Escrito Por: Enrique Kirchman

***Advertencia: Datos Importantes De La Película Son Revelados***

El pasado 21 de diciembre, Netflix estrenó el thriller «Bird Box», protagonizado por Sandra Bullock (ganadora del Oscar por «The Blind Side»), quien además estuvo acompañada por otros grandes de la actuación como John Malkovich («Red»), Jacki Weaver («The Fighter»), Sarah Paulson («12 Years A Slave») y Trevante Rhodes («Moonlight»). Este impresionante filme, dirigido por la danesa Susanne Bier, está basado en la novela homónima de 2014 del entonces debutante escritor Josh Malerman. La historia es contada a través de una estructura narrativa de flashback y se basa en la premisa de una mujer que debe llevar a sus dos hijos a un refugio donde podrán estar a salvo de presencias invisibles que, al entrar en contacto visual con algunos seres humanos, pueden llevarlos a la muerte, por lo que, los personajes pasan mayor parte del tiempo con los ojos vendados o encerrados, para no sucumbir ante estos entes.

La historia es impactante de principio a fin. ¡Estresante! Ya que sin llegar a mostrar la presencia antagónica sobrenatural —que no logramos definir si es un demonio, espíritu o ser alienígena—, nos mantiene angustiados, retorcidos en nuestros asientos, con temor de lo que puedan llegar a cometer en contra de ellos mismos los personajes. Este detalle es tal vez el mayor acierto de la película: no mostrar la fuerza antagónica, sino que traslada el conflicto a lo que subjetivamente percibe cada personaje de esa presencia antagónica invisible. No sabemos qué es lo que ven las víctimas cuanto entran en contacto visual con este o estos seres, pero lo que es seguro es que unos no resisten lo que ven y terminan suicidándose, ya sea porque ven lo que podría interpretarse como sus peores temores o porque ven algo tan atrayente que les permite entrar en un éxtasis que suprime el temor y el dolor causado por la muerte. Sin embargo, hay otros personajes que sí pueden ver estos seres y no sucumben ante el suicidio, sino que se convierte en mensajeros de aquellos, obligando a que otras personas se atrevan a mirarlo y terminen matándose.

Pero, ¿cuál es el mensaje detrás de «Bird Box»? Tal vez es una forma muy siniestra de ilustrar la frase «ojos que no ven, corazón que no siente» o, también, podría ser una adaptación de «no todo lo que brilla es oro«. Sin duda, la película hace alusión a cómo en nuestra era tan dominada por las pantallas, la imagen y el ruido visual, las personas y su modo de pensar y de actuar están tan condicionadas, sugestionadas e influenciadas por aquello que ven. El mundo parece estar movilizado por el miedo. Solo encendemos el televisor y en las noticias nos bombardean con imágenes de muertes, desastres naturales, violencia, guerras y odio, que consciente e inconscientemente terminamos por dejar de vivir, por temor a que algo nos pase. En otras palabras, recurrimos a un suicidio emocional por evitar la muerte física.

Si analizamos la relación de la protagonista Malorie (Bullock) con sus dos hijos, a quien ella simplemente llamó Niño y Niña, podremos percatarnos de dos situaciones: por un lado, ella intenta protegerlos a toda costa, evitando que se retiren las vendas de los ojos y acaben por ver aquello que los llevaría a la muerte. Malorie representa esa madre que quiere extender lo más que pueda la inocencia de sus hijos, impidiendo que contaminen sus mentes y sus emociones con los problemas, excesos, adicciones y temores mundanos.  Por otro lado, igualmente los condiciona, porque limita su imaginación y fantasía. En una escena, Malorie reprende a Tom por contarle cuentos a ambos niños, alimentando sus fantasías, que según Malorie, nunca se harían realidad. Y esto es lo que creo que realmente quiere decirnos «Bird Box». La realidad, muchas veces nos impide fantasear, soñar e imaginar. Es por eso que los invidentes al final de la película estaban impolutos. Vivían en un refugio sin preocupaciones, tranquilos, en paz, porque al nacer sin el «privilegio» de la vista, pudieron desarrollar otros sentidos y soñar, potenciar su imaginación sobre aquello que nunca han visto, solo palpado, escuchado o sentido. Aquellos entes que producían el suicidio o la locura (en quienes sí podían verlos sin suicidarse) no podían afectar a los invidentes. Podemos soñar y fantasear cuando no dejamos que la cruda realidad nos afecte o nos moldee.

Los desquiciados que obligaban al resto a quitarse las vendas se traducen en nuestra realidad como los noticieros, los gobiernos, las redes sociales, y todos aquellas personas de poder y medios masivos de comunicación que se encargan de recargar nuestras vidas con aspectos negativos. Los desquiciados son aquellos que envía videos de muertes y accidentes de tránsito, son aquellos que te envían cadenas de relatos de robos y secuestros. También son aquellos que te dicen que no lograrás tener éxito, que no pierdas tu tiempo soñando, que seas práctico y no creativo. El miedo está en todos lados, queda en cada quien si enfocamos nuestra mirada en eso o si decidimos descartarla y emprender ese viaje a ciegas, como hizo Malorie por el río con sus hijos, confiando en sus instintos y en lo que la perseverancia y la seguridad puedan lograr en cada quien.

«Bird Box» es una historia bastante perturbadora, con matices que nos recuerdan al tipo de suspenso que realiza el director M. Night Shyamalan (director de «The Sixth Sense», «Signs» y «The Village»). El manejo de la trama del presente y del pasado es excelente, porque una no trata de explicar la otra, sino que se van complementando de forma balanceada, generando cada una altos momentos de tensión, sin llegar a aburrir. La historia logra transmitirnos eso que no pueden ver los personajes, provocando un miedo interno en el espectador, pero los mantendrá al filo de su asiento. Tiene giros interesantes, con personajes atractivos como el de John Malkovich, quien le agrega ese elemento cómico a la trama. Aunque no logramos entender qué sucede ni quién provoca las muertes, no nos importa, porque al final, lo que nos inquieta y nos impacta es el efecto que eso tiene en las personas. ¡Recomendada!

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