{Crítica} «Avengers: Endgame»: Un Fenómeno Cinematográfico Difícil De Superar


Escrito Por: Enrique Kirchman

SPOILERS***SI NO HA VISTO LA PELÍCULA, NO LEA EL ARTÍCULO***SPOILERS

Honestamente, no sé por donde empezar. «Avengers: Endgame» —y sus predecesoras— es una de esas mega resoluciones narrativas que quedarán para la posteridad como un fenómeno cinematográfico del siglo XXI, solamente comparable con lo que fue la saga de «Star Wars» en el siglo XX (me refiero a las tres primeras películas que se hicieron 1977, 1980 y 1983). «Endgame» es una verdadera «jaw dropper» (que te deja la mandíbula caída), en todos los sentidos imaginables.

Narrativamente, con esos sorprendentes puntos de giros y ese clímax tan adrenalínico, de vellos erizados que, efectivamente, como dijo Robert Downey Jr. en una entrevista, «los últimos ocho minutos de esta película, son probablemente, los mejores ocho minutos de la historia completa de la saga, en cierto sentido, porque todos están involucrados«. Fotográficamente, está muy bien lograda, con encuadres y movimientos mucho más dramáticos, suaves y expresivos que refuerzan la tragedia, la incertidumbre y la tristeza de la historia, reservando la brusquedad de los movimientos (internos y externos), en su mayoría, para el tercer acto. Actoralmente, está de más recalcar el maravilloso ensamble de actores y actrices —principales, secundarios y hasta terciarios— que se complementan naturalmente y sin mucho esfuerzo, sea cual sea la mezcla en escena, generando emociones diversas en el espectador: desde la camaradería y sincera amistad de Natasha Romanoff (alias Black Widow) y Clint Barton (alias Hawkeye) hasta la enternecedora relación paternal entre Peter Parker y Tony Stark o la comicidad entre Thor y Rocket. ¡Ni hablar de los efectos visuales y sonoros, que se han superado en calidad a lo largo de toda la franquicia!

Hasta el género cinematográfico mutó hacia un drama de superhéroes, que trasciende los aspectos comerciales de su producción. Sí, «Endgame» —y toda la saga de «The Avengers»— es, como dirían los argentinos, una película pochoclera, pero eso no le resta mérito artístico, porque sin lugar a dudas, yo la nominaría a una categoría de Mejor Guion Original, Mejor Dirección, Mejor Edición (visual y sonora) y, por supuesto que a Mejor Película. La hazaña de hilar la estructura narrativa, no solo de la línea de acción de esta última entrega, sino de 21 películas previas, es algo magistral, sin precedentes, que DC ha tratado de imitar, aún sin éxito, teniendo todas las herramientas para hacerlo.

Además, hay una resignificación de las películas de superhéroes, tal vez como lo hizo Zack Snyder en 2009 con «Watchmen» o Christopher Nolan con la trilogía de «The Dark Knight», al darle un sentido de humanización a estos heroicos personajes y, sobre todo, de mortalidad e imperfección. Los Vengadores sienten miedo, impotencia y duda. Thanos es un genocida, un terrorista, bastante comparable con la ideología hitleriana y del nazismo. De hecho, la escena del monumento a los desaparecidos en San Francisco, en la que Scott Lang busca desesperadamente entre las pilastras con la esperanza de no encontrar el nombre de su hija, nos recuerda al monumento en Berlín en honor a los desaparecidos durante el holocausto nazi e, incluso, al monumento en el Ground Zero en Nueva York, en honor a los que murieron durante la caída de las Torres Gemelas, producto del ataque del 11 de septiembre de 2001. O sea que, las referencias en la película están relacionadas a aspectos bastante oscuros de la historia de nuestra humanidad, y Marvel ha sabido proyectar ese temor traducido en un universo en el que existieran seres como los Vengadores. Algunos lo manejan mejor que otros, pero al fin y al cabo, no son perfectos. Ni siquiera un semidios como Thor, que se dio al abandono.

Todo el ingenio, heroísmo, bizarría e intrepidez de estos Vengadores se tradujo en cosas tan mundanas como la amistad, la familia y el medio ambiente. De ahí que en casi toda la historia se refuerzan esos elementos:

a) Los lazos de amistad, con escenas tan conmovedoras como la de Clint y Natasha o el reencuentro de Peter Parker con Tony Stark. De hecho, la unidad de todos estos personajes para vencer a Thanos descansa sobre la idea de la amistad.

b) La familia es lo más presente, casi como un leit motiv en la trama. De hecho, la primera escena es la de Clint con su familia y cómo su repentina desaparición produce en él una inestabilidad emocional y psicológica. Luego tenemos el reencuentro de Tony y su padre Howard, el de Thor y su madre Frigga, el de Scott Lang (Ant-Man) con su hija Cassie y, más dramáticamente, la hija de Tony Stark con Pepper Potts, que fue su gran dilema al decidirse si ayudar a los Vengadores o no, por miedo a perder su mayor creación en cinco años desde la desaparición de un 50% de los seres vivientes del universo: su hija.

