Escrito Por: Enrique Kirchman

La actriz Kristen Stewart, quien se catapultó a la fama en 2008 con la primera película de la saga romántica de vampiros —«Twilight»—, se encuentra actualmente rodando la película «Spencer», en la que le dará vida a la difunta princesa Diana de Gales, bajo la dirección del chileno Pablo Larraín, quien ya tuvo la oportunidad de dirigir a Natalie Portman en otro biopic —«Jackie»—, acerca de la exprimera dama de los Estados Unidos, Jaqueline Kennedy, durante el asesinato de su esposo, John F. Kennedy.

Al igual que en «Jackie», Larraín elige nuevamente un período bastante acotado de la vida de Diana. En este caso, el director se enfocará en los tres días de un fin de semana navideño en Sandringham (Norfolk, Inglaterra), presuntamente en 1992, cuando sugiere que Lady Di tomó la decisión de divorciarse del príncipe Carlos. En otras palabras, el drama se limitará a lo que sucedió exclusivamente durante esos tres días, enfatizando en el dilema que atravesó la princesa hasta tomar su decisión final de separarse.

«Spencer» se suma al resurgimiento del interés audiovisual por la tormentosa relación de Diana con Carlos y la familia real desde que Netflix estrenó la cuarta temporada de «The Crown» en 2020, removiendo recuerdos aún sensibles en los eternos fanáticos de la «reina de corazones«. Escudriñar nuevamente en su vida implica una gran responsabilidad que trasciende a la Reina Isabel II, al príncipe Carlos, incluso a Guillermo y Enrique… Los verdaderos críticos serán los millones de fieles que aún defienden la memoria de Lady Di y que todavía están esperando por un filme que le haga justicia. De ahí que esta nueva película —aún sin fecha de estreno— genere dos grandes cuestionamientos: ¿Se ceñirá Pablo Larraín a los eventos reales para recrear la trama o se tomará licencias creativas? Y, lo más importante, ¿logrará Kristen Stewart hacerle honor a tan venerada figura mítica e histórica?

Unos Zapatos Difíciles de Llenar

Cuando de encarnar a personajes reales se trata, la selección del elenco es crucial para asegurar la aceptación de la película, más allá de qué tan buena sea su historia. El éxito de «The Iron Lady» (2011), por ejemplo, recae estrictamente sobre la espectacular interpretación que nos brindó Meryl Streep como Margaret Thatcher —por la cual se ganó su tercer Oscar como Mejor Actriz—; lo mismo se repitió con Gillian Anderson en la cuarta temporada de «The Crown» al interpretar a la misma ‘Dama de Hierro‘, aunque esta última estuvo acompañada de una historia interesante y mejor explorada, gracias a la extensión dramática que permiten las series. En el caso contrario, a Lindsay Lohan no le fue tan bien con la crítica cuando interpretó a Elizabeth Taylor en la película para la televisión «Liz & Dick» (2012); sin embargo, Helena Bonham Carter interpretó a la icónica actriz de «Cleopatra» un año más tarde en «Burton And Taylor» (2013) y fue nominada a un Golden Globe. ¡Definitivamente, una mejor elección!

Muchas veces las productoras pecan de elegir a una estrella por la atracción de taquilla que pueda traer consigo, mas no siempre esto es sinónimo de éxito. Solo miren lo que sucedió con Tom Hardy y su penosa interpretación de Al Capone (y pésimo guion) en «Capone» (2020). El temor es que Kristen Stewart haya sido elegida bajo la misma idea errónea, poniendo en riesgo la aceptación del público.

A mi parecer, Stewart siempre a interpretado personajes de la misma forma. Stewart siempre hace de Stewart; desde «Twilight» hasta «Personal Shopper» (2016). Creo que lo más distinta que la vi fue en la fracasada versión de «Charlie’s Angels» (2019), en la cual el género de acción la forzó a ser un poco más vivaz. Sin embargo, considero que es precisamente su usual interpretación adormecida e inexpresiva la que le puede jugar a favor para encarnar a Diana en «Spencer», ya que va muy acorde a la personalidad retraída e insegura de la princesa.

Hay, sin lugar a dudas, una intención taquillera detrás de su elección como responsable de encarnar semejante rol, pero a pesar de que sus capacidades interpretativas cae como anillo al dedo para este personaje, cuesta imaginar que Stewart esté a la altura del rol. Aunque tal vez nos hubiésemos podido imaginar lo mismo de Rami Malek como Freddie Mercury en «Bohemian Rhapsody» (2018), pero ya vimos que nos sorprendió y se llevó el Oscar como Mejor Actor. Tocará cruzar los dedos y esperar que Stewart haya tenido la misma evolución actoral que su colega Robert Pattinson, quien sigue demostrando una calidad artística mejorada desde que interpretó al romántico vampiro.

Una Historia Inexacta.

De acuerdo al sitio Daily Mail Online, la película de Larraín pudiera estar confrontando varios errores de temporalidad. Por un lado, el director situó la película en la locación de Sandringham, en la Navidad de 1992, y este fue específicamente el único año en que la princesa Diana no pasó las fiestas de fin de año en esa localidad, como usualmente hacía la familia real a finales de los años 80 y principios de los 90, por lo que ya esa sería una inexactitud muy evidente respecto al supuesto momento en que la princesa decide separarse.

Por otro lado, el director también sugiere que a la princesa le tomó tres días debatir la idea de separarse, principalmente por el hecho de tener que renunciar a ser reina en un futuro, sin embargo, según el sitio web, las razones de Diana para separarse se debatían entre estar enamorada del príncipe Carlos y tener que aceptar el hecho de que desde el principio Camilla Parker Bowles estuvo involucrada en su relación. La idea de ser o no ser reina la tenía sin cuidado, sobre todo porque la misma Diana cuestionó la relevancia de la realeza en la actualidad, augurando su inminente desaparición si no cambiaban junto con la sociedad, afirmación que le valió la no aceptación de la Reina Isabel II y del resto de la familia real.

Estos errores podrían costarle drásticamente la empatía de los espectadores, especialmente, porque la vida de la princesa estuvo llena de tantos momentos dramáticos interesantes e impactantes, que resulta innecesario recurrir a la ficción para intentar generar mayor curiosidad de la que ya provocan por sí solos. Justamente, esos años en los que su matrimonio se fue desmoronando hasta la separación, se caracterizaron por escándalos tras escándalos: los distintos amantes de Diana, sus entrevistas y llamadas grabadas secretamente, incluso el momento en que se fue llenando de coraje y reclamando su posición como miembro de la familia real. Sin embargo, la película aún se encuentra en etapa de filmación y puede ser que algunas cosas cambien por el bien de la taquilla y la crítica.