{Crítica} «Cruella»: De Villana A Antihéroe


Captura de Pantalla 2021-06-01 a la(s) 11.25.03 p. m.

Escrito por: Enrique Kirchman

Creo que desde The Devil Wears Prada (2006) no se había visto en la gran pantalla un filme que hiciera una declaración de la moda tan masiva como lo ha hecho Cruella recientemente, provocando fashion shoots a su estilo por doquier. Aquella ficción en la que Meryl Streep evidentemente personificó una versión bastante apegada a la influyente editora de Vogue (Estados Unidos) —Anna Wintour—, nos mostró el lado cruelmente superficial, intenso y desgastante de la moda. Mientras tanto, Disney ha revivido una versión joven de su famosa villana, Cruella De Vil (interpretada por Emma Stone), para enviar un mensaje a la juventud que aquello que nos hace diferentes —como el extraño cabello mitad blanco y mitad negro de la protagonista, que hace alusión a su dualidad— no necesariamente tiene que ser motivo de aflicción ni vergüenza, por el contrario, se puede convertir en nuestro estilo distintivo. Eso es lo que representa Cruella, ese alter ego de Estella (el verdadero nombre del personaje), a quien esta recurre para enfrentar aquellas batallas que requieren de osadía, bizarría y agresividad, para derrotar a una rival de armas tomar: La Baronesa (interpretada por Emma Thompson).

Pero, ¿quién es esta nueva Cruella De Vil? ¿Es la precuela de la ya conocida versión de 1996 interpretada magistralmente por Glenn Close? Aquella en la que una mujer se obsesiona con la piel de dálmatas para hacerse un abrigo. ¿O es un nuevo lanzamiento de este vil personaje, más humanizado, transformando su injustificada obsesión por un objetivo coherente derivado de los infortunios que sufrió, víctima de una verdadera villana com lo es La Baronesa?

cruella Foto: De izquierda a derecha, las distintas versiones cinematográficas de Cruella De Vil: Betty Lou Gerson en «101 Dalmatians» (1961), Glenn Close en «101 Dalmatians» (1996) y Emma Stone en «Cruella» (2021).

El lado humano de la villanía.

Es muy bien sabido que Disney ha estado explorando la idea de relanzar a sus villanos con una base histórica más verosímil a la de sus inicios en los dibujos animados, sobre todo cuando la villanía ha recaído sobre un personaje femenino. Tal es el caso de Maléfica, cuya versión live action, protagonizada por Angelina Jolie en 2014 y en su secuela de 2019, resignificó la historia de Sleeping Beauty, convirtiendo a la perversa hada en la heroína del icónico cuento. Ahora le ha tocado el turno a Cruella, que en esta nueva versión adquiere el protagonismo para cumplir sus sueños de diseñadora de moda a medida que lidia con la culpabilidad que siente por la muerte de su madre. Sin embargo, pronto descubre que su muerte (spoiler alert) había sido realmente un asesinato perpetrado por La Baronesa, lo cual le da suficientes motivos para destronarla del mundo de la moda y hacer justicia en nombre de su madre.

En otras palabras, Disney le agrega una motivación convincente a Cruella, la cual hace que su personaje se reivindique de villana a, tal vez, una especie de antihéroe, ya que mantiene ese dualismo, estilo doctor Jekyll y señor Hyde, que le impide ser una heroína al cien por ciento. La Cruella interpretada por Glenn Close en 101 Dalmatians (1996) hace honor a la versión homónima animada de 1961, en la cual el protagonismo recae vagamente en los dálmatas Pongo y Perdy al tener que encontrar a sus 15 cachorros secuestrados por la perversa diseñadora y sus secuaces, Jasper (Hugh Laurie) y Horace (Mark Williams). A pesar de que 101 Dalmatians es una película con tono y estética claramente infantil, Disney proyecta a su figura antagónica como una mujer naturalmente mala, obsesiva, manipuladora y cruel. Desde el inicio de la historia, nos muestran una escena en la que los noticieros hablan de un tigre siberiano que fue despellejado en un zoológico. Poco después nos enteramos de que el tigre fue despellejado por Skinner, un hombre que se encarga de conseguirle las pieles a Cruella, quien efectivamente le entrega la del tigre siberiano. Durante toda la película, la villana no hace más que enfatizar en su interés de asesinar a los cachorros dálmatas para hacerse de un diseño blanco con manchas negras que dibujó Anita. ¿Qué más perverso y malévolo que matar a unos indefensos cachorritos para hacer ropa? ¡PETA se la comería viva!

