élite» (igual que en «13 Reasons Why»), el tema dominante es la sexualidad, desde diversos puntos: orientación e identidad sexual, así como el acto en sí y las consecuencias. Solo el personaje central de Marina simboliza la promiscuidad, las consecuencias al contagiarse del VIH y al quedar embarazada. Situaciones que son más frecuentes de lo que uno se imagina en colegios, entre niñas de 15 y 18 años. Luego tenemos la orientación sexual de personajes como Ander, cuya homosexualidad queda revelada al ingresar en aplicaciones de citas entre hombres y, posteriormente, iniciar un romance con Omar.

En el caso particular de Omar, la serie hace hincapié en su religión musulmana, por ende, en el dilema de ser homosexual bajo la crianza islámica, con un padre conservador y tradicional; el tormento que resulta para chicos de esta religión (y de regiones específicas) poder salir del clóset frente a sus familias y a la sociedad, que aún es tan estricta al juzgar estos temas. Y en esa búsqueda sexual, también se incluye al triángulo «amoroso» de Polo, Carla y Christian, tres chicos que inician un experimento sexual en el cual se aborda el voyerismo y la bisexualidad. Teniendo esto en cuenta, no hay duda de que «Élite» es una serie dirigida para un público con una base en su formación sexual que le permita reflexionar y discernir sobre los temas expuestos sin caer en confusiones ni malas interpretaciones, ya que aunque se expresan las consecuencias negativas de ciertos actos, en otros casos, el sexo se muestra como una salida rebelde y liberadora, que sin el debido cuidado, puede tener repercusiones graves como contagios de enfermedades venéreas, embarazos no deseados y VIH.

Foto: Arón Piper y Omar Ayuso interpretan a la pareja de amantes Ander y Omar, bautizados por los fans como ‘Omander’.

Uno de los atractivos narrativos de la serie es la exploración que hacen de ciertos temas a través de la familia musulmana a la que pertenece Omar y su hermana Nadia. Por un lado, como ya mencionamos, está el hecho de que Omar sea homosexual, pero también que se dedique a «camellar» o vender drogas, otro tema muy sensible en la juventud, precisamente por lo accesible que están cada vez más a los adolescentes: en las fiestas, los barrios y hasta en los mismos colegios.

Por el lado de Nadia, «Élite» se refiere a un tema bastante controversial, como lo es el concepto de «Estado laico» o, en este caso, «colegios laicos», frente a la idea de libertad de culto. Desde el primer día de clases, Nadia asiste al colegio con su hiyab o velo característico de las mujeres musulmanas, que simboliza modestia y privacidad, principalmente cuando están frente a hombres que no pertenezcan a su familia inmediata. Sin embargo, la directora del colegio reprende a Nadia, amenazando de expulsarla si asiste al colegio nuevamente con su hiyab, alegando que, por ser un colegio laico, no está permitido ningún tipo de expresión religiosa. En otras palabras, todos deben estar literalmente uniformados. Sin embargo, Nadia se defiende atinadamente, diciendo «además, aquí todos llevan cosas… Bolsos caros, relojes de oro«, a lo que la directora responde que esos son adornos que no significan nada, pero Nadia insiste: «sí, significan muchas cosas. Significa tengo más dinero que tú, más estilo que tú, soy mejor que tú«. Esta escena es una crítica muy particular a la doble moral que existe en colegios de todas partes que se hacen llamar laicos, que prohiben que una persona viva su cultura religiosa sin influir en los demás, pero permite otro tipo de libertades banales que afectan y marcan una diferencia evidente entre una y otra persona que dentro de un colegio deberían figurar como iguales… En el caso de Nadia, se refiere a la ostentosidad por cosas materiales.

Foto: Itzan Escamilla, Mina El Hammani y Miguel Herrán en la serie «Élite».

Todas estas situaciones, fácilmente aplicables a una realidad universal, hacen de «Élite» una serie con un atractivo narrativo innegable. Sumado a eso, está un elenco juvenil con un talento increíble, cada quien muy bien caracterizado, manteniéndose dentro de su psicología y emociones de una forma natural, provocando una química perfecta como elenco. De todos ellos, se destaca el talento de actores como Miguel Bernardeau (como Guzmán), el aparente chico malo con el que el espectador llega a empatizar y cuyas acciones violentas llegan a entender precisamente por las presiones y problemas familiares que lleva a sus espaldas. No puedo dejar de nombrar la divertida actuación de Miguel Herrán (como Christian), quien le aporta esa picardía y dinamismo a las escenas, sacándonos un poco de la seriedad de la trama, y lo hace con tal naturalidad que lo hace aún más simpático para el espectador. Herrán se complementa a la perfección con Ester Expósito (como Carla), una chica que lleva la belleza con garbo y estilo, y cuya personalidad estirada combina perfectamente con la torpeza del personaje de Herrán y la sumisión del personaje de Álvaro Rico (como Polo). Y luego está la mexicana Danna Paola (como Lu), cuyo personaje extremadamente irritante, simboliza el bullying psicológico que atraviesan varios personajes, y que al final le cuesta su estadía en el colegio, sus amistades y su romance con Guzmán. ¡Hay que admitir que sus insultos son geniales!

«Élite» es picante y muy sexual, con un gran manejo del suspenso e, incluso, del romance, con esas subtramas amorosas entre Guzmán y Nadia, Marina y Samuel, Omar y Ander, Carla y Christian que nos envuelven más que la trama principal. Explora sentimientos, acciones y reacciones, el papel de la familia y de los colegios, entre otros aspectos con los que es fácil relacionarse y que nos mantendrán pegados a la pantalla a lo largo de los ocho episodios que componen su primera temporada. ¡Recomendada!

Trailer: 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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