{Crítica} «Wonder Woman 1984»: Una Representación Banal De La Mujer Actual


Escrito por: Enrique Kirchman

***Advertencia: Datos Importantes De La Película Son Revelados***

Como fanático del universo DC —desde las series animadas de «Super Friends» (1973) hasta las adaptaciones seriales con personajes de carne y hueso como «Wonder Woman» (1975) y «Batman» (1966), ni hablar de los clásicos del cine de «Superman» de Christopher Reeve (1978) y el «Batman» de Michael Keaton (1989)—, siempre me pregunté por qué se habían demorado tanto en llevar a la pantalla grande la adaptación de la Mujer Maravilla. ¿Misoginia hollywoodiense? ¡Puede ser! Tal vez los estudios dominados por hombres no estaban listos para darle ese nivel de protagonismo heroico a una mujer. Eso hubiese despertado ese mismo espíritu de mujer empoderada que se ha precisamente reforzado desde que se estrenó «Wonder Woman» en 2017.

Lo cierto es que la trama de esta heroína ligada al contexto histórico de la Segunda Guerra Mundial me parecía lo suficientemente dramática e interesante para representarla de una manera realmente honorable y relevante. La Mujer Maravilla no es ningún personaje segundón, está al mismo nivel de importancia que Superman y Batman, que siempre han sido los abanderados de DC. Traerla a la pantalla era una oportunidad de oro para el movimiento de igualdad de género en todo sus niveles y mostrarle al mundo que una mujer podía resolver exitosamente cualquier adversidad, igual o mejor que «el hombre de acero» o «el caballero de la oscuridad». Esa era la misión de la directora Patty Jenkins («Monster») al colocarse a la cabeza del proyecto junto con la actriz israelí Gal Gadot («Fast & Furious») como la hermosa heroína, en lo que pareció ser un acierto, al menos en cuanto a las características físicas del personaje.

La primera película fue una buena introducción al universo que rodea a la amazona Diana Prince y su posterior conversión como la Mujer Maravilla. Su batalla en la Segunda Guerra Mundial como líder de un grupo de militares entre los que se encuentra su interés romántico Steve Trevor (interpretado por Chris Pine) estuvo lleno de momentos emocionantes, a pesar de que el villano principal, en mi opinión, fue bastante decepcionante. Sin embargo, la mayor crítica de esa primera película fue la forma tan inocente y atontada como representaron a la Mujer Maravilla. Toda una amazona con grandes agilidades y poderes debía proyectar ese porte de seguridad, fuerza e inteligencia, pero al inicio la representaron como una chica naïve y torpe a la que le costaba adaptarse al mundo de los humanos. Pero lo que más me chocó, fue se mensaje del final de la película donde colocan la idea del amor como el poder último para vencer cualquier adversidad, que pudo ser esperanzador, pero digamos que un tanto ridículo para semejante guerrera, haciéndola caer en ese rol cliché de la mujer. Digamos que no me imagino a una Black Widow en esa misma onda.  Aún así, le di 7 pantallitas de 10 a esa primera entrega.

Luego tenemos el reciente estreno de «Wonder Woman 1984«, en la cual vuelve Patty Jenkins como directora y coguionista, Gal Gadot con el papel protagónico, Chris Pine sigue como su interés romántico y nos añadieron a dos grandes actores más: Kristen Wiig («Bridesmaids») como la archienemiga Barbara Minerva/Cheetah y Pedro Pascal («The Mandalorian») como Maxwell Lord, ambos como la fuerza antagónica. ¡Wao! Al escuchar que Wiig y Pascal se unirían al elenco, me generó muchas más expectativas, y al ver los trailers, apuntaba a que el conflicto sería, al menos, emocionante. Sin embargo, me topé con una historia demasiado infantil, con varios agujeros, innecesariamente larga, con explicaciones absurdas, efectos visuales setenteros, actuaciones demasiado teatrales y una estereotipada representación de la mujer, como para honrarla con el calificativo de «maravilla».

En primer lugar, no puedes hacer una película acerca de la fémina más poderosa del mundo, con la intención simbólica de representar a la mujer como un ser independiente y fuerte y luego reducir su historia a que su mayor deseo es que vuelva su hombre. O sea, ¿acaso esto era un cuento de hadas de príncipes azules y princesas desvalidas? Hasta Disney ya ha cambiado esa fórmula en sus tramas, precisamente por lo ofensivo y culturalmente dañino que era, como para que Warner Bros. coloque a la Mujer Maravilla como un ser que deja nublar su juicio por su marido. Insisto: Black Widow sacrificó su vida por salvar a un amigo y a la humanidad, sin pestañear. ¡Esa es una mujer empoderada! A la Mujer Maravilla, en cambio, quieren representarla con el alma pura de la Virgen de Guadalupe, con mensajes sobrevalorados y trillados acerca del amor y, en esta ocasión, «la verdad», con un discurso demasiado largo, ridículo y vergonzoso en el final, que lo que hizo fue debilitar el clímax de la historia, en la que no se venció a ningún villano, sino que milagrosamente todos se volvieron buenos. De hecho, la película muy bien se hubiese podido llamar «El lazo mágico», porque todo giró en torno al bendito lazo y que te hace decir la verdad.

