***Alerta: Datos importantes de la película son revelados***

Cuando estamos frente a un excelente guion, nos damos cuenta que no son necesarios tantos efectos especiales, ni producciones de altísimo presupuesto para que una película sea buena. Simplemente contando una historia cotidiana, con personajes atractivos, diálogos dinámicos, y múltiples líneas de relación, quedaremos más enganchados que con cualquier filme de ciencia ficción de Steven Spielberg. Esa es la fórmula de «The Way Way Back» (2013), escrita y dirigida por Jim Rash y Nat Faxon, quienes ganaron el Oscar a mejor adaptación en 2012 por la película ‘The Descendants». Faxon y Rash, para los que no lo conocen, también actuaron en «The Way Way Back» como los personajes Roddy (el que controlaba el tobogán) y Lewis (el que alquilaba los salvavidas y que decía que se iba y nunca era cierto) respectivamente. La película, además, cuenta con las actuaciones estelares de Steve Carell («Crazy Stupid Love»), Toni Collette («Little Miss Sunshine»), Allison Janney («The Help»), Sam Rockwell («Seven Psychopaths»), Amanda Peet («Identity»), Maya Rudolph («Bridesmaids») y Liam James («The Killing») como nuestro protagonista Duncan.

A través de la historia principal de Duncan —que básicamente quiere sobrevivir al verano en la casa de playa del nuevo novio de su madre— vamos conociendo otras subtramas que arman un relato interesante, inspirador, conmovedor y refrescante. Duncan es un chico retraído, tímido, que lo expresa desde su postura física con el pecho encogido, esquivando las miradas fijas a los ojos, pasando largos ratos solo, ensimismado. Es evidente que es un chico con falta de figura paterna, contacto con una figura masculina que lo espabile, le dé seguridad y confianza. Duncan no sabe cómo hacer amigos, pero cuando conoce a Owen en un parque acuático, éste pasa a ser esa figura paterna y amigo a la vez, que le brinda ese cariño, esa protección, esa seguridad, que hace que Duncan poco a poco se abra y salga de su burbuja, para interactuar con otros, sin temor al rechazo.

Así conocemos a su madre Pam y su nuevo novio Trent. Mientras que Pam es una madre consentidora, que se ve que tiene buena relación con su hijo, ella se rehúsa a intervenir cuando Trent, injustificadamente, trata de disciplinar a Duncan exigiéndole demasiado. Pam trata de complacer a Trent, por miedo a quedarse nuevamente sola, y lo deja que presione a su hijo, aún cuando ella no está del todo de acuerdo con sus regaños y exigencias. Está tan ciega, que incluso cuando es evidente que Trent está teniendo un amorío con su antigua amante Joan, Pam decide no decir nada hasta que el propio Duncan lo exhibe delante de un grupo de personas en una fiesta.

La película también nos enseña que no se puede juzgar a Pam, porque ella prácticamente ha sido madre soltera, ya que después nos enteramos que el padre de Duncan no lo quiere (esto lo sabemos por que el desgraciado de Trent se lo grita a Duncan cuando éste lo exhibe en la fiesta). Pam, como cualquier mujer en su posición, está buscando rehacer su vida y formar una nueva familia, antes que sea demasiado tarde para ella. Se nota que es una mujer que no puede estar sola, por lo que se aguanta cualquier cosa. Sin embargo, finalmente, decide tomar la decisión correcta gracias a que su hijo le abre los ojos, y le brinda a ella esa autoestima que a él, al principio de la historia, le faltaba, pero que gracias a Owen ha ido ganando.

«The Way Way Back» es un drama familiar cómico, que explora situaciones comunes: padres divorciados que lo vuelven a intentar, chicos que se enfrentan a la adolescencia, adultos que quieren volver a ser jóvenes, jóvenes que quieren ser adultos… Trata sobre vivir la vida, aceptar los retos y tratar de superarlos. Eso es lo que Duncan nos enseña cuando le dice a Owen que se tiren por el tobogán y que él tratará de rebasarlo, algo que hasta el momento nadie había hecho. Nos lo demuestra también cuando se atreve a dar ese primer beso a la aparentemente inalcanzable Susanna o cuando intenta bailar breakdance en el parque en medio de un grupo de profesionales del baile.

Sin embargo, esta película también nos enseña lo importante que es tener a alguien que crea en nosotros. Alguien que nos aliente, que nos diga que lo estamos haciendo bien, que nos dé una palmada en la espalda, que nos incite a seguir adelante y que nos haga entender que no está mal equivocarse, que no está mal hacer el ridículo de vez en cuando… Ese es el papel que jugó Owen en la vida de Duncan, al igual que el resto de los chicos del parque como Roddy y Caitlin. Personas totalmente aleatorias y extrañas, que con un breve encuentro en la vida de este chico, tuvieron un efecto que a todas luces cambiará su vida.

Sus directores y guionistas definitivamente que no son los únicos a  los que hay que agradecer por tan increíble y gratificante historia; no hay duda que todos los actores hicieron un trabajo destacado. Empecemos por Liam James, quien caracterizó al niño retraído de una forma magistral. En la vida real, James practica artes marciales desde los 4 años, por lo que evidentemente tiene excelente postura, disciplina y actitud, sin embargo, lo vemos en este papel como Duncan, un chico frágil en el mundo. Por otro lado, creo que éste es el primer personaje en el que Steve Carell que no se parece a ningún otro que haya interpretado. Un hombre machista, prepotente, infiel, insensible. Se me olvidó por completo que fue «virgen a los 40» o que se lanzó de un auto en movimiento cuando su esposa (interpretada por Julianna Moore) le dijo que quería el divorcio en «Crazy Stupid Love». Para este papel se hubiera podido elegir a actores más serios, pero le dieron la oportunidad a un comediante como Carell, y probó tener el talento para la versatilidad actoral.

Toni Collette, como siempre, es natural en sus interpretaciones. Los roles de madre le van como anillo al dedo, siempre con esa psicología de madre con mente abierta, comprensiva, tierna y comunicadora. Ya la vimos en un rol parecido en «Little Miss Sunshine», pero me encanta ver la sencillez con el que realiza estos personajes. Sam Rockwell es simplemente increíble. Parece mentira que lleve años haciendo cine y que ahora es que aprecie su talento. Su personalidad alocada, aniñada, espontánea e improvisada, a la misma vez que protectora, como un tipo de gurú contemporáneo, nos vuela la cabeza. Nos mata de risa. Tuvo los mejores diálogos de la película… Da esa impresión de comodidad para compartir escena con él, y se nota que le dio la confianza actoral al joven Liam para interpretar su personaje.

Sin lugar a dudas, mi favorita fue Allison Janney como Betty. Su personalidad desinteresada y desvergonzada. Ese personaje que también aportó algo muy importante a la historia «la vida es una, así que chúpenla«. Su relación con su hijo Peter al burlarse de que es bizco, su relación con su hija, y la forma de interrelacionarse hasta con extraños, es digna de imitar. Algunos la pueden considerar ridícula, otros atrevida, otros poco importa, pero para mí es divertida. Janney estuvo genial en el papel y creo que merecía estar nominada al Golden Globe y al Oscar como mejor actriz de reparto por este personaje. ¡Genial!

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Escrito Por: Enrique Kirchman