c) El medio ambiente, que recae en el motivo principal por el que Thanos da su chasquido de dedos. Por más drástico e inhumano que haya sido su medio para alcanzar el fin, muy en el fondo su intención era buena: renovar el universo. De hecho, en una escena, Steve Rogers le menciona a Natasha que había visto ballenas nadando en el río Hudson, reafirmando que gracias a que las aguas estaban más limpias, ahora se veían más animales en áreas donde antes no habían. Sin duda, nos hace reflexionar.

En otras palabras, toda la fantasía que inició en 2008 con «Iron Man» guarda un mensaje mucho más profundo, digno de una historia de superhéroes, que aunque a veces desconectados y absorbidos por su ego, estaban conectados por cosas tan básicas como el amor: a los amigos, a la familia y al planeta. No en vano, la última escena es la de Steve con Peggy Carter bailando aquella pieza que nunca bailaron, en la que el Capitán América decidió vivir todo de nuevo, pero disfrutando de aquellas pequeñas cosas que le dan sentido a la vida, como envejecer con un ser amado.

Marvel es un monstruo de las historias basadas en cómics y de la producción de sagas imperecederas. Maneja el concepto de sinergia a la perfección, sacando provecho de todos los posibles universos extensos que tiene a su dispoción. Y eso que no todo ha sido color de rosa, porque tuvieron sus malas decisiones, como fue «Iron Man 3», «Guardians Of The Galaxy Vol. 2» y, a mi parecer, «Captain Marvel», pero que al final representaron un punto de inflexión débil en una narrativa global que supo cerrar un ciclo. El efecto causado creo que no se ha logrado ni entre el público infantil y adolescente que siguió las aventuras de Harry Potter, ni a ese público más selecto que se apasionó por la odisea de Frodo en la trilogía de «The Lord Of The Rings». Otra prueba son los números de taquilla. En su primer día, «Endgame» rompió el récord de la película con mayor recaudación en su día de estreno, con $156 millones, y en tan solo tres días de estreno, ha recaudado $644 millones, que fue lo que recaudó «Thor: The Dark World» (2013) con 161 días en cartelera. En otras palabras, no se extrañen que en un mes «Endgame» destrone finalmente a «Avatar» (2009) como la película más taquillera de la historia del cine, posición que seguramente retendrá durante décadas.

«Avengers: Endgame» ha marcado un hito en la historia del cine y del entretenimiento. Una saga que ha trascendido generaciones, clases sociales, culturas y nacionalidades. Tal vez, basadas en la diversidad de sus personajes, no solo racial, al darle protagonismo al rey de Wakanda, T’Challa (alias Black Panther), sino también a nivel de género, dándole una fuerte presencia protagónica a la mujer, a través de Captain Marvel, como la gran poderosa del grupo, y también por aquella escena en que Wanda Maximoff (alias Scarlett Witch), Valkyrie, Hope Van Dyne (alias The Wasp), Okoye y hasta Pepper Potts la respaldan para que pueda atravesar al ejército de Thanos para llevar el guante con las gemas a su época original, donde Thanos no puedan tener acceso a ellas.

Es emotiva. Una montaña rusa de sentimientos. Risas y sorpresas, inevitables lágrimas en dos o tres ocasiones (al menos yo). Es gratificante ver a viejos rostros de pasadas películas reaparecer, algunos que tal vez habíamos ya olvidado. También es triste ver a otros partir. Pero lo más importante e impresionante de esta saga es haber visto el arco de transformación de todos y cada uno de sus personajes, desde su primera aparición hasta ahora, motivo por el cual, inevitablemente, nos enganchamos emocionalmente con todos ellos. Pero, aunque hay una generación de Vengadores que se despide, también se abre el compás para una nueva generación entrante y otra que todavía seguiremos viendo, como a los Guardianes de la Galaxia y Spider-Man. Por el momento, nos queda esperar a ver qué nos depara en el futuro de Marvel.

Rating:

Entrevista a Robert Downey Jr.:

Trailer:

 

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2 comentarios en “{Crítica} «Avengers: Endgame»: Un Fenómeno Cinematográfico Difícil De Superar

  1. Sabes que nunca he sabido de una muy buena «última película», pero como dices: debía tener un cierre.

    Siento que la entrega durante 10 años ha sido estupenda y esta última lo fue en cuanto a ese feeling de Super Hero que puede existir entre nosotros.

    Excelente crítica, me identifico con el último párrafo.

    Le gusta a 1 persona

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