Escrito por: Enrique Kirchman
Al escuchar Gucci, todos pensamos inmediatamente en moda, haute couture, lujo, estilo, pasarelas y modelos despampanantes. Difícilmente lo asociamos con una historia de amor que se fue tergiversando en traición, decadencia, ambición, venganza y… ¡MUERTE! Sí, esta siniestra historia es la que se contará en el drama biográfico House of Gucci, producida por Bron Studios y MGM, bajo la perspectiva del reconocido director Ridley Scott, a quien ya conocemos por entregarnos obras maestras de distintos géneros, tales como Alien, Blade Runner, Thelma & Louise, Gladiator y Hannibal, por mencionar solo algunas.
Basada en el libro House of Gucci: A sensational story about murder, madness, glamour and greed (La Casa de Gucci: Una historia sensacional de asesinato, locura, glamour y avaricia) de la escritora Sara Gay Forden —que pueden encontrar en Amazon (clic aquí)—, la película se adentra en el matrimonio del hasta entonces heredero de la casa Gucci, Maurizio Gucci, y su esposa Patrizia Reggiana, encarnados por Adam Driver (Marriage Story) y Lady Gaga (A Star is Born), y de cómo su relación se fue transformando, con los años, de un tórrido romance a un crimen premeditado.
Maurizio Gucci y Patrizia Reggiana contrajeron matrimonio en 1973 y, poco después, tuvieron dos hijas llamadas Allegra y Alessandra. Era una pareja joven, en sus veintes, que vivían del lujo que les ofrecía el imperio textil fundado por el abuelo de Maurizio, Guccio Gucci y que luego heredó su padre, Rodolfo Gucci, junto a sus hermanos Aldo, Vasco y Ugo. Sin embargo, cuando muere Rodolfo y Maurizio hereda el 50% de la compañía, que en esa época se encontraba con problemas económicos, Maurizio hace todo lo posible por sacar a sus tíos de la empresa hasta hacerse con el 100% de la marca, lo cual empezó a molestarle a su esposa Patrizia, quien anhelaba tomar el control también.
Es bien sabido que Maurizio no manejó bien la empresa. Las decisiones que tomaba le causaban cada vez más rivalidad con su esposa y, un buen día, en 1985, se despidió de Patrizia para irse en un supuesto viaje de negocios, pero al día siguiente, ella recibía el mensaje de que Maurizio la había abandonado por otra mujer, Paola Franchi, y que el matrimonio se había acabado. La pareja se separó formalmente en 1991 y Patrizia juró vengarse de él. En los 90, Maurizio perdió la empresa que luego pasó a ser manejada por un consorcio internacional, lo cual Patrizia le reclamó por su mala cabeza para liderar. Pero lo que hizo que esta perdiera finalmente la cordura, fue cuando se enteró que Maurizio contraería matrimonio con Paola Franchi. Patrizia temía perder no solo la herencia que le tocaba aún divorciada, sino también el apodo de Lady Gucci, una de las socialités más famosas y seguida por los medios de comunicación de la época.

Su avaricia y sed de venganza la llevaron a darle varios millones de liras a una amiga para que contratara a un asesino a sueldo, quien se encargó de dispararle a muerte a Maurizio Gucci, el 27 de marzo de 1995, cuando iba entrando a su oficina en la ciudad de Milán. Tenía 46 años.
Durante dos años de investigaciones, Patrizia pasó desapercibida, hasta que el 31 de enero de 1997 fue arrestada por mandar a matar a su esposo. Desde entonces, dejó de ser llamada Lady Gucci, para ser conocida como «la viuda negra». Aparentemente, su amiga cometió la imprudencia de alardear sobre el asesinato, lo que hizo que una persona la denunciara. Patrizia fue condenada a 26 años en prisión, que después se le redujeron a 23, saliendo finalmente luego de 18 años, por buena conducta.
No hay duda de que este bio-pic dará de qué hablar y puede significar una buena contendiente para los premios Oscar del próximo año, ya que además de Drive y Gaga, cuenta con un fabuloso elenco secundario integrado por Al Pacino (como Aldo Gucci), Salma Hayek (como Pina Auriemma), Jeremy Irons (como Rodolfo Gucci) y Jared Leto, que se ve irreconocible en el rol de Paolo Gucci.
A pesar de que este elenco huele a éxito, según el sitio IMDB, habían otras consideraciones que a mi parecer hubiesen funcionado aún mejor. La actriz Marion Cotillard llegó a estar considerada para el papel de Patrizia Reggiana que luego se llevó Gaga. Mientras que Christian Bale había sido considerado para el papel de Maurizio Gucci, que se llevó Driver. A pesar de que me gusta Driver, creo que tanto Bale como Cotillard hubiesen sido excelentes opciones. Además, Robert De Niro había sido considerado para el rol de Rodolfo Gucci, que luego se llevó Irons debido a que De Niro se retiró del proyecto. Lo mismo sucedió con la despampanante Monica Bellucci, quien tuvo que rechazar el rol de la vidente Pina Auriemma, que finalmente interpretará Hayek. De Niro y Bellucci, definitvamente, hubiesen sido mejores añadiduras. Pero, el rechazo de unos puede ser el éxito de otros, ya veremos cómo le va al filme con la taquilla y la crítica, ya que, de acuerdo al trailer, Gaga parece que nos entregará una interpretación más memorable que la de A Star is Born. House of Gucci se estrena en cines el 21 de noviembre de 2021.