Escrito por: Enrique Kirchman
***Advertencia: Datos Importantes de la Película son Revelados***
Luego de varias decepciones de lo que parecían ser prometedoras blockbusters, Thor: Love and Thunder se convirtió en mi esperanza de reavivar la débil llama que me queda por el universo cinematográfico de Marvel: Jane Foster (Natalie Portman) controlando a Mjölnir, Christian Bale como el nuevo villano Gorr, Thor recuperando su deificado físico y Taika Waititi como el director del show eran suficientes check marks para intuir un éxito narrativo. Sin embargo, con su ya agotado recurso estético de la década de los 80 y 90, desde la banda sonora hasta las elecciones visuales, Love and Thunder acaba de ganarse una posición dentro de mi lista de lo peor de Marvel, junto con Iron Man 3, Black Widow y Doctor Strange in the Multiverse of Madness.
Literalmente, lo único bueno y gracioso de la película fueron las cabras. Ja, ja, ja. ¡No puedo con las malditas cabras! Cada vez que gritaban, me hacían explotar en carcajadas. Pero el resto de los gags, chistes y supuestos diálogos cómicos, me parecieron un insulto, incluso para un público infantil. Simplemente, no es graciosa. Y es que el personaje de Thor siempre tuvo una actitud naïve a lo largo de la saga, que es precisamente uno de los atractivos que hace que el espectador empatice con él, porque a pesar de su ego, poder y, sí, objetiva belleza, es medio torpe. Pero en Love and Thunder raya en lo innecesariamente estúpido.
Narrativamente, la historia se siente apresurada. Improvisada hasta cierto punto, utilizando el fácil recurso de la voz over de Korg para resumir momentos explicativos sin los cuales ciertos aspectos de la trama no se hubiesen entendido. Por ejemplo, Jane Foster como Mighty Thor. ¿De dónde salió? ¿Cómo se explica que una mortal común y silvestre de repente tenga la fuerza y habilidad para luchar a la par de un dios? Se olvidaron completamente del arco de transformación del personaje, cambiando radicalmente de una enferma de cáncer (lo cual surgió de la nada también) a una poderosa diosa que da su vida por un amor que tenía 8 años, 7 meses y 6 días de no ver, luego de una ruptura que nos explicaron con un resumen de montaje un tanto soso.
Por otro lado, una de las principales razones por la que quería ver esta película era por Christian Bale como el nuevo villano Gorr, con otro de esos cambios físicos extremos y que prometía convertirse en memorable, pero su personaje prácticamente surge de la nada, convirtiéndose en el antagonista de Thor casi que por azar para luego redimirse segundos antes de morir dejando a Thor con una niña resucitada. Y, después de todo, ¿cuál es el interés último de Disney de enfatizar en la muerte de los niños? Lo exploraron de alguna manera con Scarlet Witch y ahora con Gorr y, a decir verdad, no han sabido explotar el potencial de este detonante para un villano.
A todo lo anterior le sumo el hecho de que no le dieron tiempo de pantalla al grupo de Guardians of the Galaxy, que pensé que tendrían una participación más protagónica. Sin embargo, los eliminan de la historia para luego recurrir a que Thor le dé poderes momentáneos a un grupo de niños para que lo ayuden en la batalla final contra Gorr. ¿No era más creíble que Peter Quill y su equipo lo ayudaran?
Todo parece indicar que desde Avengers: Endgame (2019), Marvel y Disney han agotado las vías creativas para continuar esta saga. Entre sus filmes estrenados hasta el momento y las series lanzadas en Disney+, solo pueden ser medianamente rescatables Shang-Chi and the Legend of the Ten Rings (2021), Eternals (2021) y la serie WandaVision; y aún así, narrativamente parece no haber un hilo conductor que nos lleve a algún tipo de gran final de esta fase, como pasó en la anterior con Endgame. Pero más allá de que exista o no un gran hilo conductor que una todas las películas, las historias de cada película por sí sola (y de las series), a pesar de involucrar renombrados directores y guionistas, han caído en un pastiche de géneros, estilos y tonos narrativos, que dan la impresión de no tener un target definido: ¿Están dirigidos a niños o a adultos jóvenes? Por un lado tenemos un Spider-Man: No Way Home que resultó ser, más que todo, un espectáculo circense destinado a satisfacer a los fanáticos de tres generaciones del Hombre Araña con una narrativa bastante pobre y superficial que apelaba vulgarmente a las emociones y al factor sorpresa. Mientras que en Eternals tenemos un tono más dramático, sentimental y reflexivo que le aporta el estilo narrativo y cinematográfico de la directora Chloé Zhao, pero que carece de la química entre personajes que sí tenía el grupo original de los Vengadores. Ni hablar de Doctor Strange in the Multiverse of Madness, la cual, a través del director Sam Raimi, exploró un tono más oscuro, rayando en escenas de terror psicológico que un niño no entendería del todo y que para un adulto resultaron ser tediosas y hasta absurdas.
Solo me queda esperar a que estrene Black Panther: Wakanda Forever, que no estoy seguro aún del giro que dará con la ausencia de Chadwick Boseman; Guardians of the Galaxy Vol. 3, a la que no le tengo mucha fe, porque el Vol. 2 estuvo rayando en lo malo; y la serie Secret Invasion, en la que sí deposito mis esperanzas ya que trae de vuelta a Nick Fury (Samuel L. Jackson) y a Maria Hill (Cobie Smulders), además de otros grandes talentos como Ben Mendelsohn, Emilia Clarke, Martin Freeman y la ganadora del Oscar, Olivia Colman.
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