***Advertencia: Datos Importantes De La Película Son Revelados***
La historia del asesino a sueldo conocido simplemente como el Agente 47, del videojuego «Hitman» creado por IO Interactive, puede llegar a ser tan interesante como la reinterpretación que hicieron de James Bond a partir de «Casino Royale» (2006). En mi opinión, desde el punto de vista del guion y de la creación de su personaje, el Agente 47 es un diamante en bruto al que no le han sabido sacar provecho hasta ahora. La primera adaptación que se creó en 2007, titulada «Hitman», con Timothy Olyphant como el protagonista, no tuvo un impacto suficientemente bueno en la audiencia como para derivar en una secuela (aunque esa versión no me desagradó tanto). Ocho años después han decidido relanzar una nueva versión, «Hitman: Agent 47», bajo la dirección de un debutante director de nombre Aleksander Bach, con las actuaciones de Rupert Friend («Homeland»), Zachary Quinto («Star Trek»), Hannah Ware («Shame»), Thomas Kretschmann («Wanted») y Ciarán Hinds («Game Of Thrones»). Sin embargo, esta fue menos interesante que la anterior.
«Hitman: Agent 47» quedó resumida a una película de acción común y corriente, en la que el héroe es sin duda superior a su antagonista, desde el inicio se conoce su invencibilidad, por lo cual el resto de la trama se hace predecible. Muchos dirán que James Bond es igual, pero al menos sabemos que las volatilidad de Bond, su ego y emotividad lo llevan muchas veces a ser descuidado, por ejemplo: no previó que Vesper lo traicionaría en «Casino Royale» por estar perdidamente enamorado de ella, y al final no pudo siquiera protegerla de ella misma, presenciando su muerte por ahogamiento. Lo mismo se repite en «Skyfall», cuando M muere en sus brazos, debido a un disparo recibido por uno de los hombres de Silva. En otras palabras, Bond no puede estar en todos lados, es humano y comete errores, y ha tenido que sufrir las consecuencias, pero en el caso del Agente 47, por ser una alteración genética, sabemos desde el principio que no cometerá errores y que todo le saldrá al pie de la letra como lo ha planeado, sin daños colaterales.
El principal defecto de este personaje es que no lo han sabido humanizar, sino que lo presentan como una especie de «superhéroe» con un súper entrenamiento que lo hace casi que imposible de vencer. Al introducirlo tan perfecto desde el inicio, el espectador no se espera un desarrollo dramático en la trama, sino que se resigna a ver solo la forma tan sorprendente en que sin duda su héroe saldrá airoso de cada situación de riesgo. Siendo así, el espectador no se lleva más nada de la película, salvo algunos «¡Wao!» que expresará al ver las imposibles y poco creíbles escenas de acción.
Si nos remitimos a la historia contada en el juego de video de «Hitman», la verdad que mucho no se ha dicho de la procedencia de este asesino a sueldo. No sabemos sobre su niñez y adolescencia, dónde y con quién entrenó, ni en qué consiste exactamente su alteración genética. El videojuego ha dejado medio ambigua la procedencia del Agente 47, lo cual es maravilloso para los guionistas, ya que tienen luz verde para crearle su pasado utilizando los datos de su presente. Para mí sería interesante ver cómo lo agarran desde pequeño para ser un experimento genético, cómo se desarrolla y cómo realiza su primera misión. ¿Cometió errores en su primera misión? ¿Era descuidado al principio? ¿Cómo evolucionó al nivel de perfección que es ahora? Todos esos momentos en la historia del personaje harían una mejor película, que simplemente presentarlo en el presente como un súper agente que debe disparar, golpear y explotar cosas para cumplir su cometido. ¡Hasta los Avengers tienen momentos dramáticos! No podemos banalizar a estos personajes, sino crearles un background que nos haga empatizar con ellos.
Tal como he escrito en otros artículos, los héroes de acción superficiales, perfectos y triunfadores no son atractivos en esta época. La gente quiere figuras heroicas humanizadas, que hayan sufrido para ganarse la posición en la que están. «Hitman» tiene todas las cualidades para ser una historia interesante. Su personaje tiene características psicológicas suficientes para ser explotadas al máximo y utilizarlas en la trama para generar excelentes momentos de suspenso, dramáticos y de acción, que atraen a un mayor target de espectadores, que además de querer ver cosas explotar, también les gusta pensar y resolver el misterio.
Lastimosamente, «Hitman: Agent 47» se queda solo en la acción, con actuaciones que además no aportan un valor agregado. Si bien Rupert Friend es excelente en su papel de Peter Quinn en la serie «Homeland» —precisamente porque está muy bien caracterizado—, su rol como Agente 47 se mantuvo en línea recta, sin ninguna chispa que lo haga memorable: ni en su actitud, ni en su modo de pelea, ni siquiera por alguna frase célebre. Por su parte, a pesar de que Zachary Quinto demostró en la serie «Heroes» que es un excelente villano, en esta película no me convenció con sus peleas cuerpo a cuerpo; me parecieron demasiado coreografiadas, con movimientos herméticos, que casi que dejan ver el artificio de la ficción.
Más allá del poco atractivo de los personajes, el único sacrificio que hubo en la película, que fue la muerte de Litvenko, el padre de la heroína Katia (interpretada por Hannah Ware), no tuvo valor alguno porque estaba justificado. Litvenko (interpretado por Ciarán Hinds) fue quien creó a los súper agentes (incluyendo a 47), por lo que Le Clerq quería hacerse de su fórmula para crear un ejército de estos agentes (y supongo que hacer negocio). La premisa de la película es encontrar a Litvenko y eliminarlo antes de que pueda revelar el secreto de los agentes a Le Clerq, pero pronto nos enteramos que Litvenko tiene un cáncer en etapa terminal, por lo que sus días están contados. En otras palabras, cuando decide «sacrificarse» y detonar una bomba dentro del helicóptero donde viajaba con el villano Le Clerq, no está sacrificándose, porque al final iba a morir. Ese tal vez fue el único momento dramático (o que pudo llegar a serlo) y lo expusieron mal a no darle realmente importancia, porque el espectador acaba pensando «Bueno, igual se iba a morir de cáncer».
«Hitman: Agent 47» cumple con su cometido de brindarnos un rato de dispersión con una trama en la cual no hay que analizar absolutamente nada, porque todo está claro. No hay factor sorpresa, las complicaciones y barreras del personaje son obviamente superables, y el final en el que el villano (Quinto) revive (en los créditos finales), nos demuestra que no vale la pena ver la secuela (si es que se atreven a hacerla).
Trailer:
Escrito Por: Enrique Kirchman