Escrito Por: Enrique Kirchman
***Advertencia: Datos Importantes De La Serie Son Revelados***
El pasado 4 de julio, Netflix estrenó la tercera temporada de «Stranger Things» con ocho nuevos y adictivos episodios en los que Eleven, Mike, Lucas, Dustin y Will emprenden otra nueva aventura para combatir al monstruo Desuellamentes y a los rusos, con el apoyo de un grupo más extenso integrado por Joyce, Max, Jim, Nancy, Jonathan, Steve, Robin y la comiquísima Erica Sinclair, hermana de Lucas.
En mi opinión, que la serie le haya dado más tiempo en pantalla a la pequeña y molesta hermana de Lucas en esta tercera temporada resultó ser un gran acierto avivado aún más por la química entre el cuarteto que integró junto con Robin, Dustin y Steve. Interpretada por la emergente Priah Ferguson, ese mayor protagonismo de Erica fue un aditivo clave para variar y mezclar personalidades que de otra forma se pudieran volver repetitivas y monótonas dentro de la serie.
Erica es intrépida, directa y de carácter fuerte e intimidante, con el pensamiento de una mujer adulta, que para tener 10 años conoce demasiado bien sobre capitalismo y expresa su rechazo por la ideología comunista, además de ser excelente con los problemas matemáticos. A pesar de todos estos conocimientos e intereses supremamente adelantados para su edad, irónicamente, esta adicta a los helados de Scoop Ahoys le hace bullying a Dustin, Robin y Steve, tildándolos de nerds, cuando dice «ustedes todos son tan nerds que me dan ganas de vomitar«.
Ella tiene varias de las líneas de diálogos más cómicas de la temporada…
- Cuando le muestran el plan de meterse en el ducto, asegurándole que nada le iba a pasar y ella interrumpe a Robin y a Dustin: «ah ah ah ah ah… [este plan] pone en peligro a una niña» y acto seguido les advierte que quiere «helados gratis de por vida», reafirmándoselos una vez más luego de que logra abrir la puerta del depósito ruso.
- También cuando Dustin cuestiona su amor y fidelidad por su país y ella contesta «no puedes deletrear America sin Erica«.
- O cuando está dentro del ducto y Robin le pregunta si ve alguna trampa secreta y ella le contesta enojada «si pudiera verlas serían una mierda de trampas secretas, no crees?«.
- Tal vez, la escena que más carcajadas me sacó fue cuando Dustin se despedía de su novia Suzie por la radio y ella les corta la comunicación con un rotundo «¡Basta!«. Jajaja
Al igual que Erica, los personajes de Robin (Maya Hawke) y Murray Bauman (Brett Gelman) también fueron excelentes aportes a la línea de relación o subtrama de esta temporada, igualmente porque a través de ellos se exploran los sentimientos, la psicología y las personalidades de otros personajes protagónicos como Jim Hopper y Steve Harrington.
Para su tercera temporada, «Stranger Things» se mantiene sin decepciones. El misterio, la aventura y la acción casi que dan inicio sin parar desde el segundo episodio, y nos mantienen al borde del asiento con tres líneas de acción que transcurren casi que en paralelo, para unirse todas en el último episodio de manera magistral y emocionante. ¿Quién no se emocionó cuando Eleven lanzó el auto del centro comercial contra los cuatro guardias de seguridad rusos que iban a capturar a Steve, Robin, Dustin y Erica? ¿O cuando Jim llega al mall y pisa el fragmento de Desuellamentes que Eleven se acababa de extraer de la pierna? Esos momentos son prueba de un excelente manejo del guion que a lo largo de los episodios nos van introduciendo al clímax de la historia con mucha euforia.
Sin duda, esta serie es, tal vez, de las mejores que ha creado Netflix hasta el momento. No solo por el increíble ensamble de actores que la integra, sino por el majestuoso diseño de producción, desde la minuciosa ambientación de la década de los 80, con referencias directas e indirectas a la época —como el personaje del ruso Grigori, cuya vestimenta, moto, acento, físico y perfil nos remiten inconfundiblemente a Arnold Schwarzenegger en «Terminator» (1984)—, las increíbles locaciones y decorados, el vestuario y los peinados; como también los efectos especiales, la fotografía, la banda sonora y el montaje que lo elevan a calidad cinematográfica.
No puedo pasar por el alto el énfasis que la serie hace en temas que aquejan a los niños y adolescentes, como el bullying, por ejemplo, encarnado a través del antagónico personaje de Billy Hargrove (interpretado por Dacre Montgomery), a quien conocimos en la temporada pasada. Sin embargo, en esta temporada le dan un cierre a su personaje, explicando a través de un flashback al que Eleven accede en la memoria de Billy, de dónde emana esa personalidad violenta que vino a desarrollar, apartando a quienes están más cercano a él, como su hermanastra Max. En el caso de Billy, la actitud violenta y estricta de su padre y el abandono posterior de su madre son los que detonan en él una personalidad tosca y de acosador, exponiendo así un caso típico de bullying, psicológicamente estudiado, en que la actitud acosadora de un bully se relaciona muchas veces con un entorno familiar violento. Cuando Eleven le hace ver esto en el final del octavo episodio de esta temporada, Billy se redime y reivindica luego de todo el daño que había hecho antes y durante su posesión por el Desuellamentes y salva a Eleven.
No dejen de ver esta tercera temporada, que seguro los dejará deseando más, sobre todo con las escenas de los after credits, que nos dan a pensar qué puede suceder en la cuarta temporada.
Trailer: