Escrito Por: Enrique Kirchman
***Advertencia: Datos Importantes De La Película Son Revelados***
¡No sé por dónde empezar! Desde que inició esta última trilogía de «Star Wars», he tenido mis reservas. «The Force Awakens» me gustó mucho, pero luego «The Last Jedi» fue un bajón y, ahora, «The Rise Of Skywalker» culminó con un sinsabor de una película más del montón y bastante olvidable. No surte para nada el impacto que se esperaba de una película que cierra un ciclo de 42 años. ¿Fue un error retomar esta saga, luego de «The Revenge Of The Sith» (2005)? ¡Tal vez! Porque el gran problema de retomar o rehacer éxitos de la gran pantalla es no lograr mantener la misma fórmula que la hizo exitosa y reinventarla para que funcione en una época socioculturalmente distinta. Y eso es lo que sucedió con esta franquicia.
Por un lado —y esto ya lo he dicho en otras de mis críticas—, desde que se retomó la historia en 1999 con «The Phantom Menace», no se ha podido replicar exitosamente la misma química en pantalla que tenían los personajes de la primera trilogía. Daba gusto ver a Leia, Han, Chewie, R2, C3PO, Luke y Lando juntos. Como grupo, como parejas, como tríos, como fuera que aparecieran en pantalla, cada cual emitía emociones distintas en el espectador con total naturalidad y originalidad, como si llevaran consigo una energía única, similar a la música extradiegética específica (creada por el genio John Williams) que los distinguía en la trama. El guion de «A New Hope» (1977), «The Empires Strike Back» (1980) y «The Return Of The Jedi» (1983) no solo era genial por su estructura tan compleja y atractiva, llena de complicaciones, barreras y reveses, sino porque los diálogos eran inteligentes, perspicaces, cómicos y dinámicos. Los personajes estaban muy bien caracterizados: la arrogancia y el sarcasmo de Hans, la humildad y bondad de Luke, la fidelidad de Chewie, lo molesto que podía llegar a ser C3PO, lo inesperado de R2D2 y lo mandona de Leia. Todo esto hacía que se complementaran unos con otros y que, a su vez, le aportaran emoción, ritmo y dinamismo a cada escena. Las dos trilogías subsiguientes carecieron de este ingrediente principal. Y ese, en mi opinión, ha sido su mayor defecto.
No entraré en los detalles de los episodios I, II y III, sino que me enfocaré primordialmente en «The Rise Of Skywalker» para ejemplificar. A lo largo de esta última trilogía, sus personajes no han podido envolverme ni despertar en mí mayor empatía por ellos. Rey (interpretada por Daisy Ridley) siempre me pareció un personaje aparecido de la nada, cuya historia es una repetición femenina/feminista de la de Luke Skywalker en la primera trilogía. Mantuvieron un misterio alrededor de ella, sugiriendo una gran revelación de su procedencia, que al final resultó ser arbitraria, absurda e infundada. Entre Luke, Leia y Darth Vader siempre hubo una conexión muy bien presentada y sustentada desde el guion a lo largo de las tres películas, para que cuando se revelara la famosa línea de Vader «Luke, I am your father» en «The Return Of The Jedi», el espectador pudiera atar los cabos. Sin embargo, la revelación de que Rey sea nieta de Palpatine, hija de un tipo bastante X y con poderes superiores a cualquiera, sin ningún fundamento (al menos que yo recuerde… si alguien vio algo antes, por favor comente y acláreme), lo hace una conclusión inverosímil. No solo nunca se sugirió su relación con Palpatine, sino que además revivieron al Emperador que había recibido una merecida muerte, a manos de Vader, que además le costó a este su vida también. ¿Para revivirlo ahora? O sea que, ¿la muerte de Vader fue en vano?

Por otro lado, los demás personajes nuevos de esta última trilogía tampoco generaron ningún tipo de efecto emocional en el espectador. Poe (interpretado por Oscar Isaac), que era el Han Solo de esta historia, no tiene la misma chispa. Ni hablar de Finn (John Boyega), que me pareció un personaje muy interesante, pero mal explorado. El hecho de que «The Force Awakens» haya gustado más que las dos últimas, es simplemente porque vimos más de Leia y Han, que al final eran los héroes de la saga, a pesar de que el protagonista era Luke. Sacaron a Han de la ecuación y todo se fue al traste. Y ni siquiera mostraron más de esas divertidas escenas entre C3PO y R2D2, que siempre gustaron.