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Mientras que la versión de Close es desquiciada, la nueva versión de Stone es más autoconsciente. La Cruella de Stone no es mala porque sí, sino que tiene, como mencioné anteriormente, un motivo que justifica su personalidad. Su versión sigue siendo alocada, por aquello de su alter ego, pero durante gran parte de la película conocemos su lado tierno como hija en aquellas escenas en que va a la fuente para hablar con su difunta madre, y también como amiga, al conformar una camaradería y complicidad con unos jóvenes Jasper y Horace, interpretados por Joel Fry y Paul Walter Hauser, respectivamente. De hecho, en esta nueva película, Disney deja entrever un poco de esa vieja Cruella De Vil para luego retractarse y aclararnos que no va a ser igual. Por ejemplo, aquella escena en la que Cruella le sugiere a Jasper matar a los tres dálmatas de la Baronesa y luego aparece en el desfile con un vestido mitad blanco con manchas y mitad negro, que falsamente nos induce a pensar que los mató, sobre todo cuando la misma Baronesa dice sorprendida «Ella mató a mis perros». Sin embargo, poco después nos damos cuenta que Cruella no los había matado, solo se trató de una broma de mal gusto, dejando ver que no es tan «cruel» como para matar a tres animales, sobre todo cuando ella misma tiene una relación estrecha con sus perros Wink y Buddy. Yo, personalmente, hubiese optado por la decisión narrativa de que Cruella sí hubiese matado a los tres dálmatas, pero Disney prefirió mostrarla como una amante de los animales, a diferencia de la versión de Close. Para reforzar ese cambio de imagen, en otra escena vemos que Jasper se queja del maltrato de Cruella hacia él y Horace, como solía hacerlo la versión de Close en 101 Dalmatians, pero al final de la trama, la Cruella de Stone se disculpa con ellos, agregando que ellos son su familia. Esa sensibilidad y grado de arrepentimiento es impensable en la tiránica versión de Close. Y si nos adentramos en los detalles de caracterización, hasta le eliminaron el distintivo cigarrillo, que era casi parte de su vestimenta, tal cual como se vio en la versión de Close y en la animada de 1961.

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Foto: A la izquierda, Mark Williams y Hugh Laurie interpretan a Horace y Jasper en «101 Dalmatians» (1996). A la derecha, Paul Walter Hauser y Joel Fry, quienes interpretan a los mismo personajes en «Cruella» (2021).

Incluso Jasper y Horace fueron atenuados en todos los sentidos. No los presentan tan sanguinarios como en 101 Dalmatians, en los que no titubeaban ante la idea de asesinar a los dálmatas. En esta nueva versión son simples carteristas y ladrones, incapaces de la violencia. Incluso les eliminaron las características torpes del pasado para hacerlos ver mucho más astutos y aptos para elaborar planes exitosos junto con Cruella.

Una estética y caracterización dignas de premios.

Dejando de lado el objetivo de Disney de darle un extreme makeover a sus personajes antagónicos, no hay duda de que, a nivel diseño de producción y estética, Cruella nos voló la cabeza. La dirección de arte es impecable. Y esto no solo recae sobre los 277 vestuarios que creó Jenny Beavan para los personajes principales (47 de los cuales fueron solo para Emma Stone), sino también en la representación del Londres de los años 70, a través de las locaciones y decorados, fusionándose poco a poco con el estilo punk de los 80. Por otro lado, la música fue realmente clave para enfatizar en la rebeldía del personaje y de la época, con una banda sonora integrada por artistas de la talla de The Rolling Stones, Queen, The Clash, Blondie, Black Sabbath, The Doors y David Bowie, por mencionar solo algunos. Ni hablar de la animación de los créditos finales, muy del estilo de los icónicos créditos iniciales de las películas de James Bond, acompañados  del espectacular tema musical ‘Call me Cruella‘, interpretado por Florence + the Machine, que acentúa más el estilo Bond. ¡Se lucieron!

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Foto: Meryl Streep como Miranda Priestly en «The Devil Wears Prada», Emma Stone como Cruella De Vil en «Cruella» y Joaquin Phoenix como el «Joker».