En cuanto a la trama, la película es demasiado larga. El primer acto es extenso, hasta el nivel de darnos ganas de quitar la película. Empieza con un flashback de Diana pequeña concursando en una competencia en la cual hace trampa para ganar y Antiope la reprende con un discurso acerca de lo importante que es ser honesto y decir la verdad. Los guionistas decidieron añadir esa escena, solo para darle un supuesto sentido a la moraleja del final. Luego tenemos la premisa principal acerca de Maxwell Lord y su obsesión con la piedra de los deseos —aparecida de la nada y sin mucha explicación veraz y con sentido— que se basó básicamente en concederle deseos a todo el mundo, logrando un caos que era más jocoso que dramático. Mi pregunta es ¿por qué eligieron 1984? ¿Por qué darle tanto protagonismo al año en el título? ¿Era solo por una cuestión estética? ¿Se dieron cuenta que a los espectadores les gustan las películas ambientadas en los años 80 y quisieron atraerlos de esa manera? Porque si fue una elección meramente estética, hasta en eso fracasaron. Más allá del vestuario, no supieron ni aprovechar la época para componer una mejor banda sonora. Si me hablas de la Mujer Maravilla en los años 80, yo me imaginaba que al haberse involucrado en la Segunda Guerra Mundial, en los 80 hubiese sido una lucha contra el espionaje de los soviéticos y el comunismo. Y, tal vez, de esa forma, justificar el surgimiento de Max Lord y Cheetah. «Wonder Woman 1984» hubiese podido explorar más las características de espía de Diana, y reforzar el drama, el suspenso y la acción si la hubiesen ligado al contexto histórico real de la época, sin embargo, todo se resumió a un pastiche típico de los videoclips musicales de aquella década.

En cuanto a las actuaciones, mientras que Pedro Pascal hizo un papel sorpresivamente sobreactuado, luego de haberlo visto en excelentes roles como en «Game Of Thrones» y «Narcos«, Kristen Wiig fue la que medianamente mantuvo un nivel, aunque su personaje fue mal explorado y con un arco de transformación injustificado. Según la trama, Barbara Minerva era toda una científica experta en distintas ramas, pero nuevamente la pintan como tonta, inadaptada y socialmente impertinente. Su deseo es tener la personalidad de Diana Prince, incluso la forma en que Diana puede desplazarse con sus tacones de animal print. ¡Sí, esto fue demasiado ridículo y ofensivo para la mujer! ¿Por qué enfatizar en algo tan banal como los tacones de Diana? Los guionistas decidieron usar ese detalle de la admiración de Barbara por los tacones de animal print de Diana para justificar su posterior transformación en Cheetah, que además decidieron aludirlo paulatinamente con atuendos felinos hasta que finalmente se convirtió en el animal. ¡Absurdo! El único momento glorioso y dramático fue cuando Barbara golpea violentamente a un hombre que la había acosado en la calle. En ese momento pensé que el tono de la película había tomado un rumbo más oscuro e interesante acerca de los deseos más profundos y malévolos del ser humano, pero no. Simplemente fue esa escena y ya. 

Otro desacierto en la trama fue la aparición del famoso e icónico Jet Invisible. En una de esas escenas realmente inútiles, Diana y su novio Steve, quien poseyó el cuerpo de otro hombre al estilo de Patrick Swayce en «Ghost«, vuelan en un jet robado de un hangar hacia El Cairo y, para evitar los radares, Diana se sale con un poder que desconocía, a través del cual hace invisible el jet. O sea, yo quería que el Jet Invisible apareciera en algún punto de la película, pero pensé que sería un jet fabricado con la tecnología de Wayne Enterprises para al menos hacerlo más real. Algo así como el avión de los X-Men. Pero no, era mejor salirse con un poder todo extraño de mago de fiesta. Y por si fuera poco… ¡Los efectos especiales son malísimos! Parece que contrataron a los mismos que hicieron los efectos de la serie con Lynda Carter en 1975. Por poco y se ve el chroma key. 

Definitivamente, «Wonder Woman 1984» fue una decepción total en cuanto al colapsado universo DC que se sostenía apenas sobre su heroína. Ahora, sin lugar a dudas, no hay nada que lo salve. Peor aún, su protagonista ha caído en un estereotipo de delicadeza y fragilidad sentimental que sigue ubicando a la mujer en posiciones llevadas por las emociones y no por su intelecto, razón por la cual en la vida real se ha cuestionado tanto a la mujer en roles de liderazgo. Esto no aporta nada. Patty Jenkins hizo una película para inspirar brevemente a niñas menores de 12 años que fantasean con colocarse un atuendo de heroína, no para dar un ejemplo a las mujeres de todas las generaciones que pueden enfrentarse a las mismas tribulaciones que cualquier hombre y salir victoriosas. Hasta que no la caractericen de esa forma y la enfrenten a fuerzas antagónicas más desafiantes, no habrán logrado ningún cambio trascendental en la representación de la mujer en el cine. Hacerla que vuele, cual Superman, con una escena muy parecida a las que vimos de Christopher Reeve en la película de 1978, no la iguala, simplemente la convierte en una mala copia.

 

Rating:

Trailer:

 

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