«The Rise Of Skywalker» no explora la aventura, la adrenalina y el suspenso que sí tenía la primera trilogía. En esta última entrega, los problemas se resolvían casi que de forma inmediata. Por ejemplo, supuestamente Chewbacca muere en una nave, producto de un descontrol de Rey al medir su fuerza con Kylo Ren (Adam Driver). Cuando pensamos que Chewie ha muerto, el espectador inmediatamente se aflige porque este es uno de los personajes originales que guarda una relación estrecha y nostálgica con Han, por su fiel amistad, pero no tardan en revelarnos de una vez que Chewie no ha muerto, sino que se trataba de otra nave, lo cual nunca se sugirió con pistas falsas en la trama. Lo que pudo ser un factor sorpresa, no lo supieron aprovechar ¿Hacía falta hacer creer que un personaje tan importante como Chewie había muerto? Y de ser así, ¿por qué no estiraron el suspenso? En la primera trilogía, las búsquedas y las aventuras eran casi que el objetivo central de las tramas, sin embargo, en esta última película vemos a Rey y su equipo en tantas pequeñas misiones a la vez, que no dan tiempo de generar tensión real en el espectador.
La película tuvo algunos aciertos y momentos emocionantes: la escena en que el espíritu de Luke Skywalker extrae del océano su vieja nave para que Rey la usara; el momento triste y nostálgico cuando C3PO dice «estoy dando un último vistazo a mis amigos«; la aparición de Han Solo (aunque medio gratuita e inexplicable); luego cuando llegan al rescate todas las naves para apoyar a los rebeldes en la lucha contra la flota de Palpatine; y cuando, en la secuencia final, aparecen brevemente los Eewoks celebrando la victoria. Pero, por otro lado, la trama también tiene varios desaciertos que enumeraré a continuación:
Las apariciones de Leia.
La actriz Carrie Fisher murió en diciembre de 2016, después de haber filmado la mayoría de las escenas de «The Last Jedi», que se estrenó en 2017. Sin embargo, obviamente, no llegó a filmar ninguna escena para «The Rise Of Skywalker». ¿Cómo es que Fisher siguió apareciendo como Leia en esta última película? Pues los realizadores decidieron usar algunas tomas que no se habían utilizado anteriormente e insertarlas en esta para que se mantuviera la presencia de Leia. El caso es que se notó que eran tomas de relleno, forzadas en el montaje y empatadas con escenas refilmadas para darle sentido. Se utilizaban las escenas recicladas de otras películas y luego se filmaron contraplanos de Rey, por ejemplo, hablando con Leia y se notaba que no fueron tomas grabadas en simultáneo, sino que se usó un doble de espaldas que sirviera de referencia de Leia para el contraplano. La película pudo prescindir de estas tomas o utilizar el recurso del CGI para recrear a Leia. Si recuerdan, la frase más larga que dijo Leia en toda la película fue «nunca subestimes a un androide«, el resto de sus intervenciones eran cortos «no» o simples expresiones faciales. Lo más relevante fue el momento en que invocó a Ben y eso ya no fue actuado por Fisher.
Rey y Kylo se reviven entre ellos.
El as bajo la manga de esta película fue el poder de los Jedi de revivir a otros seres vivos usando la energía de la fuerza. Este poder, ya sea que esté justificado o no en el universo de «Star Wars», fue un recurso barato de los guionistas para generar giros «inesperados». Pudieron haber mostrado ese poder en alguna de las películas anteriores, para prepararnos para este final, sin embargo, se notó que surgió de último momento, como una especie de deux ex machina, para resolver aquello que los guionistas no encontraban otra forma lógica de solucionar. De ahí que agregan la innecesaria escena de la serpiente subterránea, con el simple propósito de mostrarnos el poder de curación de Rey, que después tendría sentido cuando ella cura a Kylo, luego de ella misma atravesarlo con su sable láser y, posteriormente, cuando Kylo le devuelve el favor reviviéndola después de haber agotado toda su energía derrotando al Emperador Palpatine. Ese relajo de «me revives y te revivo» me pareció absurdo e insultante para con el espectador.
El beso infame.