Una de las primeras críticas de Rotten Tomatoes comparaban esta nueva versión de Cruella con un híbrido entre The Devil Wears Prada y Joker, lo cual es indiscutiblemente acertado. Emma Thompson, en su papel de la Baronesa, nos recuerda inmediatamente a Miranda Priestley (Meryl Streep) en The Devil Wears Prada. Esa actitud de superioridad y el desdén con el que se refiere a todos a su alrededor, sumado a su alto sentido de la moda, nos llevan casi que a relacionar ambos personajes en un mismo universo diegético, con la única diferencia de que la Baronesa tiene un instinto asesino que la lleva a eliminar la competencia. Mientras tanto, hay momentos en la transformación de Cruella que nos recuerdan al Joker de Joaquin Phoenix, tales como aquella escena en la que el personaje aparece con un maquillaje pálido, afirmando que a partir de ese momento deja de ser Estella para adoptar únicamente la personalidad de su alter ego, Cruella. Esa secuencia nos recuerda cuando el personaje de Joaquin Phoenix abandona su identidad como Arthur Fleck para asumir la del lunático Joker, antes de asesinar en televisión al comediante Murray Franklin (interpretado por Robert De Niro). Por si fuera poco, la escena durante la celebración de la colección primavera de la Baronesa, en la que aparecen innumerables personas con el tono de cabello bicolor característico de la protagonista, nos recuerdan a la multiplicidad de payasos en la escena del metro en Joker, en la que al igual que Cruella, el Joker buscaba mezclarse para pasar desapercibido y lograr su cometido criminal. No en vano, muchos fanáticos están sugiriendo que Cruella es parte del universo de DC Comics.

Admito que, a pesar de que soy fan de Emma Stone, me resultaba difícil imaginarla como Cruella, pero supongo que tuvo toda la asesoría de primera línea, ya que Glenn Close fue productora ejecutiva de la película, al igual que la misma Stone y, sin lugar a dudas, realizó un trabajo excepcional oscilando entre las bondades e ilusiones de Estella y la locura y ambición de Cruella, sin dejar de lado que Stone lleva con estilo y proyección el vestuario de su personaje. Sin embargo, yo quedé más cautivado por Emma Thompson y su interpretación de la Baronesa, quien para mí se robó cada una de las escenas en la que apareció, con su elegancia, porte y el sarcasmo de sus diálogos. Su actitud es divertida a la vez que cruel, separando a la actriz de cualquier otro personaje que haya interpretado antes. ¡Simplemente genial! Creo que la confrontación Cruella vs. Baronesa pasará a la historia como una de las más memorables de Disney.

Captura de Pantalla 2021-06-01 a la(s) 11.24.52 p. m.

Lo único que a nivel narrativo no me terminó de cerrar del todo fue ese agregado telenovelesco y algo predecible de que Cruella resultó ser la hija de la Baronesa. Ese «twist» me pareció algo propio de un drama rebuscado y televisivo como Days of Our Lives. Sin embargo, justifica ciertos aspectos de la historia, como el hecho de que Cruella pase de ser una huérfana a una poderosa multimillonaria. Pero me hubiese gustado que la que murió sí hubiese sido su madre y que ella buscara otra manera siniestra de hacerse con la fortuna de la Baronesa, en lugar de un lazo de sangre.

Lo cierto es que ese lado semioscuro que le dan al trasfondo histórico de Cruella, combinado con una versión más verosímil e identificable de los personajes, más el cinismo de La Baronesa hacen de este nuevo experimento de Disney un éxito de taquilla, de la crítica y de la historia del personaje, con una fórmula que definitivamente vale la pena replicar con otros de sus personajes antagónicos. Por ejemplo, a mí me gustaría ver ese backstory de Ursula (The Little Mermaid), Hook (Peter Pan) o de la Reina/Bruja (Snow White and the Seven Dwarfs)… hasta de Scar (The Lion King). De esto dependerá una racha renovada de la nueva imagen de Disney, aunque también, algo cuestionable, porque ¿qué tanto queremos humanizar a esos villanos? Eso lo analizaré en otro artículo. Por el momento, no dejen de ver esta película, que seguro obtendrá buenas nominaciones en los próximos premios Oscar en categorías como Mejor Maquillaje, Mejor Vestuario, Mejor Diseño de Producción y hasta Mejor Actriz de Reparto para Emma Thompson.

Rating: 08

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