Escrito Por: Enrique Kirchman

¡Sensual! ¡Sexual! La «viuda negra» por la que cualquier hombre estaría dispuesto a morir. Scarlett Johansson se encuentra en el top of mind de la fanaticada masculina (y femenina) por esos apetecibles labios carnosos, esa figura voluptuosa y un rostro delicado e inocente, pero a la vez, cautivador. Sin embargo, la actriz neoyorquina de 36 años ha comprobado ser más que una cara linda de Hollywood. Actualmente es, tal vez, una de las actrices más influyentes, versátiles y talentosas de su generación. Es capaz de conmovernos con historias que nos llevan inevitablemente a la reflexión, tales como el de una joven mujer que atraviesa un caótico proceso de divorcio en Marriage Story (2019), como también deslumbrarnos con su porte de heroína/femme fatale en su reciente precuela de Marvel: Black Widow, que se estrenó el 9 de julio.

Desde que se unió al universo cinematográfico de Marvel en Iron Man 2 (2010), Johansson se ha consolidado como una de las actrices más cotizadas de la industria y es considerada la mejor pagada del cine, con ingresos de $56 millones anuales en 2019. Se estima que por la película Black Widow ganó entre $15 y $20 millones, posiblemente superando el salario de sus colegas Chris Evans y Chris Hemosworth, convirtiéndose, así, en la segunda mejor pagada de la franquicia de The Avengers (el primero, sin lugar a dudas, es Robert Downey Jr.).

El inicio de su carrera se remonta a 1994, cuando con 9 años apareció en un sketch del talk show Late Night with Conan O’Brien y desde entonces no ha descansado, haciendo apariciones en series, películas, videoclips, series animadas e, incluso, en videojuegos.

Su primera aparición en el cine fue en una comedia de Rob Reiner (director de Misery y de A Few Good Men) titulada North (1994), en la cual actuó junto a Bruce Willis, Julia Louis-Dreyfus y a un joven Elijah Wood. Pocos años después apareció en la tercera y no tan exitosa película Home Alone 3, que ya no contaba con Macaulay Culkin en el rol del inolvidable Kevin. Pero fue su actuación en el drama de Robert Redford, The Horse Whisperer, que empezó a captar la atención de la crítica y con su rol protagónico de una chica sencilla, cálida e inocente en Lost In Translation (Sofia Coppola, 2003), finalmente enamoró al público, siendo reconocida con un premio BAFTA a mejor actriz.

A partir de ahí participó en varias películas menores con roles más relevantes. Hizo un cameo en la exitosa serie Entourage y le dio voz a Mindy en la película y el videojuego The Spongebob Squarepants Movie. Su carrera comienza ascender, participando cada vez de proyectos más ambiciosos y con directores de renombre. A parte de Rob Reiner y Joel Coen, se convirtió en la musa de Woody Allen en tres películas: la siniestra Match Point (2005) y las comedias románticas Scoop (2006) y Vicky Cristina Barcelona (2008).

También, ha sido dirigida por Brian de Palma (en The Black Dalia), Christopher Nolan (en The Prestige), Luc Besson (en Lucy), Spike Jonze (en Her), Wes Anderson (en Isle of Dogs), Noah Baumbach (en Marriage Story) y Taika Waititi (en Jojo Rabbit), estas dos últimas por las que obtuvo sus primeras nominaciones al Oscar el mismo año como mejor actriz y mejor actriz secundaria, respectivamente. 

Entre filmes, en 2007 participó con el rol principal en el video musical de la canción What Goes Around… Comes Around del cantante Justin Timberlake y, en 2008, contribuyó con en el video musical Yes We Can de Will.I.Am para la campaña presidencial del expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, donde también apareció el cantante John Legend, el deportista Kareem Abdul-Jabbar, la actriz Kate Walsh, entre otros artistas.

Durante la pandemia, contribuyó con un grupo de actrices de la talla de Drew Barrymore, Halle Berry, Margot Robbie, Cameron Diaz, Rosario Dawson, entre muchas otras, para grabar el corto de cinco minutos Boss Bitch Fight Challenge, dirigido por Zoë Bell. El corto es una compilación de videos individuales en distintos espacios donde las actrices simulan ser golpeadas unas a otras interactuando con una cámara subjetiva y en las cuales los golpes funcionan como transición. 

Actualmente, Black Widow constituye su novena película como la vengadora Natasha Romanoff/Black Widow, dándole un posible cierre a uno de los personajes más astutos y dominantes de la franquicia que, desde hace años, debió tener su propia línea de acción con una película individual que consolidara su origen. Aunque tarde, Marvel (y Disney) se han percatado de la desigualdad de género que había en sus historias e, incluso, en los salarios de sus actrices respecto a los de sus colegas masculinos —Johansson varias veces expresó su descontento respecto a la brecha salarial que había entre ella y los demás actores de The Avengers—, por lo que han ido reimaginando un universo diegético más balanceado en cuanto a género, desarrollando poderosas féminas como Captain Marvel, Scarlett Witch y, posiblemente, redirigiendo la historia de Black Panther a una de las guerreras de Wakanda, ahora que Chadwick Boseman no está para continuar con su espectacular rol

Entre sus próximos proyectos, este 22 de diciembre, Johansson estrenará la secuela de la película animada acerca de animales cantores, Sing 2. Además, tiene un papel estelar en Bride, el próximo drama del director chileno Sebastián Lelio (Una Mujer Fantástica), acerca de una mujer que ha sido creada para ser la esposa ideal, pero cuando se revela en contra de su creador, se ve obligada a escapar y enfrentar el hecho de ser considerada un monstruo por el resto de la humanidad. El filme se encuentra actualmente en preproducción, sin una fecha de estreno, mas podría ser la próxima oportunidad de Johansson de ser nominada al Oscar.