Disney sigue jugando a las princesas y la magia de los besos que lo caracterizaron en sus animaciones clásicas, y con eso han causado la repulsión de una generación de fanáticos de «Star Wars». Sí, es cierto que Kylo Ren mostraba cierta obsesión con Rey, pero en las pasadas películas se justificaba esa rivalidad por la envidia y el temor que sentía de ver a alguien igual o más poderoso que él. Sin embargo, en «The Rise Of Skywalker» nos van cambiando ligeramente las motivaciones de Kylo, transformándolo poco a poco en un ser benévolo, que resultó ser una díada poderosa destinada a suceder entre él y Rey. La carencia de una subtrama amorosa a lo largo de esta última trilogía (lo cual también mermó en la narrativa, ya que esa subtrama fue lo que funcionó a la perfección en los episodios IV, V y VI), la quisieron forzar en los últimos minutos del relato con un beso apasionado e inexplicable entre Kylo y Rey. WTF? ¿En qué momento? Si hubiesen explorado ese romance desde «The Force Awakens», como uno de esos amores imposibles obstruido por la contrariedad entre la fuerza y el lado oscuro, hubiese sido gratificante ese beso al final, pero NO FUE EL CASO. Fue un beso gratuito que apelaba a causar emociones tontas en los espectadores a quienes no les dieron suficientes elementos para justificar ese final.
Se repite el mismo final de «The Return Of The Jedi».
En el video superior podrán ver la pelea final de Luke y Darth Vader, frente al Emperador Palpatine en «The Return Of The Jedi». Si recuerdan la escena final de «The Rise Of Skywalker», podrán ver que los diálogos de Palpatine fueron casi que un copy/paste del final del episodio VI. Con tal de atraer a Luke y Rey, el Emperador les muestra a ambos la batalla espacial en la que sus amigos rebeldes morirían inevitablemente al ser superados por las naves del Imperio. Incluso a ambos los incita a que arremetan contra él para que completen su conversión al lado oscuro. Y luego tenemos a Darth Vader y Kylo Ren, quienes al final fungieron como salvadores de Luke y Rey, respectivamente, para librarlos de Palpatine y, tal cual, ambos mueren: Darth Vader, luego de reconciliarse con su hijo Luke y Kylo Ren, luego de expresar un inesperado amor por Rey. Esta última trilogía fue una copia de la primera, solo que cambiando el nombre de los personajes, y ese fue otro gran error.
Desaprovecharon Personajes.

Uno de mis personajes favoritos en esta última trilogía era el del General Hux (interpretado por Domhnall Gleeson), debido a la rivalidad que tenía con Kylo Ren y porque de cierta forma lo representaban como un nazi despiadado. Yo esperaba que su participación en esta conclusiva película fuera mayor, mas no fue así. Le dieron una cobarde participación como espía y traidor del Imperio, cuando pudieron haberle dado una participación más reveladora y antagónica. Por otro lado, el personaje Zorii Bliss (interpretada por Keri Russell) era ideal para unírsele al equipo de Poe y pelear lado a lado con ellos. Hasta hubiesen aprovechado y explorar una relación amor/odio, tipo Leia y Han, entre ella y Poe, sin embargo, el tiempo en pantalla de esta femme fatale fue de unos escasos 15 minutos. ¡Error! Ella era como la Mandalorian de esta versión y no supieron aprovechar su presencia.
«The Rise Of Skywalker» no es una película aburrida. Sus dos horas y 21 minutos nos mantienen pendientes de la pantalla, pero no llenan las grandes expectativas que un grupo de fervientes admiradores de la saga tenía respecto al final de una de las franquicias más amadas y admiradas del cine. Aunque se habla de una nueva trilogía spin-off y que sabemos que Disney no dejará morir esta galaxia así tan fácil, ya nada se puede hacer para revivir a Leia, Han, Luke, Obi Wan, Anakin y al resto de la banda… Al menos siempre tendremos los episodios IV, V y VI para rememorar los buenos momentos de este western de ciencia ficción y, por el momento, nos queda la serie «The Mandalorian».
Trailer:
Ayer mismo fui a verla y suscribo tu opinión punto por punto.
Muchas cosas, como lo de la relación entre Palpatine y Rey, parecen salidas de la nada, como si se les hubiera ocurrido a medida que iban haciendo las películas y no les hubiera dado tiempo o no tuvieran ganas de darnos algo con lo que verlo venir. Simplemente lo soltaron y ya está. También estoy de acuerdo contigo en que me habría gustado ver más de Hux haciendo de espía. Es decir, eso tenía su miga. Y, maldita sea, el final me dejó queriendo más. Qué pasa con todos los demás. Qué va a ser de ellos. Quiero saber qué pasa con estos personajes a los que he cogido tanto cariño, sobre todo los «clásicos». Eso me dio mucha rabia. El final con los soles me gustó, pero no podía dejar de pensar: «hay escenas después de los títulos, ¿verdad? Porque me niego a creer que se acabe aquí sin más».
Eso sí, chapó por las escenas de acción con las naves.
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Creo que sucede lo que me esperaba. Sufre de un agotamiento de ideas interesantes. Espero verla pronto para confirmar o no mi pronostico.
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